Se esperan con cierta ansia la publicación de los próximos resultados financieros de Samsung, con los que el gigante surcoreano podría poner fin a varios trimestres de caídas en su beneficio operativo. Un giro que podría deberse, en parte, a su divisiones de pantallas, procesadores y otros componentes que están ofreciendo, al parecer, un gran rendimiento en el mercado. Sin embargo, el líder del mundial de constructores móviles parece que tendrá que digerir una nueva cucharadita de ricino: según la consultora Trendforce podríamos asistir a la primera caída anual en la venta de terminales por parte de Samsung.

Hay que recordar que la factoría asiática pasó con el Galaxy S4 y el Galaxy S5 por una penitencia en la gama alta que ahora parecen haber arreglado con el Galaxy S6 y, especialmente, con el Galaxy S6 Edge +. A pesar de que estos modelos no carburasen en la denominada gama alta, modelos como la gama Note y los estratos inferiores de su catálogo siguen moviendo un gran número de ventas, especialmente por el dominio de la distribución a través de operadores.

Pero antes de que salten los más agoreros hay que indicar un dato: esta caída esperada por los analistas sería de 1%, así que no sería tan grave como pueda parecer. La empresa se quedaría con un liderato del mercado basado en una nada desdeñable cifra de 323,5 millones de teléfonos a lo largo de 2015, lo que le mantendría en lo más alto del cajón del podio y aún con bastante distancia sobre el segundo clasificado, Apple.

Lo llamativo resulta que esta caída, siempre según el análisis de Trendforce, se debería al retroceso precisamente en las gamas medias e inferiores. Y todo ello parece concentrarse en un mismo lugar: China, donde la feroz competencia ha conseguido desplazarles.

El cara y cruz de Samsung: caen las ventas de móviles

Sin embargo, hay que tener en cuenta también las estrategias desplegadas por Samsung en otros mercados como la India y sus terminales con Tizen, que a la espera de ver cómo se desarrollan las cosas en los próximos meses, parecen estar cristalizando en la buena dirección.

Sea como sea, la reordenación del catálogo -con la gama J y la gama A- así como dar salida a terminales de bajo costo con Tizen orientados a las economías en desarrollo parece confirmar que Samsung ha tomado la decisión de cambiar su estrategia en estos segmentos del mercado, para no volver a repetir el mal trago de China y estar preparado para una ola de nuevos competidores locales en estos mercados.

Balón de oxígeno: el beneficio operativo crece en un 80%

La caída de ventas negativa se podría reflejar en los resultados del cuarto trimestre de este año. Sin embargo, como os decíamos habrá que esperar. De momento, parece que Samsung podrá disfrutar de un balón de oxígeno. Se espera que esta semana se conozca que su beneficio operativo del tercer trimestre de 7,8 millones de wones (6,3 millones de doláres), una espectacular crecida del 80% frente al mismo periodo de 2014.

El mapa quedaría de la siguiente manera en el tercer trimestre: Samsung, sería el líder del mercado rozando una cuarta parte del mismo (24,6%) a tiempo de rentabilizar el lanzamiento del S6 Edge + y una posible llegada del Note 5 a Europa en los últimos tres meses del año. La cuota de Apple, segundo, quedaría en el 13,6% (algo que cambiará también tras el lanzamiento del iPhone 6S) y el top 5 lo completan Huawei, Xiaomi y Lenovo.

A pesar del empuje de los nuevos flagships se traduce en un 9% de subida, lo cierto es que algunos indicadores económicos y la saturación del mercado puede hacer que el sector se encuentren con un bache que puede durar, según los analistas, hasta  mediados de 2016. El tiempo dirá.