Seguro que recordáis esa especie de proyecto de Amazon que quería darnos envíos casi inmediatos con la ayuda de los drones: la compañía estadounidense sigue dando pasos en esa dirección, y ahora proponen un modelo de autopistas para que los drones puedan convivir en nuestros cielos.

El espacio aéreo está regulado hasta el extremo, por la seguridad de todos los que están volando -y de los que están justo debajo-, y los drones no han hecho más que añadir problemas a nuestro congestionado cielo. Cada vez más personas tienen acceso a estas pequeñas aeronaves, algo que incluso ha causado que incendios se agraven por culpa de los «curiosos». No cabe duda de que, mal utilizados, los drones puedan ser un peligro.

Para solucionarlo, y para abrir la puerta a drones que no requieran a un humano detrás en todo momento, Amazon ha propuesto su propio modelo de cómo deberían estar gestionados los cielos. No es una solución permanente para todo tipo de drones, pero sí podría ser la solución perfecta para abrir la puerta a que los drones comiencen a repartir paquetes en ciudades y poblaciones.

Una autopista y carreteras en el cielo: el plan de Amazon

Eso que tenéis en el esquema es el modelo que Amazon propone para gestionar los cielos: desde el suelo hasta los 61 metros sería una zona de navegación lenta y localizada donde podrían volar drones controlados por radiocontrol y automatizados, entre los 61 y los 152 metros sería una zona de tránsito rápido accesible a los drones conectados a Internet, y más arriba nos encontraríamos con un techo que los drones no podrían superar en ningún momento.

Esas zonas se aplicarían a todo tipo de poblaciones y lugares, aunque con excepciones: no hay ningún problema para poner zonas de vuelo restringido, como los aeropuertos situados en los exteriores de las ciudades, y sus respectivas sendas de aproximación. Además, ese techo de altura está diseñados para que el resto de aeronaves tripuladas puedan volar sin riesgos, y que el tráfico entre drones y aviones convencionales esté siempre por separado.

Comunicación entre drones y con las autoridades

Los drones manuales que estén manejados por humanos sólo pueden volar por debajo de los 61 metros de altura: si queremos ir más allá, nuestro dron tendrá que estar conectado a Internet sí o sí. Esto hace posible la idea de Amazon, que pasa por drones que se comunican entre ellos en una especie de red P2P, y la mejor opción son drones capaces de detectar los obstáculos, y de evitarlos cambiando su ruta.

Además, todos estos drones también estarán conectados con las aeronaves comunes, permitiendo su comunicación. Por ejemplo, en el ejemplo que tenéis sobre estas líneas, un helicóptero de bomberos puede comunicarse con todos los drones de la zona, creando una zona de exclusión en la que no puedan volar o incluso enviando órdenes directas a cada uno de los drones, haciendo posible que el helicóptero pueda volar en esa zona.

Un lenguaje universal para todas las aeronaves

El plan de Amazon también incluye otros planes para que todos podamos volar sin problemas: crear zonas donde cualquiera pueda volar hasta la altura que quiera y con el equipamiento que quiera, dar mayor peso a que la aeronave tome sus propias decisiones… Amazon no quiere restringir quién quiere volar, lo que quieren es crear un espacio aéreo seguro donde todo el mundo pueda convivir.

En The Verge se han hecho eco de estos planes, y lo han trasladado al terreno de los EEUU: la NASA es la encargada de crear esta nueva capa de transporte en esas tierras, y ya están trabajando con el sector privado, teniendo colaboraciones con empresas como Verizon, Google y la propia Amazon. Todavía queda saber si ese plan se expandirá a todo el mundo -en EEUU para empezar-, pero sobre el papel es un plan que podría funcionar. ¿Cómo lo veis vosotros?