La tendencia hacia el USB-C ya es un hecho. Si no lo estamos ya, lo mejor es ir preparándonos para este tipo de diseños. Y la mejor manera de hacerlo es con adaptadores que nos permitan no echar de menos a los puertos microUSB. La primera en dictar sentencia fue Apple sacando al mercado el primer ordenador portátil que no incluía otro puerto Tipo A. No sabemos si por mímica o por necesidad, pero la cosa ha ido a más.

La mayor parte de fabricantes móviles ya optan por incluir el Type C en sus terminales. Esta decisión permite grandes ventajas como la carga rápida, pero no deja de ser un cambio que requiere de una adaptación. Uno de los mayores problemas y recriminaciones a los fabricantes es la eliminación de la entrada jack para nuestros auriculares.

Nosotros queremos hacer más fácil el paso de una tecnología a otra. Aunque es probable que todos nuestros dispositivos terminen con un puerto universal, hasta que llegue ese momento deberemos tirar de adaptadores.

El USB Tipo C tiene grandes ventajas

Aunque rememoremos antiguas entradas con añoranza, el USB-C permite grandes cosas. Sí, sabemos el debate que genera la eliminación del jack de 3,5 pero ese puede ser el mayor problema.

Esta generación de puertos ha permitido la carga rápida, y teniendo en cuenta el uso intensivo que damos a nuestros móviles, era un cambio necesario. Permiten transferir más energía, por lo que no solo aumenta la rapidez, también soportan potencias de hasta 100W. Esto permite que con un mismo cable podamos cargar nuestro portátil y teléfono. Un beneficio para el usuario que se traduce en que no acumularemos montañas de cargadores.

También hemos ganado tiempo. Cuando pensamos en los microUSB nos viene una imagen a la cabeza: nosotros intentando meter de la forma correcta el conector para cargar nuestro teléfono. El USB-C es reversible y acaba para siempre con este problema. Que aunque desde fuera podía resultar cómica, si se repetía podía acabar por dañar el puerto de nuestro móvil.

Lo que debemos tener en cuenta al comprar un adaptador

Lo primero a tener en cuenta es que un cable USB-C puede tener una versión USB 3.1, y por lo tanto aumentar la rapidez en cuanto a transferencia de datos, o tener una versión anterior. Con un USB 3.1 aumentaremos la velocidad y, como decíamos, soportará una potencia mayor.

Si optáis por la compra de un USB 3.1 no debéis preocuparos por la compatibilidad. Aunque no podremos aprovecharnos de sus ventajas principales, es compatible con versiones anteriores, tanto 3.1 como 2.0.

Adaptadores USB-C a microUSB

Comprar un adaptador microUSB a USB Tipo C nos puede venir realmente bien una vez salimos de casa. Tener este tipo de accesorios en nuestra mochila o bolso no viene nada mal. Podremos usar cargadores no oficiales pero la carga rápida quedará excluida.

Aún así, podremos estar tranquilos estemos dónde estemos. Podremos cargar nuestro teléfono en otros cargadores sin problemas. Tendemos a quedar con nuestro teléfono a 0 de batería en los mementos más inoportunos.

Este pack de ICZI incluye 5 adaptadores USB-C a microUSB a un precio muy económico. Por 9,99 euros podremos tener adaptadores para mucho tiempo. Ante una pérdida, simplemente deberás coger otro. Proporciona una transferencia de datos a una velocidad máxima de 480Mbps y también soporta la función OTG.

Adaptador USB-C a USB tradicional

Si lo que necesitas es un accesorio para interactuar con una conexión USB clásica, también hay opciones. Este tipo de adaptador te permitirá usarlo como USB OTG. Esto se traduce en que podrás trabajar con pen-drives, teclados o cualquier dispositivo con este tipo de puerto.

Hemos optado por este adaptador de Rampow que permite una transferencia de datos de hasta 10 Gbps gracias su puerto USB 3.1. Además de ser compatible con versiones anteriores (USB 3.0 y 2.0), es reversible, ligero y es cómodo para conectar cualquier periférico. Viene con dos adaptadores y sus medidas reducidas permiten un transporte cómodo y sin complicaciones. Su precio es de 7 euros.

También podemos optar por esta opción de AUKEY que sale por 6,99 euros. Este adaptador es algo más económico porque la transferencia de datos funciona con USB 3.0 de hasta 5Gbps. Aunque no podremos usarlo para la carga rápida, sus materiales en nylon son ideales si lo queremos como alternativa al oficial.

Adaptador USB-C a HDMI

Para los que no pueden vivir sin conectar su móvil a un monitor también existen opciones. No nos olvidamos que los Type C soportan resoluciones de hasta 4k. Ojo que nuestro monitor debe ser compatible.

Esta opción de CHOETECH tiene un precio muy asequible. Por 15,99 euros podremos obtener una gran calidad de imagen. Funciona conectando nuestro móvil con USB-C a un monitor con entrada HDMI. No se requiere de software adicional alguno, está chapado en oro para conseguir la mayor conectividad y, además, nos encanta que sea reversible.

Existen multitud de adaptadores que nos van a hacer más fáciles el cambio al puerto universal. Cada uno tiene sus peculiaridades pero estas son las opciones que más nos han convencido.