La verdad es que esto de escribir para El Androide Libre suele ser una juerga constante, ya sabéis, alcohol, chicas, drogas caras, chicas, éxito, fama, ornitorrincos… Pero no todo es bonito y maravilloso, a veces nos toca liarnos la manta a la cabeza y trabajar duro (o inventar una forma original de escaquearnos de ello…). En ocasiones nos tenemos que encargar de probar nuevas ROM, programas y cacharritos para poder recomendaros y destacaros lo mejor y lo peor de cada uno.

Y eso es lo que vengo a hacer hoy (no lo de escaquearme ni lo de los ornitorrincos), os traigo una review de un cacharro nuevo, para que tengáis la ocasión de echarle un buen vistazo y decidáis qué os parece antes de nada, la nueva y flamante Motorola Xoom 2: Media Edition.

Para empezar, creo que os voy a poner los números así en frío, que es una cosa que siempre está bien, para que sepáis qué lleva el tablet de Motorola:

  • Pantalla IPS de 8,2”, con una resolución de 1280×800
  • Procesador TI OMAP 4430 Dual Core 1.2GHz, GPU PowerVR SGX540
  • Batería de 3900 mAh
  • 16 GB de almacenamiento interno (12,8 GB para el usuario aproximadamente)
  • Cámara trasera de 5MP (video en 1080p) y frontal de 1,3MP (video en 720p).
  • Conectividad WiFi (b/g/n) y Bluetooth (2.1+ EDR)
  • Conector MicroUSB y salida MicroHDMI.

Como véis, sobre el papel no pinta mal del todo, ahora os voy a desgranar un poco lo que tenemos entre manos con ella.

Pura potencia desbocada

A pesar de que puede parecer que no sea para tanto, el Xoom 2 ME es una buena bestia a la hora de hacer tareas que requieran potencia bruta. Su OMAP 4430 de dos nucleos nos ofrece un rendimiento bastante más que decente a la hora de estas tareas. Al pasarle el AnTuTu Benchmark comprobamos como sus puntuaciones sobrepasan los 5000 puntos holgadamente, quedando a la altura de monstruos como el Galaxy Note o el Droid RAZR aunque bastante por debajo de su principal competidor, el Asus Transformer Prime.

No obstante, eso no desmerece en absoluto el trabajo de los estadounidenses, pues podemos reproducir videos en HD tanto en su espléndida pantalla (que nos da para 720p y que podéis ver en una foto de la pantalla (no una captura, una foto a pelo, para que veáis hasta qué punto se ve bien) reproduciendo un capítulo de una serie con una calidad impresionante) como vía cable HDMI en un televisor que disponga de la opción (hasta 1080p) y en ningún caso notaremos como se resiente. Además, podemos jugar a los últimos y más exigentes títulos, que moverá con todos los efectos disponibles y sin despeinarse (quizá en el primer arranque se note alguna ralentización, pero nada grave y no se reproduce después…). Yo he pasado sin problemas el Shadowgun repartiendo plomo y amor a partes iguales y el tablet no temblaba en absoluto.

Multimedia para lo que quieras

Es la otra faceta que más destaca del tablet, con sus altavoces laterales (con una potencia y calidad de sonido sorprendentes para un tamaño tan pequeño) que permiten un sonido fiel a la realidad y sin distorsiones en absoluto y una reproducción en HD impecable que ya comentaba en el apartado anterior. Su pantalla IPS con una resolución de 1280×800 nos ofrece una densidad de puntos muy interesante para trabajar con videos, fotos e incluso leer textos sin que nuestra vista sufra al hacerlo.

Sus cámaras, tanto la trasera con su flash LED, como la delantera ofrecen una calidad fotográfica más que decente (tengo que decir que ha sido una grata experiencia comparada con el resultado de las fotos en el Transformer) y unos videos en alta resolución ofreciendo una buena tasa de fps con ambas. El flash de la trasera es la guinda de un pastel que es, para lo que solemos usar un tablet, una apuesta inmejorable.

Buena conectividad, poca expansión

Este modelo dispone de una versión (más cara, por supuesto) con tarjeta de memoria y ranura SIM para 3G, pero desafortunadamente la unidad que tenemos en nuestras manos no cuenta con dicha característica. Podemos conectar además el equipo a una televisión mediante su toma de HDMI, o al PC a través del estándar MicroUSB. No obstante, al conectar al ordenador, no podremos cargarlo, necesitamos usar su adaptador de corriente (aunque cualquiera que le proporcione la potencia adecuada debería funcionar sin problemas) si lo que queremos es cargar la batería.

Pero vamos, resulta francamente raro encontrarte (podéis verlo en las fotos que acompañan al artículo) con una ranura que puedes abrir junto al MicroUSB y el HDMI y en la que no hay nada, absolutamente nada.

Resistente a golpes y salpicaduras

Como viene siendo la tónica habitual en los productos de Motorola, el Xoom 2 está protegido contra golpes y salpicaduras, para hacer del uso del aparato una experiencia más sencilla, en la que tengamos que preocuparnos un poco menos de lo que le pasa, y un poco más de disfrutar. Además tiene un acabado en goma, que junto con las esquinas levemente hundidas, ofrecen un producto cómodo a la mano, más aún teniendo en cuenta el tamaño, que no es demasiado grande permitiendo un uso natural tengamos las manos más o menos grandes.

Aún así, como podéis ver en la galería, los botones de control tanto de volumen como de desbloqueo no son accesibles desde el lateral, sino desde la parte trasera, lo que dificulta bastante el acceso a los mismos durante el uso. Además, si nos encontramos viendo una película o serie y necesitamos manipular el control de volumen, bueno, sería más incómodo en forma de supositorio, pero no mucho más, para qué voy a mentiros…

Los puntos más negativos

También los tiene, para qué negarlo. El tablet incluye una ranura para insertar la microSD y la SIM, aunque luego no hay un hueco donde meterlas, claramente un signo de que simplemente pretendían ahorrarse dinero en la fabricación de la carcasa, poco práctico para el usuario, y francamente decepcionante teniendo en cuenta el excelente acabado físico.

Por otro lado, si eso me parece mal en hardware, no os imagináis lo que me parece que aún ande por ahí con la versión 3.2 de software, y sin una OTA disponible, ni una versión descargable desde el propio software de Motorola (que no será porque no lo he intentado…). Además es extraño, porque al igual que ocurría con su predecesora, no lleva apenas nada en la capa de Motorola, solamente unas cuantas aplicaciones preinstaladas, que no tendrían por qué sufrir en su paso a ICS, por lo que no termino de entender a qué esperan para actualizarlo.

Aunque quizá la clave esté en otro de los puntos más negativos. La duración de su batería. Si le damos caña podemos quedarnos sin tablet en unas 5 horas, quizá menos, simplemente leyendo (con la aplicación de Kindle y sin brillo en pantalla) y echando alguna partida (como media hora aproximadamente). Teniendo en cuenta que otros dispositivos han experimentado problemas de duración de batería con ICS, es un riesgo muy grande sacar la actualización a lo loco, pero hace un tiempo ya que la tenemos en el mercado y se agradecería un esfuerzo más serio por parte de Motorola en este aspecto, la verdad.

Las conclusiones

Pues como todo, si juntamos los puntos a favor y en contra, nos encontramos con una maquina potente, resistente, compacta y con una sensación comodísima en la mano, pero con una batería floja, un software un tanto desfasado (aunque confiamos en que eso mejore en breve) y que deja frio, muy frio, como producto en global. Me explico, cuando compras un Transformer, un iPad o un Sony Tablet S, tienes la sensación de tener un producto especial entre manos; no ocurre así con éste. Aunque es un gran producto, un tablet bueno, con un precio medio (399€) y muy cómodo de usar, siempre nos quedará la sensación de que hay algo que no va bien, algo que no cuadra, y es una lástima, porque el esfuerzo titánico de Motorola con él merecía algo más.