Android lleva disponible en los televisores muchos años, pero parece que en este 2022 Google ha revitalizado la apuesta por las grandes pantallas, con lanzamientos como el Google Chromecast con Google TV HD, una versión más barata y con menores prestaciones del Chromecast con Google TV 4K que analizamos hace dos años.

Este modelo es simplemente una opción más económica para que más gente pueda optar a tener Android en sus televisores, y también es el sustituto del Chromecast de base que estaba a la venta.

Ahora tendremos la posibilidad de instalar aplicaciones, usar el envío de contenido y gestionar nuestra domótica, todo desde un mismo mando a distancia.

Un accesorio básico para cualquier televisor

En mi día a día veo la tele, o cualquier aplicación de streaming, en un televisor Phillips con Android TV nativo. Para mi era importante que mi televisor lo tuviera, así que opté por este modelo.

Sin embargo, para analizar este nuevo Chromecast con Google TV HD he decidido desempolvar un viejo televisor de Sony cono menor resolución, porque creo que ofrecerá una mejor experiencia para muchos que quiera dotar de Android a un televisor antiguo.

Obviamente, si tenéis un televisor 4K es mejor que compréis el modelo que lleva dos años a la venta, pero si vuestro televisor es de una resolución inferior, con el nuevo modelo os ahorraréis algo de dinero.

Una de las diferencias es que el modelo 4K está disponible en tres colores mientras que el básico sólo en uno, blanco nieve.

Un mando para todo

Uno de los inconvenientes de tener un accesorio como este es el tener que usar dos mandos. Sin embargo, el mando del Chromecast con Google TV HD permite, si la tele tiene un puerto HDMI adecuado, tomar el control de los menús de encendido y volumen del mando de la tele, con lo que solo necesitaremos ese para cambiar los canales de la TDT o usar el menú del televisor.

Si sois de los que nunca veis la tele, podéis guardar el mando de la tele en un cajón.

El mando que viene en la caja es parecido al que teníamos en el modelo 4K, con una calidad simplemente correcta pero con una gran ergonomía. Además, tenemos botones de volumen, un acceso directo al asistente de Google, etc.

Los botones de apps son para YouTube y Netflix, aunque ya os hemos contado en alguna ocasión cómo mapearlos si es que queréis usar otras apps.

Un funcionamiento muy fluido

La esencia de este aparato es permitirnos ver servicios de streaming de forma cómoda y rápida, y cumple lo que promete. La calidad máxima es de hasta 1080p con HDR a 60 fps, aunque nosotros lo hemos probado en una tele con menor resolución. Tenemos los mismos códecs de audio que el modelo 4K y un códec menos de vídeo, al carecer este modelo de Dolby Vision. Sí que tenemos HDR10, HDR10+ y HLG2.

La interfaz es la misma que hemos visto en modelos anteriores, heredada de Google TV, con una zona de apps que podemos reorganizar, otra de sugerencias, otra donde están todas las apps instaladas...

Obviamente, al tener Google Play podemos instalar aplicaciones y juegos, pudiendo vincular un mando a distancia para disfrutarlos al máximo. Como anécdota, decir que viene con la app de Stadia. Curioso.

Asistente de Google, domótica...

Más allá de lo que permite el uso de apps de streaming, podemos usar otro tipo de aplicaciones, como Spotify, juegos... o usar el mando para otras cosas.

Podemos pedirle al asistente que responda preguntas, que ponga nuestras fotos en la pantalla sin realizar búsquedas e incluso que controle los aparatos domóticos de la casa.

Conclusión: ahora es incluso más recomendable

Google ha acertado de pleno al sustituir el Chromecast original por este modelo con Google TV, porque amplia muchísimo las posibilidades de la tele. Además, el poder pagar menos por tener un modelo HD en vez de 4K es un acierto ya que no son pocas las casas que aún cuentan con este tipo de televisores, modelos que además no suelen ser Smart TVs.

Podéis comprar este Chromecast con Google TV en la web de Amazon por 39.99 euros.