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Analizamos el ZTE Blade V8, un dispositivo de gama media que intenta aspirar a algo más contando con rasgos diferenciales frente a sus competidores. Aunque con sus fallos, posee un potencial considerable.

Cuando pensamos en un teléfono chino, nos vienen a la cabeza Androides con especificaciones brutales a un precio casi irrisorio. No todo el mundo busca un dispositivo de este mercado que sea de la gama media, pero cuando se intenta pueden aparecer opciones harto interesantes. Un buen ejemplo de esta premisa es el ZTE Blade V8, un móvil con características de nivel intermedio pero que intenta (con algo de éxito) llegar más arriba con detalles como su pantalla, su diseño metalizado y el apartado fotográfico. Y como todo en la vida, posee ciertos fallos que no podemos dejar de lado si tenemos este Android como opción de compra.

ZTE Blade V8

6,8
  • Pantalla de 5.2"
  • Snapdragon 430
  • Cámara de Doble 13 + 2 Mpx Mpx
  • Batería de 2730 mAh
  • 2 GB de RAM
  • 32 GB de Almacenamiento
  • Peso: 142 g
  • Dimensiones: 148 x 71.5 x 7.7
  • Resolución de 1.920x1.080
  • Más especificaciones Menos especificaciones
PVP 265€
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9,49€
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  • Batería
zte

ZTE, la firma china ya dio la sorpresa con dispositivos peculiares y con cosas bastante interesantes en su haber. Ya vimos más de cerca el ZTE Axon 7, y aunque este Blade V8 no se acerca demasiado a su hermano mayor, sorprende bastante.

Además, parte con un precio bastante competitivo vendiéndose como uno de los teléfonos con doble cámara más accesibles del mercado. ¿Estará a la altura de la gama media? Lo comprobamos.

Características del ZTE Blade V8

Como en todos nuestros análisis, repasamos detenidamente el hardware que monta este ZTE Blade V8 y le da vida:

  • Pantalla IPS de 5’2 pulgadas con resolución FullHD (1080p) y cristal 2.5D.
  • Procesador Qualcomm Snapdragon 430 con una CPU Cortex-A53 Octa-core con una velocidad de reloj máxima de 1’4 Ghz.
  • GPU: Adreno 505.
  • 2GB de memoria RAM.
  • 32GB de memoria interna ampliables con tarjetas micro-SD de hasta 512GB.
  • Batería de 2730 mAh con puerto micro-USB, nada de tipo C.
  • Cámara trasera de 13MP con flash LED y HDR junto a otra cámara dual de 2MP con capacidad de grabación de vídeo a 1080, con diversos efectos vía software.
  • Cámara delantera de 13MP.
  • Lector de huellas en la parte delantera y capacidad Dual-SIM o micro-SD más SIM.
  • Medidas: 148 x 71.5 x 7.7 mm
  • Peso: 142g
  • Android 7.0 Nougat con capa personalizada propia, llamada MiFavour.
  • Colores: Gris, dorado y rosa metalizado.

Diseño: Típico por delante, curioso por detrás

 

Al ser un teléfono chino, muchos nos podríamos imaginar muchos diseños en los que este ZTE se podría haber «inspirado». Y ha ocurrido una cosa bastante curiosa que en cierta parte le da un toque distintivo al terminal. Por delante, posee un aspecto bastante típico y sobrio, pero por detrás la cosa cambia y bastante. Este ZTE Blade V8 se caracteriza por un acabado metalizado y resistente con una curvatura suave en la parte trasera que le aporta mucha ergonomía y agarre, coronando su parte trasera con una cámara dual de la que ya hablaremos. Una línea estilizada y algo original, sin matarse a innovar en exceso.

Por delante tiene el aspecto de muchos otros dispositivos, por detrás es un ZTE Blade V8 completo

En la parte delantera tenemos, aparte del ya mencionado típico diseño, unas cuantas cosas llamativas. Para empezar, tenemos 3 botones en el marco inferior, 2 hápticos iluminados por dos leds azules (curioso) y por un botón físico central que hace las veces de lector de huellas. Además de unos marcos laterales bastante conseguidos y suavizados con su cristal 2.5D, en el marco superior tenemos el micrófono, los diferentes sensores característicos, un LED de notificaciones demasiado a la izquierda y habituales y una cámara delantera de 13 megapíxeles. Remarco esto porque tenemos una pegatina que recorre la lente que lo deja bien claro: 13 megapíxeles. Un detalle a mi parecer innecesario.

En la parte de abajo tenemos un micrófono, un puerto micro-USB estándar (algo lógico) y un altavoz, el cuál tiene mucho de lo que hablar. Ya os adelantamos que no es ni de lejos un ZTE Axon 7, el cuál tiene un sonido excepcional. Pero contextualizando, el sonido de este Blade V8 no tiene nada que envidiarle, contando con la tecnología Dolby Atmos. En la parte de arriba tenemos la conexión del jack de 3.5 mm, y un micrófono de cancelación de ruido.

En el lateral izquierdo no tenemos nada, y en la parte derecha tenemos los botones de volumen y de desbloqueo. Debo recalcar la buena construcción de estos. Un buen recorrido, con una pulsación fuerte y recia y el grabado del botón de bloqueo lo hace tener un tacto muy agradable. Además, en la parte de los botones de control de volumen tenemos también una especie de hundimiento que le añade una sensación extra a cuando subimos y bajamos el volumen. Muy bien por parte de ZTE.

El metal le sienta de lujo al ZTE Blade V8, dándole un tacto muy suave y cómodo

Este teléfono tiene un aguante especial a prueba de la suciedad. En todo el tiempo que lo he usado y con el calor que hace, no se ha ensuciado en exceso y el color dorado champagne que decora nuestra unidad no se ha visto mancillado. Al tener este teléfono bordes metalizados, me asusté. Cuando tuve el OnePlus X dejaba sus bordes asquerosos y me ha pasado con todos los teléfonos que han pasado por mis manos. Este ZTE aguanta de sobra.

Rendimiento: No está mal

2GB de RAM, Snapdragon 430… Bueno, no está mal. Como siempre, no podemos exigirle de más a este dispositivo, puesto que con juegos bastante pesados como Asphalt o N.O.V.A la bajada de frames es sonora. Pero no tendremos ningún problema con las tareas básicas del día a día y el rendimiento de estas será incluso fluido y estable. Realmente es una delicia pensar en el hecho de que un procesador de gama media pueda soportar un buen rendimiento diario, demostrando que la potencia no está sólo reservada a los grandes del sector telefónico. Sus 8 núcleos ayudan al rendimiento en general y acompañan sobremanera al buen funcionamiento y consumo energético del sistema.

Aunque aquí entramos en el punto para mí más negativo del que adolece este ZTE. El apartado del software, podemos decir que es… bastante mejorable. Aunque es meritorio el que partamos con Android 7.0 Nougat de base, corre por encima una capa de personalización llamada MiFavour en su versión 4.2. Personalmente soy bastante amante de las líneas de diseño de Android stock, y el problema que tengo con MiFavour es que es una capa muy personalizada, muy diferente, con muchas apps preinstaladas y con diversas opciones bastante poco útiles de cara al usuario. Sí, va estupendamente bien, pero no es realmente algo que me entre por los ojos. Y más teniendo un Nexus.

Realmente, estéticamente no es tan mala y afortunadamente no lastra el funcionamiento del teléfono como otras capas. Pero son ciertos detalles los que no me acaban de convencer. Para empezar, la gran cantidad de apps preinstaladas en el sistema que no puedes desinstalar de ninguna manera y que ocupan espacio, como Instagram o Facebook (además de algún que otro juego). Aparte, tiene muchas aplicaciones clásicas tipo «navaja suiza» que están ahí, y es preocupante la cantidad de permisos que solicitan. Para empezar, ha habido varias apps que no podía usar por negarme a que accedieran a mi teléfono y pudieran hacer llamadas. Hablamos de apps como la cámara, por ejemplo.

No sólo tiene bloatware, sino que MiFlavour dista mucho de ser totalmente útil al final del día

Por otra parte tampoco contamos con box de aplicaciones, algo totalmente agusto del usuario. Pero el problema llega cuando nos damos cuenta de la distribución de ciertas interfaces. Por ejemplo, en los ajustes generales del dispositivo, para llegar a opciones tan simples como la batería o el almacenamiento debemos pasar por varios menús alojados de forma ilógica, entorpeciendo la llegada a ellos. Por ejemplo, para ir a los ajustes del teclado acabas descubriendo que muchos de estos ajustes están en un apartado llamado «Ajustes avanzados». ¿Qué es esto? Navegar por la interfaz de MiFavour consiste en poseer primero una curva de aprendizale a lo MIUI. Desde luego, si no te gustan este tipo de capas, puede que debas pasar obligatoriamente por las ROMS.

Como mención especial, incluiré en este tirón de orejas a la firma china al lector de huellas. No funciona mal realmente, pero desconozco por qué, los primeros minutos de uso han sido nefastos. De cada 10 pulsaciones, me desbloqueaba positivamente el dispositivo unas 2 o 3. Por no decir que en los ajustes iniciales, completar el paso de registrar la huella era extenso y tedioso. Por supuesto, al cabo de los días funciona completamente bien y no tiene nada que envidiar al Nexus Imprint de mi 5X, pero sin saber el motivo, al principio fue algo muy desalentador.

Pantalla y multimedia: Una IPS sorprendente

De las dos tecnologías predominantes en lo que respecta a pantalla se refiere, me quedo con las AMOLED. Su saturación de colores y sus negros puros simplemente me enamoran considerablemente. Y aunque creo que las pantallas IPS tienen una mejor nitidez, sus colores más apagados no suelen convencerme. En esto, debo decir que la pantalla del ZTE Blade V8 me ha pegado un tortazo en la cara. Sin duda es uno de sus puntos fuertes, llegando a gustarme incluso más que algunas AMOLED que he visto en su día. Y creedme, he visto muchas.

Un brillo y una claridad muy vivaces, un contraste que despierta curiosidad… La pantalla de este V8 sin duda no es una de las mejores del mercado ni mucho menos, pero sorprende. Muchas de las veces que alguien me ha visto usarlo y se lo he enseñado, una de las primeras cosas que suele decir la gente de su pantalla FullHD es: Qué bien se ve ¿no? Atrae miradas, y eso es muchas veces clave a la hora de presumir de smartphone.

Sí, los marcos podrían estar mejor aprovechados y a veces puede que se note algo más de lo debido esos marcos negros que rodean la pantalla, pero son detalles menores que quedan algo postergados cuando ves una serie o un vídeo a toda potencia. Podemos, como no podía ser de otra manera, cambiar los ajustes de saturación de color de la pantalla mediante software para ponerlo a gusto, por lo que realmente disfrutarás con la pantalla de este Blade V8. Sorprende, y para bien.

¿Qué tal el sonido? Bien, conociendo un poquito a ZTE sabremos que en este campo están un paso por delante de la competencia, por lo menos en la mayoría de las ocasiones. El audio del ZTE Axon 7 es de lo mejorcito junto al HTC 10 que ha habido en Android, y por ello lo primero que hice fue poner a prueba a este pequeño para comprobar al nivel en el que se encontraba. ¿Resultados? No, no es un Axon 7. Pero casi.

Nítido, definido y con mucha potencia. Así podemos definir el sonido que obtenemos por el altavoz del Blade V8. Comparándolo con su hermano mayor, se queda un paso por detrás sin dejar de ser genial en todos los sentidos. Y comparándolo con la gran mayoría de smartphones de su categoría, podemos definirlo como casi maravilloso. Además, con cascos la experiencia mejora considerablemente gracias a su tecnología de Dolby Atmos preinstalda, la cuál endulza el sonido y lo ecualiza de una forma más que eficiente.

Batería: No andes muy lejos del cargador…

En este punto no nos alargaremos, puesto que hay poco que contar. Este ZTE Blade V8 cuenta con 2730 mAh sin ningún tipo de carga rápida. ¿Cómo se comporta? Pues lo esperado para este tipo de amperaje y de dispositivo, nada más. Será complicado que superes el umbral de las 3 o 3 horas y media de pantalla, y si lo achuchas un poco, mejor será que tengas el cargador cerca. La autonomía con este terminal no es excelsa, sino más bien justita pero sin ser un drama. No te frustrarás con la batería de este ZTE Blade, pero tendrás que encariñarte más de lo esperado tanto con tu cargador, como con tu batería portátil. Tenlo en cuenta, porque si la batería es algo prioritario para ti, puede que este móvil no sea para ti.

En lo que respecta a la carga, no hay problema. Tardaremos entre una hora y media y 2 en cargar nuestro Blade completamente, nada dramático. Sería genial por supuesto que tuviéramos el nuevo estándar de USB Tipo C, pero se entiende y perdona por el precio y la gama a la que van dirigidos este teléfono chino.

Cámaras: Cuidadito, que se viene arriba

Seguro que muchos de vosotros ya habéis atinado con el punto fuerte de este Blade V8: sus cámaras. Y cuando digo «cámaras», remarco lo de que esté en plural. En la parte delantera, tenemos un sensor de 13MP (con la pegatinita de las narices) y en la parte trasera una cámara doble. Concretamente, dos sensores de 13MP y de 2MP, respectivamente. Tenemos grabación a vídeo hasta 1080p y HDR, por lo que se espera bastante de las cámaras de este terminal. Y por supuesto, volvemos a contextualizar. ¿Es la cámara de un XZ Premium? No, por supuesto. ¿Es una cámara decente? Vaya que sí.

Esto se resume así: por este rango de precios puede que tengas una de las mejores cámaras que puedas comprarte. La fotografía con este ZTE es una experiencia tremendamente satisfactoria, sacando instantáneas de calidad incluso en condiciones algo fastidiosas. Realmente a veces no entiendo cómo lo hace: hagas lo que hagas, casi seguro te saldrá una toma genial. El nivel de detalle es apabullante, mezclado con la eficiente falta de ruido y sobrada nitidez que notamos desde el primer minuto de uso.  Tenemos unas fotos con un buen angular y con buenos niveles de brillo, totalmente configurables desde su modo manual.

Sorprende el hecho de que el desenfoque de la cámara funcione mejor que el propio efecto bokeh. Por supuesto, tenemos diferentes modos para poder juguetear en las opciones y tenemos desde un modo manual para modificar cualquier aspecto que quieras a tu gusto hasta incluso modos 3D para juguetear con las gafas de realidad virtual que te vienen en la caja. Aunque aún no he conseguido ponerla en marcha, el cartón es mi enemigo. ¿Y qué tal se comporta este ZTE Blade V8 con el efecto bokeh de desenfoque? Pues… Lo intenta. Ahora entenderéis por qué.

Bueno, ahí lo tenéis. El efecto bokeh, al tratarse de un efecto claramente sacado vía software, produce que al mirarlo detenidamente se note el procesado de la propia foto. Digamos que lo intenta porque cuando hace el efecto, se notan las trazas que ha hecho la cámara alrededor de la silueta principal para conseguir excluirla del desenfoque, y no lo consigue de forma excesivamente eficiente. Es alentador pensar que esto se podría corregir mediante actualizaciones, pero no es algo determinante. Por el resto, las fotos salen particularmente bien, y consigues muy buenas tomas. Incluso en el selfie. También os mostraremos cómo se ha comportado por la noche este ZTE.

Se ve claramente que cuando cae la noche, nuestro ZTE Blade V8 sufre más de lo esperado. Realmente sorprende, porque por el día la cámara se comporta de una forma casi excelsa, y con la noche nos encontramos una cantidad de ruido bastante prominente. El nivel de detalle que conseguíamos en horas diurnas brilla por su ausencia, y aunque no es un fallo enorme, difícilmente sacarás buenas fotografías de noche. Es una pena, pero se le perdona por el precio y por la gama en la que se encuentra. En cierta parte, me lo esperaba.

Sí, se notan los 13 megapíxeles de la cámara trasera. Tenemos un selfie de categoría y que va a poder competir de tú a tú con los más influencers del lugar. Quizás echo de menos un flash LED delantero, aunque creo que el hecho de que no lo hayan implementado es bastante lógico. No tendremos apuros en sacarnos fotos propias con buena calidad, lo cuál se agradece en estos tiempos en los que las redes sociales cobran especial importancia. Os dejamo un link a la galería de Flickr para que podáis observar todas las fotografías que se han hecho con este ZTE Blade V8.

Y hablando de la aplicación de cámara, podemos decir que aunque estéticamente no está mal, no es la más cómoda del mundo. Su interfaz es algo liosa y hay veces que te confundes con los modos. Es minimalista pero algo complicada, incluso para tomar una foto con el enfoque puesto debes hacer unos cuantos gestos. No tiene una curva de aprendizaje tan bestia como la tendrían otras aplicaciones, pero no es fácil acostumbrarse a ella.

Conclusión

Tras unos días con el ZTE Blade V8, he podido llegar a la conclusión que es un teléfono muy completo por el precio que posee. Tiene sus carencias como cualquier móvil, pero se nota que este Android es una declaración de intenciones de la firma china, que quiere posicionarse en todos los sectores que pueda sin dejar de diferenciarse del resto de sus competidores. Por poco más de 200 euros tenemos un móvil con un apartado multimedia sobresaliente. Y realmente quiero ponerle una buena nota, porque se lo merece. Pero hay cosas que me echan para atrás.

Es una pena que el tema del software sea un punto negativo. Es una capa completa, pero algo falta de lógica y con bastantes cosas que pulir. Además, el número de apps preinstaladas ya es preocupante, pero este sentimiento crece al ver la cantidad de permisos que se nos requiere. Además, hay otras alternativas del mismo mercado que por un precio similar ofrecen bastante más, sin que esto nos haga pensar que este Blade V8 es un mal teléfono. Es una opción de compra más que plausible, pero antes de adquirirlo se tienen que tener ciertas cosas claras. Y eso es algo que lastra en algunas ocasiones.

Si ZTE juega bien sus cartas y mejora estos fallos con la llegada del futurible ZTE Blade V9, podremos verla crecer como es debido. Está genial que tengamos algo de originalidad en Android, y junto a la personalidad que derrocha.