La domótica ha ido creciendo con el paso de los años hasta conseguir un hueco en muchos hogares. En mayor o menor medida: hay quienes controlan y gestionan su casa al completo y otros que se centran en el termostato, el clima, en un enchufe… El caso es que preparar el domicilio para que pueda funcionar de manera autónoma con cierto control a distancia no sólo resulta atractivo para los que somos geeks, también es un punto extra para quienes buscan más confort cuando llegan a casa. Y como hay sistemas de domótica para todos los gustos y bolsillos, siempre suele sobresalir alguno por ser universal, fácil de instalar o por sus posibilidades; como eedomus.

La domótica es más sencilla y accesible de lo que parece: automatizar cualquier casa es más que posible.

La domótica hace referencia a la automatización de los elementos habituales en cualquier hogar. Podremos instalar un sistema completo y dedicado para gestionar aquello con lo que interactuamos a diario (temperatura, seguridad, persianas…) u optar por un sistema como eedomus mediante el cual elegir aquello que más nos interese. La principal virtud de eedomus es que es un sistema abierto que podremos ajustar por completo a nuestras necesidades. ¿Básicas? No hay problema. ¿Una instalación domótica compleja? eedomus puede ser su cerebro.

El controlador eedomus es la base de todo el sistema domótico

El eedomus es una pequeña caja de plástico blanco con la superficie en color verde y acabados algo toscos (actualmente se vende el modelo eedomus+) que posee un par de botones arriba y una gran cantidad de conectores en la zona trasera. Por sí solo no hace nada (más allá de poder controlar el sonido de la estancia donde se coloque), pero sí que conforma el centro desde el cual se controlan todos los periféricos. Está conectado vía internet al servicio Cloud de eedomus, que se encarga de gestionar el sistema.

Dependiendo de cuáles sean las necesidades de nuestra casa domótica, deberemos integrar unos periféricos u otros. Sensores de vigilancia, de temperatura, cámaras IP… La lista es inmensa: el controlador eedomus es compatible con una ingente variedad de estos periféricos. Además de que la plataforma está muy viva: los desarrolladores añaden compatibilidad con nuevos accesorios y sistemas domóticos frecuentemente.

El centro de control eedomus puede conectarse a los periféricos a través de protocolos inalámbricos como el Z-Wave, es compatible con cámaras IP, podremos acceder con él a otros sistemas domóticos como Nest y Netatmo, también gestiona las luces Phillips Hue… Y accediendo a dicho centro de control podremos saber todo lo que ocurre en nuestra casa y gestionarla, con independencia de dónde nos encontremos. ¿Cómo? A través del navegador y, como os imaginaréis, también con su aplicación Android. Algo justa en opciones y diseño, pero muy funcional.

Podremos crear un sistema de vigilancia avanzado de nuestra casa, programar la calefacción…

Ya avanzaba que eedomus es tan abierto como se quiera. De hecho, conforme te adentras en su uso, y descubres las posibilidades, te entran ganas de hacer más y más cosas con él. El único límite es la imaginación y la cantidad de dinero que deseemos invertir en los dispositivos compatibles: el sistema es capaz de ofrecer cualquier entorno domótico.

Os pongo mi ejemplo particular para que veáis las posibilidades. Buscaba un sistema de seguridad que fuese personalizable y que no me obligara a estar pagando cada mes. Después de consultar muchas soluciones, tanto las habituales con central de vigilancia como las de «hágalo usted mismo», me recomendaron eedomus con cuatro periféricos: una alarma, sensor de ventanas, sensor de movimiento y enchufe. Suficiente para idear mi propio búnker anti intrusos.

Todos estos periféricos son Z-Wave, uno de los protocolos que son compatibles con eedomus y el más práctico de todos. Conexión inalámbrica con el centro de control (la caja blanca y verde) y un sistema de emparejado con el que sólo es necesario pulsar un botón del periférico, añadir un nuevo accesorio desde la interfaz del usuario y en pocos segundos lo tendremos agregado a nuestra red domótica.

La seguridad es una de sus mejores bazas: basta con conectar sensores y cámara para tener un sistema de vigilancia autónomo y fiable.

El sensor de ventanas colocado para asegurar una alerta si se abren, sensor de movimiento rastreando el interior del domicilio, enchufe para poder activar luces de alerta y la alarma exterior para denunciar de manera luminosa y sonora cualquier presencia no deseada. ¿Coste global, con el propio eedomus? Algo menos de 500 euros. ¿Caro, ajustado, barato? Dependerá de cada bolsillo, pero hay que mirarlo en perspectiva: contratar un servicio de alarma sale mucho más caro a la larga; aunque el aviso a la policía es algo que el eedomus nunca tendrá.

Soluciones de vigilancia como la de Xiaomi son más económicas, pero no ofrecen la compatibilidad del eedomus con otros dispositivos ni sus posibilidades. Porque ahora viene lo bueno: la vigilancia es sólo uno de las funciones que conseguí con mi compra.

Una vez experimentas, descubres que puedes programar la calefacción con el mismo conjunto de accesorios. Incluso dejar que se programe sola: el sensor de movimiento viene con termómetro (¿quién necesita un Nest?). Como ya tenía una estación meteorológica de Netatmo, puedo sincronizar la humedad con el eedomus para que me encienda el deshumidificador a través del enchufe domótico. Sé todo lo que consume ese enchufe porque el sistema me lo muestra, por lo que podría optimizar mi consumo. Y como añadí una cámara IP no sólo controlo los intrusos, también puedo ver el estado de mi casa con sólo entrar en la app del sistema.

Aplicación Android de eedomus: algo justa, pero más que suficiente

Cada periférico puede activarse o desactivarse a distancia, programarse, hacer que se dispare con un gatillo ajeno (una temperatura alta, un sonido, cuando se pulsa el interruptor de la luz…) y, también, se puede configurar para que muestre el estado en el centro de control. A dicho centro se accede de dos maneras: a través de un navegador web y con una aplicación móvil (Android y iOS). Siempre necesitaremos una cuenta; a la que podremos sumar invitados si son varios los inquilinos que desean controlar la domótica.

La aplicación Android no es bonita, pero es más que suficiente para controlar nuestra casa a distancia.

Controlar la domótica de nuestra casa a través de Android es sencillo: acceder a la app y entrar en los distintos escenarios creados (que podremos personalizar como deseemos). Por ejemplo, podremos activar la alarma en «Presencia«; controlar la calefacción en «Medio ambiente«; ver lo que está consumiendo el enchufe o su histórico accediendo a la habitación donde se encuentra; y así con todos los periféricos, programaciones, escenas y reglas que hayamos creado.

La aplicación Android dispone de alertas que saltarán según se vayan disparando (configurables, claro). Además, eedomus permite alertar mediante email, SMS, llamada de teléfono o a través de la propia caja de control: dispone de altavoz y de micrófono; por lo que decirle a un ladrón que «Se ha avisado a la policía» es perfectamente posible.

La aplicación dispone de las notificaciones agrupadas en su propia sección, podremos comprobar el estado del sistema domótico y poco más aparte de la gestión de los periféricos y escenas: no resulta posible añadir nuevos accesorios ni realizar programaciones. Además, la interfaz necesita nuevos aires: se ve demasiado pobre y las gráficas de uso no se muestran tan claras como sí lo hacen en la interfaz web. Por lo demás, tendremos acceso a lo que se necesita: gestionar la casa desde cualquier lugar del mundo, ya estemos con datos móviles o WiFi.

Uso avanzado: con la programación y reglas se resuelven todas las situaciones

Lo mejor del sistema eedomus es que no se queda en la gestión directa de los periféricos que instalemos, sino que podremos crear programaciones para que interactúen entre ellos según nuestro deseo (no todos los periféricos lo permiten, hay que asegurarse). Así, un evento puede activar la alarma (un sonido, un movimiento, la apertura de la ventana…), podremos encender una luz en el exterior cuando se haga de noche, enviar una foto de la cámara IP cada cierto tiempo, detener un enchufe cuando el aparato conectado se pase de consumo… La imaginación es el límite.

El eedomus se conecta al router a través de un cable ethernet, conectándose después a internet. Para acceder al centro domótico podremos usar el navegador o la app desde fuera de casa (internet) o accediendo a la red wifi una vez estemos en el domicilio; también los periféricos pueden funcionar en local, por lo que una alarma seguiría funcionando incluso si se cae la conexión con internet. Las reglas y programaciones permiten acceder a los datos locales o a servicios a través de internet, por lo que las posibilidades son inmensas.

Programar acciones y escenas complejas no es fácil, pero el resultado es tan potente como deseemos.

Hay dos tipos de acciones a programar: las programaciones propiamente dichas y las reglas. Con las primeras podremos crear entornos domóticos complejos, como el sistema de seguridad que comentaba al inicio (viene uno ya creado por defecto); las reglas permiten montar eventos que se desencadenen en función de unos valores. Esto es muy útil para hacer que una luz se encienda porque un sensor se dispara, por ejemplo. O conseguir que el eedomus suene si hemos configurado un interruptor como timbre. Sé que me repito, pero las reglas aportan un sinfín de combinaciones.

El eedomus merece la pena, pero el gasto en los periféricos puede ser excesivo

Los periféricos son los que dan valor al centro domótico y, a su vez, los que elevan el coste de la inversión. Los hay para todos los gustos y necesidades, sobre todo en Z-Wave (y la gama crece con vigor, hay varias marcas que utilizan este protocolo inalámbrico). El controlador eedomus+ tiene un coste de 299 euros. Y cada periférico varía en precio, con unos 30 euros más o menos para el más bajo a unos 70 euros de media para una alarma o sensor avanzado; hay motores y cerraduras muy superiores en precio, siempre hablando de accesorios Z-Wave.

Invertir en un eedomus no es barato, sobre todo si hay que sumarle muchos periféricos. Pero la solución será nuestra, sin alquileres.

El coste de los accesorios es el que frena la ampliación en la domótica de cualquier casa. Pero, si se es suficientemente geek (yo soy uno de ésos), el atractivo de crear escenas complejas y su aprovechamiento compensa la inversión. Además, eedomus es un sistema en plena evolución con suficiente garantía como para permanecer en activo durante años. Dado que la central se conecta a su sistema, que la empresa esté implicada en el proyecto garantiza la tranquilidad.

¿Dónde comprar el eedomus y sus accesorios?

La domótica no es uno de los campos donde sea más sencillo introducirse, pero tenemos muchas opciones de compra en el caso de que apostemos por un eedomus. La propia página de la empresa vende online la central y un par de packs preparados para montar una instalación domótica tras recibir la compra. Además, podéis consultar todas las tiendas que venden el centro eedomus yendo a esta página. Y en cuestión de periféricos, éstos son algunos de los más importantes.

Sensor Motion Z Wave

Sensor Typ Schuko

Foscam vigilancia

Sensor fibaro puerta ventana

 

El eedomus también tiene inconvenientes, sobre todo en el precio

Mi experiencia con este sistema domótico es muy positiva: no sólo resolvió mis problemas de seguridad (cruzo los dedos), también me aporta confort, un mayor control de todo cuanto ocurre en mi casa y, tampoco desdeñable, me permite trastear dando rienda suelta a mi vena geek. Pero no es todo de color de rosa, ni mucho menos

Las mayores pegas que le veo son el precio (hay que recalcarlo), sobre todo cuando la necesidad domótica resulta compleja. Además…

  • El hecho de que, al necesitar la conexión con el sistema eedomus, toda la inversión pueda desperdiciarse si la empresa deja de ofrecer el servicio. Este servicio es gratuito; aunque dispone de una opción premium por 59,90 euros al año que ofrece una mayor cantidad de estadísticas.
  • Los inhibidores de frecuencia también preocupa: al ser una instalación en gran medida inalámbrica, podría caer con uno de estos dispositivos
  • Cuando entramos en configuraciones complejas, las programaciones y escenas son bastante difíciles de crear.
  • La aplicación Android (y iOS) no permite crear programaciones y presenta un estado anticuado para lo que debería.
  • Debería disponer de conexión propia a través de redes móviles para el caso en el que se cayera nuestra red o la sabotearan (puede solucionarse con un MiFi o similar, como es mi caso).

Por lo demás, lo recomiendo totalmente: quien quiera «domotizar» su casa tiene en el eedomus a un gran aliado.