Una de las principales innovaciones introducidas en Jelly Bean es la mejora significativa en la velocidad de la interfaz y las animaciones. Una fluidez que se ha logrado gracias a la nueva transmisión que se creó entre la GPU y la CPU y una interfaz que promete ser como «la mantequilla», suave y muy fluída. Google ha llamado a ésto «proyecto mantequilla«. Ello nos permite llevar nuestro androide a 60fps. Con un Galaxy Nexus como cómplice, hemos analizado de qué manera afecta realmente ésto a nuestra percepción como usuarios.

La respuesta es asombrosa. Nos sorprende cómo fluye aún más el Galaxy Nexus. Además, debe ser una maravilla poder verlo en el Nexus7 y su Tegra3 Quad Core.

Pero, ¿Qué es lo que realmente hace especial al «proyecto mantequilla«, presente Jelly Bean? Básicamente, son tres cosas:

  • Vsync
  • El triple buffer
  • La respuesta inmediata al tocar

A fin de garantizar una tasa de fotogramas constante, Android 4.1 extiende el tiempo en todos los vsync y la animación realizada por el framework de Android. Todo funciona al unísono con un «latido» de 16 milisegundos (el renderizado de aplicaciones, los eventos táctiles, la composición de la pantalla y la actualización de la misma) por lo que no notaremos que algo se queda detrás o delante en los fotogramas.

El triple buffer es, básicamente, un conjunto de optimizaciones que permiten trabajar en sincronía a la CPU, con la GPU y, a éstas, con la pantalla. El triple buffer permite a estos sectores trabajar juntos para hacer animaciones mejores, más agradables, más suaves y mejorar la tasa de fotogramas y el renderizado.

Android 4.1 también reduce la latencia de contacto no sólo mediante la sincronización de toque por el timing del vsync, sino también anticipando que el dedo va a tocar la pantalla. Ésto da como resultado una respuesta táctil más reactiva y uniforme. Además, después de períodos de inactividad, el SO aplica un impulso de entrada de la CPU en el evento táctil que está por llegar, para asegurarse de que no hay latencia.

Estas tres cosas combinadas juntas, nos permiten tener la fluidez que algunos echábamos en falta hasta ahora. En la práctica, la diferencia es notable y el cambio entre aplicaciones, la apertura de los programas y la gestión general parece ser más suave y agradable.

¿Qué opinas al respecto? ¿Le faltaba a Android esa fluidez y suavidad? ¡Exprésate en los comentarios!