En Instagram abundan los bolsos, los selfies, las fotos de comida, de gatos… Debido a su naturaleza, mucho más intimista que la de otras plataformas, La red social de fotografía no parece un lugar donde encontrarnos con la propaganda del Estados Islámico. Si eres de los que piensas así, estás equivocado. Desde que las atrocidades del también conocido como Daesh empezaron a recibir los focos de medios de todo el mundo, hemos conocido como los yihadistas han hecho de Twitter uno de los principales altavoces para transmitir sus mensajes y reclutar nuevos miembros para la lucha por construir su soñado califato.

Sin embargo, la maquinaria del EI ha llegado a Instagram. Es cierto que su presencia es menor a la de otras plataformas y mucho más informal. Como recogen en The Verge, los seguidores y aspirantes a yihadistas publican imágenes mucho más informales como memes pro-Daesh, lejos del contenido profesionalizado que difunden en foros radicales.

No hay que olvidar que los que reciben mejores honorarios por parte de esta organización no son los guerrilleros sino los productores audiovisuales, tal y como recogió el País.

Según un estudio de la Universidad George Washington, las publicaciones del ISIS que podemos encontrar en Instagram son estampas que bien podrían pasar por episodios de la vida de cualquier joven pero adornada con simbología o etiquetas haciendo apología del grupo. Comidas caseras, gominolas o vistas de un parque con hastags o símbolos explícitos del EI.

Hastags de apoyo y lenguaje concreto

El abanico de la radicalización en Instagram es ecléctico: desde usuarios que denuncian con vehemencia la invasión occidental de Siria y el resto de la región hasta aquellos que, como decíamos anteriormente, publican hastags de apoyo explícito a Daesh y sus atrocidades.

El control del lenguaje también es esencial. Los seguidores, aquellos que acaban repitiendo y ampliando las proclamas propagandistas de los yihadistas, han configurando su propio diccionario con palabras aparentemente inocentes.

Así, en la captura del perfil que incluimos arriba se puede ver cómo la usuaria -que ha cargado fotos de banderas del ISIS y otros símbolos- pone en su descripción que odia el coco (coconut en inglés).’Coconut‘ es la palabra que utilizan para referirse a los chiíes y otros grupos de la región que tienen en su punto de mira. Otra de las palabras que se puede leer es ‘ukhits‘, utilizada entre el EI para referirse entre las mujeres, lo que es una invitación a contactar con ella por privado.

El Daesh en Instagram: Imágenes cotidianas

También han creado su propio imaginario en lo que se refiere símbolos y emojis. Uno que se suele repetir con bastante frecuencia es el león, puesto que es un símbolo dentro del Islam en el que se refiere al arrojo y valentía. Otro de los animales utilizados, es un pájaro de color verde. Bien en fotos o bien combinado con otros elementos como corazones verdes o círculos de ese color. Por supuesto, hay imágenes más explícitas y menos sugerentes y que directamente cuelgan frases o mantras del grupo yihadista acompañado de imágenes de banderas y otros.

La clave de la campaña, en esta red social, aseguran los investigadores no es otra que han transmitido imágenes de vida cotidiana y no solamente imágenes épicas, de batalla o de víctimas. Todo ello acompañado de una retórica fácilmente identificable por los que puedan sentir atracción por el grupo terrorista y que les puedan animar a entrar a localizar contenido más radical.

El Daesh en Instagram: sentido de comunidad

Uno de los investigadores consultados por The Verge ofrece una interesante visión: muchos de los que hacen estos usos de las redes sociales provienen de familias desestructuradas o tienen graves problemas personales. De esta manera, estas plataformas les añaden sentido de comunidad.

Una de las características más peculiares es que todas estas imágenes eran públicas. Nada de perfiles privados a los que hubiese que recurrir con solicitud previa. Sin embargo, Sarah Gilkes, una de las autoras del estudio de la Universidad George Washington, llama a la calma: el apoyo vía Instagram u otra red social al EI no significa que esté dispuesta a cometer un atentado. «La gran mayoría de los pro-ISIS nunca cometerá un delito». Debe darse, asegura esta experta, una serie de desencandenantes. Además, que la mayoría de los que dan el paso vienen de entornos muy desestructurados, según lo que opina esta experta.

El control, aún así, es esencial. Desde Inst1agram aseguran que no tolerarán ningún tipo de contenido de este tipo. La solución puede pasar, en esta y en otras redes, utilizando el criterio humano más allá de las herramientas de denuncia y para reportar contenido inapropiado. Sea como sea, cuesta comprender que no existan herramientas más eficaces para contar estas conductas en las redes.

Vía | The Verge