Ya se ha presentado el Xiaomi Mi Max 3 oficialmente, y ya se encuentra entre nosotros. La gama de teléfonos de tamaño máximo de Xiaomi ya ha hecho acto de presencia, y nos suscita una interesante pregunta: ¿qué mejora respecto a otras épocas? ¿Es la tercera la vencida?

Vamos a hacer una comparativa como es costumbre en El Androide Libre, pero al ser un teléfono tan «especial» y enfocado a un público tan específico, nos centraremos en sus hermanos de familia, los Mi Max de anteriores generaciones. ¿Ha mejorado de verdad?

El Mi Max 3 contra sus hermanos «menores»

Como siempre, empezaremos con una tabla que ilustra de forma clara las características de cada uno de los Xiaomi Mi Max lanzados hasta ahora. Ya os avisamos que a diferencia de lo que podáis pensar, las mejoras no se han centrado en lo obvio, sino en lo que caracteriza a la gama Max.

El Xiaomi Mi Max 3 supone una vuelta de tuerca a medias en la gama Max. Por una parte tenemos mejorías notables, pero por otra Xiaomi es algo conservadora y se ha limitado a actualizar los mayores fallos que tuvieron las generaciones pasadas, además de actualizar el diseño a estándares modernos.

Históricamente, los Mi Max no han sido más que Xiaomis de toda la vida estirados al máximo posible. En el caso del Max 3 es exactamente igual; tenemos la misma línea de diseño que en dispositivos como los Redmi Note 5 o los Redmi 5 Plus pero llevado hasta la monstruosa cifra de las 6.9 pulgadas de diagonal de pantalla. Una auténtica barbaridad.

Irónicamente, no supone un aumento enorme respecto a las generaciones pasadas, tanto en diseño como en tamaño. Tenemos marcos reducidos, y eso hace que la pantalla se «contenga» un poco. Por lo demás tenemos el mismo acabado metálico, salvando la cámara doble puesta en vertical y los marcos redondeados. Por lo demás es un Mi Max que no dista demasiado del pasado, siendo incluso sobrio.

Todo se vuelve «max» grande

No nos engañemos, los Max siempre han sido teléfonos ridículamente enormes: sin contar los marcos el Mi Max 2 tenía un tamaño de 6.4 pulgadas al igual que la generación original. Vamos, que con las dimensiones estos Mi Max han sido siempre tablets pequeñas. En el caso del Max 3 no sólo aumentamos en pantalla, también en hardware.

Subimos hasta las 6.9 pulgadas de pantalla, siendo un tamaño casi indecente. En cuanto a la batería tenemos el aumento que hemos visto en otras generaciones, como hemos visto de los 4850 mAh del Max original a los 5300 del Max 2. Ahora, subimos hasta los 5500 mAh, con carga rapida. Otra cosa no, pero NADIE se podrá quejar de la autonomía del Mi Max 3.

Las memorias también han ido in crescendo. Pasamos de los 2 y 3 GB de memoria RAM para partir desde los 4 GB subiendo a los 6 GB, y en la memoria interna nos olvidamos de los clásicos 16 y 32 que vimos en los Max originales para subir hasta los 64 y 128 GB. Es una mejoría que era necesaria, aunque inevitable.

Es en las cámaras dónde vemos el mayor upgrade. Como ocurre en las tablets, las cámaras de los Mi Max han sido testimoniales, con una calidad más que nimia y propia de un dispositivo de gama media-baja. Ahora tenemos una doble cámara que viendo cómo se están comportando los dobles sensores de otros modelos, esperamos que la calidad de las tomas del Mi Max 3 sea cuanto menos mejor. Si no, sería un problema.

¿Qué ocurre en lo demás, Xiaomi?

Nos ha parecido cuanto menos curiosa la evolución del resto de componentes de hardware. Podríamos esperar que dado el tamaño del teléfono y que ya vamos por la tercera generación, el hardware restante como la conectividad o el procesador fueran mejores. Aquí… vemos algo raro.

El primer Max montaba un Qualcomm Snapdragon 650, un procesador muy solvente y acorde con el tamaño de pantalla. El segundo pegó un pequeño downgrade, quedándose en un Snapdragon 625. Es lógico si queremos recortar gastos, pero viendo el éxito que ha tenido Xiaomi con todos sus productos, esperaríamos un Snapdragon 660 como mínimo. Nos quedamos en un Snapdragon 636, algo extraño.

Lo mismo vemos en cuanto a conectividad. Pasamos al USB-C obviamente, pero por lo demás tenemos exactamente la misma conectividad que en generaciones anteriores. No tenemos NFC, y aunque tenemos Android 8.0 con MIUI 10, es algo que esperábamos, ya que de salir con Android 7 hubiera sido un punto negativo por su parte.

Aunque este Mi Max 3 ha resultado ser un teléfono que todos podríamos esperar, quizás Xiaomi se ha pasado de conservadora. Estando los Mi MIX algo estancados debido a que su concepto se ha difuminado y viendo la extraña curva de evolución de los Max, quizás esperábamos que Xiaomi se hubiera lanzado a la piscina con este Mi Max 3 con algo más de virulencia.

No obstante, esto no lo hace peor teléfono. Es un móvil muy específico, apto sólo para los amantes de las pantallas grandes enormes. Pero por el coste que ha caracterizado a los Max y en especial a este Max 3, nos llevamos una grandísima batería, un grandísimo terminal y una grandísima relación calidad-precio. Como era de esperar, todo es grande en los Max.