Hemos tenido en las manos el Nokia 3310 y también lo toqueteamos a fondo. Posee su gracia, pero no podemos obviar lo evidente: esto no es un Nokia 3310.

A pesar de que el Nokia 3310 no debería entrar en estas páginas porque, como sabes, está lo más alejado posible de un móvil Android, no he podido evitar la nostalgia al encontrarme con la reedición de un clásico. Sé lo mucho que se esperaba este móvil y toda la actualidad que levantó. Y ahora, una vez lo he probado y estoy en condiciones de escribir mis primeras impresiones de él, he de decirlo: este no es el Nokia 3310 que yo quería.

Resulta inevitable retroceder en el tiempo hasta la época en la que no había nada más moderno en telefonía que jugar a la serpiente. Comparar a ambos es absurdo: a pesar de que se puede hacer prácticamente lo mismo con ellos, la actualización ha incluido hasta cámara. Testimonial, pero ahí está. Igual que el resto del móvil.

El diseño ni se acerca a lo que ofrecía el clásico

Los chistes de resistencia que se ha ganado a pulso el viejo Nokia 3310 no hacen justicia a la nueva versión. Bueno, no es que haya pillado uno y lo haya estrellado contra el suelo (quiero que me dejen volver al MWC), pero sí es cierto que el nuevo modelo se ve bastante más frágil. Plástico de tacto agradable, aunque con la sensación de ser mucho menos resistente que el original. Eso sí, las carcasas intercambiables siguen estando, aunque dudo que alguien cambie su color original.

En diseño, tacto y apariencia el nuevo Nokia 3310 pierde contra su versión original

Ahondando en el diseño no podría decir que sigue la línea de su hermano mayor porque no se parece en nada. Sí mantiene cierto parecido, como dos primos lejanos que terminan reencontrándose, pero no busques mucho más. Si esperabas hacerte con uno para ponerlo en tu vitrina, algo que yo mismo valoraba, seguramente te quedes con las ganas.

Los botones marcan la tónica y el control. Cuesta hacerse con él, sobre todo porque los dedos van a tocar la pantalla en vez de a pulsar un botón. No entraña mayor dificultad una vez te acostumbras: Nokia remarca cada opción en pantalla con lo que hace el botón de justo debajo. Con un menú en cuadrícula de 4×4 que te recordará a Symbian.

Aspecto exterior básico, interfaz básica y, como es lógico, funciones básicas. No se puede pedir más tratándose de un teléfono limitado a las opciones telefónicas en exclusiva, pero yo sí esperaba mayor fidelidad al original adaptándolo a los nuevos tiempos. Ni siquiera la serpiente mantiene la esencia, otra de las grandes decepciones.

El teléfono perfecto para quienes buscan la mejor excusa para desconectar

Lo comentaba antes en un post monográfico sobre la idea de que el Nokia 3310 puede impulsar ese nuevo movimiento por la desconexión. Vivimos comunicados hasta la saciedad con la mensajería y redes sociales, por lo que tener un móvil que evita todo lo superfluo para centrarse en llamadas y SMS es como volver a los tiempos de paz y libres de notificaciones.

¿Quieres un móvil para desconectar? El Nokia 3310 puede ser tu aliado

El Nokia 3310 incluye navegador, Facebook y poco más. Incluso se abstiene de añadir datos móviles de alta velocidad centrándose en el 2G. Posee radio FM, existe la opción de utilizarlo como reproductor de música si se le inserta una micro SD y también hace fotos con su cámara de 2 megapíxeles. Las fotos no son una maravilla, pero tampoco es su intención.

La sensación es de que se trata de un teléfono antiguo con un baño moderno, como todos los teléfonos básicos de Nokia. No esperes reencontrarte con un viejo conocido porque te llevarás un chasco. Aunque eso sí: es pequeño, muy ligero, compacto y ofrece suficiente batería como para mantenerse durante días en espera. Una carga y te lo puedes llevar de vacaciones, siempre que sean cortas. Habrá que ver lo que dura en pruebas reales, por supuesto.

¿Es para ti? Seguramente no

Es difícil dejar apartado el smartphone para tomar solo la parte del «phone». No es que el Nokia 3310 cueste demasiado como para no convertirse en un gran segundo teléfono, pero terminarás echando de menos la mensajería, el correo o navegar por internet con un navegador decente.

No hay nada reconocible en este nuevo Nokia 3310 que le mantenga unido a lo que era ese nombre en el pasado. Sí, tiene el logo azul de Nokia, pero ni siquiera la marca finlandesa es una asomo de lo que fue. Aun así, y siempre que sepas bien lo que implica tener un feature phone, el Nokia 3310 puede hacerte el apaño en circunstancias concretas. Y no te robará demasiado espacio ni dinero…