Google acelera para ir más allá del smartphone. La compañía de Mountain View presentó en su evento anual desarrolladores más de un centenar de novedades centradas en inteligencia artificial buscando que Gemini sea omnipresente.
La idea de Google es que su asistente personal basado en inteligencia artificial esté en todas partes. Sea medular a todos los servicios y el usuario se acostumbre a tenerlo siempre a mano, que disponga de una ubicuidad perenne para ser más que un ayudante en el día a día.
Esta aspiración de estar en todas partes hace que el smartphone se quede corto. Si este año todos los fabricantes con sistema operativo Android disponen de un botón para invocar a Gemini, el futuro pasa por un dispositivo que haga la comunicación más fluida.
Google lo sabe y por eso ha dado a conocer sus gafas con Android XR. No son sus primeras gafas inteligentes. Cabe recordar que la compañía fue pionera con el lanzamiento de las Google Glass en junio de 2012.
Un dispositivo que se trataba de una delgada montura metálica que se colocaba sobre la frente para que una cámara y un prisma mostraran información contextual al usuario. Ahora, la compañía ha rediseñado el concepto y lo ha cambiado por completo.
Ese cuadrado en el ojo derecho es la pantalla sobre el cristal
Google ha aprendido de las fallidas Google Glass para articular una nueva estrategia en el mercado de las gafas inteligentes. No sólo es importante lo capaces y potentes que sean. "Sabemos que las gafas solo son realmente útiles si quieres usarlas todo el día", explican.
Es aquí donde radica el cambio de concepto de Google con sus gafas inteligentes. El diseño del modelo original se anticipaba al futuro, haciendo que el usuario pudiese llegar a sentirse como un cíborg al usar un gadget. No era un elemento cómodo que llevar en la cara sin ser señalado.
Ahora, Google anticipa 4 tipos de gafas inteligentes según el escenario que el usuario busque. Más o menos inmersión. De realidad virtual con cascos como Project Moohan a realidad aumentada con las nuevas gafas, pasando incluso por gafas sin pantalla que sólo tengan altavoces y micrófonos.
Cómodas y sencillas de usar
La gran clave de estas gafas inteligentes es que la curva de aprendizaje es mínima. Todo el mundo que se ha colocado alguna vez unas gafas puede comprender al instante cómo funcionan.
Las gafas de Google cargando la batería.
Las gafas ven lo mismo que ves tú y eso servirá a Gemini para identificar el entorno y asistir al usuario. Disponen de altavoces en las patillas, un panel táctil en la parte derecha, una cámara en la parte superior izquierda y una pantalla en el cristal derecho.
La pantalla queda sobre impresa en el cristal, pero no molesta en la visión del entorno. En el panel se muestra información contextual como mapas, notificaciones, subtítulos para una conversación en otro idioma e incluso podremos ver cómo quedan las fotos que pueden hacer las gafas.
Es todo lo que haríamos con el teléfono sin necesidad de sacarlo del bolsillo. Y es aquí donde radica la clave del éxito de este producto.
Aunque todavía se trata de un prototipo, y tardaremos meses en ver la versión final, su rendimiento es sorprendente por lo increíblemente fluido y rápido que funciona. Podría ser el modelo definitivo.
Gafas inteligentes de Google con Android XR
Sin embargo, más allá de las capacidades de diseño o potencia de las gafas, la verdadera magia de estas gafas de Google está en cómo podemos usar Gemini.
Del mismo que cuando usamos Gemini Live en el móvil, podremos relacionarnos con la IA de Google para que nos vaya dando información relevante de nuestro entorno. Así por ejemplo podemos pedirle que nos resuma un cartel, que nos identifique el pintor de un cuadro, que nos lleve a una cafetería cercana o saque una foto.
Las gafas fueron capaces de indicar sobre qué era el texto de esa revista.
El equivalente más cercano a trasladar cómo te sientes con ellas es imaginarte siendo Tony Stark usando Jarvis. Una equivalencia que el propio Sundar Pichai, CEO de Google, confesó que ha experimentado al llevarlas.
Desde Google no entran en detalles técnicos, pues todavía se trata de una versión preliminar sujeta a cambios. Se desconoce la capacidad de la batería, el peso o la resolución de la cámara.
Además, cabe tener en cuenta que si Meta tiene a Ray-Ban con Luxottica, Google ha apostado por tener modelos de la mano de Gentle Monster y Warby Parker. Con los que busca estilo, elegancia y funcionalidad.
La potencia de Android XR
Una de las ventajas de este modelo con respecto a otras opciones de la competencia está en su fluidez y potencia. Y es que pese a tratarse de un producto que no está acabado, se siente como si lo fuese y se pudiese poner a la venta ya mismo.
Gafas inteligentes de Google con Android XR
Tiene todo lo bueno que esperaríamos de la experiencia de usar el teléfono móvil directamente desde unas gafas inteligentes y son más funcionales que otras alternativas del mercado como las Ray-Ban Meta.
La verdadera clave de las gafas reside en Android XR y en Gemini.
La interfaz del sistema lleva la experiencia a la que estamos habituados en nuestro teléfono móvil a unas gafas inteligentes. Aunque este modelo cuenta con pantalla —que permite tener mayores funcionalidades—, futuros modelos carecerán de ella, pero las gafas de Google serán igualmente útiles.
Cabe tener en cuenta que estas gafas están emparejadas al teléfono y todo lo que recibamos ahí es lo que veremos en ellas. No son autónomas. Aunque sí es un anticipo para lo que vendrá para usar mucho menos el móvil.
Gafas inteligentes de Google con Android XR.
Estas gafas con Android XR podrán desenvolverse en el mundo real enviando mensajes, concertar citas, pedir indicaciones en un mapa, tomar fotos o realizar una traducción en vivo. Es un potencial tan grande como el de Gemini. La IA total.
Al combinar las gafas con Gemini ven y escuchan lo que hacemos, lo que permite a la IA de Google comprender nuestro contexto, recordar qué es importante, y ayudarnos en nuestras peticiones diarias.
Un ejemplo que sorprende es la posibilidad de hacer referencia a una información de una conversación mantenida hace horas. Es donde el asistente se siente realmente útil e integrado en las necesidades del usuario.
El poderío de Gemini es tal que una vez pruebas de lo que es capaz en un dispositivo como las gafas, sin tener que hacer nada con las manos, no hay vuelta atrás. Es posible visualizar un futuro donde el asistente te acompañe en todo.
Con respecto al uso de diferentes aplicaciones Google tiene en Android XR tiene la misma ambición que con su sistema móvil: "crear una plataforma de software y hardware de referencia que permitirá al ecosistema crear gafas excelentes".
Para hacerlo, los desarrolladores podrán empezar a usar explorar esta plataforma a finales de este año. Un punto de inflexión en el que las gafas llegarán para quedarse y anticipando así el poderío que supone usar un asistente como Gemini en gafas inteligentes.