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Analizamos al detalle el Moto G5, el último teléfono de gama media con el que Lenovo quiere devolver la gloria a Motorola.

Lenovo ha vuelto a darle vida a Motorola: a partir de ahora el mítico Moto es el nombre que Lenovo usará para sus teléfonos. Nada de Moto by Lenovo, o de Motorola by Lenovo. Motorola a secas, acompañada de vez en cuando por la etiqueta de Lenovo. Y el nuevo Moto G5 es uno de los primeros teléfonos que salen bajo esta nueva premisa.

Todos conocemos a estas alturas al mítico gama media de la compañía. Recordamos el pelotazo que supuso allá cuando Google tenía Motorola, cómo abrieron el mercado gracias a esta gama. Ha llovido mucho desde entonces, la competencia se ha vuelto brutal en la gama media, pero Motorola sigue estando ahí con sus Moto G.

Y el Moto G5 es el dispositivo con el que quieren afrontar la gama media este año. Un gama media que progresa y sigue dando pasos en su crecimiento, pero que se encuentra ante un mercado saturado y lleno de opciones en esa gama. ¿Conseguirá ponerse a la cabeza

Así es el Motorola Moto G5: especificaciones

Sobre el papel, el Moto G5 es un teléfono que va directo a ocupar la gama media del mercado. Una pantalla normal tirando a grande, procesador de gama media, RAM suficiente y plástico en la parte trasera.

Moto G5

7,5
  • Pantalla de 5"
  • Snapdragon 430
  • Cámara de 13 Mpx
  • Batería de 2.800 mAh
  • 2 / 3 GB de RAM
  • 16 GB de Almacenamiento
  • Peso: 145 g
  • Dimensiones: 144.3 x 73 x 9.5
  • Resolución de 1080p
  • Más especificaciones Menos especificaciones
PVP 199€
Comprar
199,90€
Comprar
Nos gusta
  • Muy buen rendimiento de Android
  • Lector de huellas y resistencia a salpicaduras
  • Buen precio de gama media
No nos gusta
  • Cámara que arroja malos resultados
  • Pantalla con tonos amarillentos
  • Sonido muy mejorable

No nos encontramos con sorpresas, locuras o saltos enormes: nos encontramos cosas que ya esperamos del precio de un gama media. Incluso tenemos añadidos que eran impensables hace un par de años, como el 4G o el lector de huellas.

Hoja técnica

  • Pantalla: 5,0 pulgadas, FHD (1.920 x 1.080 píxeles)
  • Procesador Snapdragon 430 con ocho núcleos funcionando a 1.4 GHz
  • RAM: 2 GB / 3 GB
  • Memoria interna: 16 GB
  • MicroSD: hasta 128 GB
  • Versión sistema: Android 7.0. Nougat
  • Cámaras: trasera de 13 megapíxeles, frontal de 5 megapíxeles
  • Batería de 2800 mAh
  • Dimensiones: 144.3 x 73 x 9.5 milímetros
  • Peso: 145 gr
  • Otros: Dual SIM, Bluetooth 4.2, A-GPS, 4G LTE, sensor de huellas…

Diseño y construcción: aluminio continuista

Y en la mano no te cabe ninguna duda: este teléfono es un gama media. La parte trasera es de aluminio pulido, siendo sólo sustituido por cristal en la parte frontal. Aunque tiene una especie de doble acabado en la parte anterior que nos engaña: se puede quitar entero, no sólo la parte más pequeña que parece una tapa. El tacto de este aluminio no da a entender que sea aluminio: incluso algunos lo confundirán con plástico sin más.

Tampoco hay sorpresas en la ubicación de los elementos. Motorola sigue en su línea y el lector de huellas es cuadrado y frontal, en forma de botón. A la derecha tenemos los botones de encendido y volumen. Arriba el jack de 3.5 milímetros y abajo el conector microUSB para carga rápida y datos. No se ve Lenovo por ninguna parte, pone ‘Moto’ delante y tenemos el logo de Motorola detrás.

La botonera está en pantalla, pero el sistema viene con un truco: podemos hacerla desaparecer y usar sólo gestos en el lector de huellas para navegar. En ese sentido Lenovo ha sido original. Si no nos gusta, la clásica botonera que se pone en pantalla no ocupa mucho, y no se hace incómoda para navegar por el sistema. Igual que en el resto de la gama G de Motorola.

En cualquier caso, y además del lector de huellas, este Moto G5 viene con una bienvenida incorporación al plano de la construcción: resistencia a salpicaduras. Los chicos de Motorola advierten en más de una ocasión que no significa sumergir, sólo soporta el agua en pequeños contactos accidentales. Mejor eso que no tener nada cuando ocurre el desastre.

Pantalla: buena resolución para un panel en la media

La pantalla es de cinco pulgadas, y su resolución alcanza el Full HD. Todo esto nos deja con una densidad de pantalla de 443 píxeles por pulgada, más que suficiente para darnos una buena experiencia. No tendremos problema para ver las imágenes o los textos con claridad en la pantalla del Moto G5.

Los colores, en general, no se muestran mal, pero tampoco esperéis un rendimiento de gama alta: los blancos tiran a amarillento y los azules podrían ser algo más vivos. Los ajustes tienen ‘Modo de color’, pero sólo podemos escoger entre ‘Estándar’ e ‘Intenso’.

Y lo que sí echo en falta en el Moto G5 es brillo: el máximo de brillo que consigue dar es poco. Si estamos ante un sol muy directo, puede costarnos ver la pantalla. Y el sensor de luminosidad funciona y da buenas lecturas, pero el sistema es algo lento cambiando el brillo de la pantalla.

Sistema: Nougat en un dispositivo que funciona

El Moto G5 viene con la última versión de Android, Nougat. Además nos encontramos con unos cuantos añadidos que deja Lenovo en el sistema. Ya nos tienen más que acostumbrados: no se trata de un gran cambio respecto al Android que Google dibuja, pero sí que tiene un toque de Motorola.

El sistema, en líneas generales, funciona bastante bien. Ya salieron comparaciones entre el Moto G5 Plus y el Pixel de lo bien que iba, y no es sin razón. No le cuesta moverse entre pantallas al Moto G5, hace funcionar todo a buena velocidad, e incluso funciona bastante bien en juegos sin demasiada carga gráfica. El Snapdragon 430 y Android 7.0 trabajan de la mano en este dispositivo.

En la aplicación ‘Moto’ nos encontramos todas las funciones en las que Lenovo ha estado trabajando. Estas funciones son:

  • Navegar usando gestos en el lector de huellas
  • Agitar dos veces para apagar o encender la linterna
  • Girar dos veces para abrir la cámara
  • Deslizar a un lado para reducir la pantalla y usarlo con una sóla mano
  • Levantar el teléfono cuando suena para silenciar
  • Poner el teléfono boca abajo para No molestar

Además de Moto, tenemos una aplicación llamada ‘Ayuda del dispositivo’, la aplicación de cámara de Motorola, widgets para el escritorio y unos ajustes algo modificados. Por ejemplo, tenemos una pantalla bastante parecida al Active Display, aunque este teléfono no tenga una AMOLED.

Ahí se acaba toda la personalización: es un teléfono bastante cercano a lo que llamamos Android AOSP. Y esto debería darle ventaja a Lenovo en el terreno de actualizaciones, pero ya sabemos cómo son estas cosas.

Rendimiento: a la par con el sistema

Como acabamos de comentar, el teléfono funciona bien en las tareas diarias. No le costará nada mover aplicaciones de mensajería, redes sociales, y todas las utilidades que abrimos en el día a día. Y tampoco tendrá problema con los juegos mientras no supongan una carga gráfica brutal. Podremos jugar sin problema a lo que queramos.

Benchmarks:

  • 3DMark (Sling Shot Extreme) | 297
  • PCMark (Work 2.0) | 3464
  • Antutu Benchmark | 44250
  • Geekbench 4 | 615 en Single-Core y 2539 en Multi-Core
  • GFXBench | 160.7 Frames

Batería: no está mal, nada mal

En el apartado de la batería no nos encontramos malos resultados. Los 2.800 mAh pueden parecer pocos sobre el papel, pero funcionan bastante bien en un uso diario. Por lo menos, en nuestro caso, no nos hemos llegado a quedar tirados sin batería fuera de casa.

En horas de pantalla, y con un uso normal tirando a intensivo, hemos obtenido de 4 a 5 horas de pantalla en nuestras pruebas. Si usamos un perfil de usuario más conservador, usando sólo redes sociales y mensajería, podremos alcanzar las 5 horas de pantalla sin ningún problema.

Por otra parte, también conviene destacar que el dispositivo no cuenta con carga rápida como tal. La carga completa de la batería del Moto G5 lleva más de una hora, aproximándose a la hora y media. También destaca que la batería es extraíble.

Cámara: el punto débil de este Moto

Como ya comentamos cuando probamos ambos dispositivos, Motorola ha priorizado la cámara en el Moto G5 Plus. Eso no significa que el Moto G5 esté desierto, pero ya nos da a entender que podemos esperar algo inferior. Y es así, porque el fuerte del Moto G5 no está en la cámara de 13 megapíxeles.

Como podéis ver en las imágenes que tenéis en la galería inferior, el Moto G5 no arroja grandes resultados en la cámara. Las fotografías de día, con buena iluminación, salen sin muchas dificultades y poco definidas, con tendencia a sobreexponer. En cuanto las condiciones de iluminación empeoran un poco le cuesta mucho más trabajar. En resumen, la cámara nos servirá para salir del paso o sacar fotos rápidas, pero no esperéis unas fotos perfectas.

Como siempre, os mostramos unas cuantas fotos de prueba que hemos sacado con el Moto G5. Las fotos no cuentan con ningún tipo de edición, las veis tal y como salen de la aplicación de cámara de Motorola.

Moto G5

Por otra parte, la cámara frontal cumple con su cometido. Al ser gran angular no tendremos problemas para sacar a todo el mundo en el selfie, y Lenovo también se ha subido al carro del llamado ‘Modo belleza’, esos que nos alisan la piel. Incluso nos deja configurar cuánta agresividad queremos en el modo belleza.

Sonido: otro punto débil

Este Moto G5 no tiene ningún altavoz especial para transmitir sonido al exterior: utiliza el mismo altavoz que usamos para escuchar la voz en una llamada. Aun así, el altavoz alcanza un buen volumen, aunque carece de definición y a volumen máximo la distorsión es notable. El jack de 3.5mm funciona bien, y no hemos notado pérdidas de calidad notables en la música que sean culpa del teléfono.

Conclusiones: el Moto G vuelve, ¿pero es suficiente?

El Moto G5 es un buen representante de la gama media. Detalles como el lector de huellas dactilares o el rendimiento del sistema operativo hablan muy bien de este dispositivo. Tiene sus carencias, por supuesto, pero estamos hablando de un teléfono de gama media que se queda en los 200 euros. Por ese precio no podemos pedir un dispositivo perfecto en todo, y este Moto G5 cumple en lo que hace.

Pero, y comparando con la generación anterior, también hemos perdido cosas. Tenemos menos batería y un procesador de gama inferior, por ejemplo. Estos detalles hacen que se incline la balanza hacia conservar tu dispositivo un poco más, si estás en la tesitura de cambiarlo o seguir más tiempo. Tu eres quien decide si vale la pena o no el cambio, si estas novedades compensan el dinero.

Si estás buscando un teléfono en el rango de los 200€ por cualquier motivo, y eres consciente de sus limitaciones, el Moto G5 es un firme candidato a ser tu nuevo teléfono. Si estás pensando en dar el salto desde un teléfono similar o anterior, quizás no valga tanto la pena: no tiene avances tan importantes como para dar lugar a un cambio.