Samsung apostó fuerte por la innovación y por mirar hacia delante. Junto con el Samsung Galaxy Note 4, el buque insignia de la surcoreana, lanzó lo que sería una variante más atrevida. Hablamos del Samsung Galaxy Note Edge, el primer terminal comercializable de Samsung en contar con una pantalla curvada.

Aunque al momento de su salida se afirmó casi a ciencia cierta por los medios que sería un terminal que no saldría de Corea del Sur, parece ser que Samsung lo comercializará en todo el mundo. Un terminal «atrevido», muy innovador y que cambia la experiencia de usuario con respecto al dogma que tenemos actualmente.

Hoy pasa por nuestra mesa de análisis el Galaxy Note Edge. Una apuesta arriesgada de Samsung aunque yo en mi opinión, valoro, ya que ha dado un paso al frente tecnológicamente hablando.

Review del Samsung Galaxy Note Edge

  • Características
  • Diseño, materiales y sensaciones
  • Pantalla
  • Cámara
  • Software: TouchWiz
  • Batería
  • Conclusiones y Opinión
  • Puntuación Final

Características técnicas del Galaxy Note Edge

Este smartphone no es más que un Galaxy Note 4 pero con la pantalla por uno de sus lados curvada, permitiéndonos aprovechar uno de sus bordes y convertirlo en una barra con funciones y accesos directos. Cuenta con lo mejor del mercado en especificaciones y no le falta de nada. Una pantalla con una gran resolución, el último procesador de Qualcomm y una de las mejores cámaras del mercado.

Siendo más específicos, contaremos con una pantalla Super AMOLED de 5,6 pulgadas con resolución QuadHD, el procesador Snapdragon 805 de Qualcomm, una memoria RAM de 3GB, el procesador gráfico típico de este procesador, el Adreno 420 y una batería considerable de 3.000 mAh. Cuando hemos dicho que tiene lo mejor del mercado no mentíamos.

A continuación os dejamos a modo de lista todas las especificaciones de forma completa de este Galaxy Note Edge:

  • Pantalla AMOLED 2k de 1600 x 2560 píxeles de 5,6 pulgadas con Gorilla Glass 3 / Densidad de píxeles: 524 / Ratio 16:9
  • Procesador Qualcomm Snapdragon 805 Quadcore a 2,7 Ghz
  • Procesador Gráfico GPU Adreno 420 a 600 Mhz
  • Memoria RAM de 3 GB y Memoria interna de 32 GB  con posibilidad de ampliación por microSD
  • Cámara de 16 mpx (Sensor Sony IMX240) f/2.27 con Autofocus, Flash LED  y estabilizador de imagen óptica
  • Cámara frontal de 3,7 megapíxeles/ Videoconferencias en fullHD
  • Grabación de vídeo hasta 3860×2160 a 30 fps
  • Batería de 3220 mAh (extraíble) y con carga ultrarápida
  • Conexión LTE / Wifi 802.11 ac (2,4 y 5 Ghz)
  • S-Pen
  • Bluetooth LE 4.1 / Acelerómetro, Giroscopio, Barómetro, Magnetómetro,luminosidad y proximidad
  • A-GPS Glonass / MicroUSB 2.0 Slimport/ NFC y microSIM
  • Versión de Android 4.4.4 + TouchWiz
  • Disponible en color Blanco y Negro
  • Medidas: 151.3 x 82.4 x 8.3 mm y 174 gramos de peso

Entre las especificaciones técnicas de este Galaxy Note Edge no echamos nada destacable en falta. Quizás certificación de resistencia al agua y un peso más liviano aunque el tamaño que tiene no ayude a reducir su peso.

Aspecto físico y sensaciones en la mano

Pasamos al apartado físico, al diseño del dispositivo, a las sensaciones que este ofrece cuando lo agarramos para usarlo. Aquí nos encontramos con un terminal fabricado en metal por sus bordes y en plástico en su tapa trasera, como viene siendo costumbre en los terminales de Samsung.

El plástico que encontramos en la tapa trasera tiene un tacto que simula el del cuero para dar mejores sensaciones a la mano. Decir que la tapa trasera es extraíble así como la batería que lleva en su interior. Así que si somos usuarios exigentes, podemos llevar más de una batería encima y reemplazarla sin problemas.

En cuanto al borde que rodea a todo el dispositivo, está fabricando en aluminio por lo que al agarrarlo notamos el frío del metal a la vez que la robustez y sensación de calidad. A excepción del borde derecho, en el resto nos recuerda a su casi hermano, el Galaxy Note 4. La disposición de los botones cambia a causa de la pantalla curvada que nos quita uno de los bordes del dispositivo. Ahora tenemos el control de volumen en el marco izquierdo y el botón de desbloqueo, cosa que no me ha gustado, en la parte superior. Si tenemos en cuenta las 5,6 pulgadas de este dispositivo, es costoso llegar a bloquearlo ya que para desbloquearlo, he optado por pulsar el botón de inicio.

Hagamos un repaso a todo el dispositivo. Para completar el apartado de los bordes, en el marco inferior contaremos con dos micrófonos de cancelación de ruido, el puerto microUSB y el S-Pen. En el marco superior tendremos el puerto jack de 3,5 mm, un láser infrarrojos para poder controlar el televisor, un micrófono de cancelación de ruido y el botón de bloqueo. En el borde derecho tenemos la continuación de la pantalla que posteriormente veremos a que le dedican este espacio.

Parte posterior del dispositivo, fabricada en plástico sí, pero, ¿qué tiene? De arriba hacia abajo tenemos la cámara, el flash LED y sensor de ritmo cardiaco. Debajo la serigrafía de la marca y al casi al final, el altavoz, una posición que no me ha gustado nada. Aunque cuente con protuberancias para que no se obture, se reduce la calidad si colocamos el smartphone en una mesa.

Acabamos por la parte frontal, aquí contaremos con el altavoz para llamadas, sensores de proximidad y luz, cámara frontal y serigrafía de la marca en el borde superior y botones capacitivos, fuera de la pantalla, en la parte inferior. La distribución de la botonera es, de izquierda a derecha: Multitarea, botón de inicio físico con detector de huellas y retroceso.

Hemos hablado de cómo es el dispositivo físicamente pero ahora es turno de hablar de la comodidad al agarrarlo y la experiencia que nos aporta. En primer lugar, decir que el pequeño borde derecho que tiene hace que si lo agarramos con la mano derecha se nos clave un poco en la mano. Al principio no es molesto pero cuando llevas un tiempo y tienes que alargar el pulgar para llegar a otras zonas de la pantalla, la cosa cambia.

El peso y sus dimensiones no son desorbitados si tenemos en cuenta su tamaño de pantalla. Su construcción en plástico por la parte trasera reduce su peso. Claro está se trata de un terminal que el mayor tiempo de uso será con dos manos o bien, con una sujetándolo y con otra utilizando el S-Pen. Por lo que su sujeción con dos manos es bastante cómoda y usarlo con el S-Pen, también.

Estamos ante un smartphone con un diseño innovador a causa de su pantalla curva pero que si exceptuamos esto, tenemos en las manos un Galaxy Note 4.

Pantalla: AMOLED, no hay que decir más

Cuando hablamos de un terminal de la surcoreana Samsung, en su pantalla nos encontramos el ya típico panel Super AMOLED. Cuando decimos que el Galaxy Note Edge es primo hermano del Galaxy Note 4 es en prácticamente todos los aspectos. La pantalla que tenemos en el Galaxy Note Edge es un panel Super AMOLED de 5,6 pulgadas, resolución de 1600 x 2560 píxeles y una densidad de píxeles total de 524 ppp. Todo esto protegido por Corning y su Gorilla Glass 3.

La calidad de imagen que ofrece esta pantalla al tener un panel con resolución quadHD es increíble. Podemos disfrutar de todo lujo de detalles reproduciendo vídeos con resolución 2K así como una notable mejoría en el día a día siempre y cuando nos quedemos en las apps de Samsung o la pantalla principal. Ahí todo está adaptado a esta resolución para aprovechar la densidad de píxeles que ofrece. Como el Galaxy Note 4, es fantástica.

Hablar de AMOLED es hablar de una mayor saturación en los colores y de negros puros. Antes de usar este dispositivo, utilizaba uno con panel IPS y la diferencia es más que notable. Los colores se ven más vivos pero tienden a convertirse en más cálidos y distorsionar un poco el color real. El contraste también se nota ya que junto a la saturación, hacen que los objetos que aparezcan en la pantalla se vean más nítidos y vivos.

En cuanto al brillo, no nos podemos quejar. Tanto en casa como si salimos, el sensor de luz trabaja correctamente y nos asegura una visibilidad de la pantalla en casi cualquier situación. Es cierto que cuando incide la luz fuertemente es casi imposible ver algo, pero en esto peca el Galaxy Note Edge y casi todo dispositivo.

Claro está tenemos que hablar de la parte curva de la pantalla. La respuesta cuando recurrimos a ella es correcta y efectiva. Si queremos una aplicación, pulsamos y se abre, si queremos cambiar de barra lateral, con deslizar con normalidad basta. La respuesta en general es correcta.

Tengo que decir que algo que me preocupaba bastante era a la hora de agarrarlo. Si os fijáis, parte de la mano toca esta barra lateral, pero a nivel de software está optimizado para que no lo detecte, tan sólo si hacemos una pulsación clara. Un detalle importante.

En general, es una pantalla novedosa por incorporar un borde redondeado pero que en parte tiene su utilidad. No toda la que esperaba, pero sí puede llegar a ser útil.

Fotografía: Primo-hermano del Galaxy Note 4

Es hora de hablar del apartado fotográfico, la calidad de las imágenes que toma y también de la aplicación que se encarga de la toma de fotografías. He de decir que en este apartado el Note Edge saca pecho y se equipara a la calidad que ofrece su «primo-hermano» de gama, el Galaxy Note 4. Unas imágenes muy nítidas, rápidas casi instantáneas y cuyo resultado es genial. La hemos probado tanto en situaciones con luz suficiente como en otras con poca luz para ponerla a prueba. En mi opinión, una cámara todoterreno, que aunque la calidad con poca luz no sea excelente, sí que te saca de un apuro y más aún si usas el flash LED para compensar.

Me sorprendió, como ya dije antes, la velocidad con la que captura las imágenes. Es pulsar y la imagen está tomada y almacenada. Una gran velocidad que no afecta a la calidad de la imagen. En cuanto al enfoque automático, funciona muy bien enfocando casi al momento y no demorándose casi ni un segundo. Aquí no hay nada que recriminar al Galaxy Note Edge.

Ahora tenemos que hablar de la aplicación que hace que nuestro dispositivo tome las fotografías. Aquí nos encontramos con la típica aplicación de cámara de Samsung pero adaptada a esta pantalla curva. Volveremos a las típicas cámara digitales ya que el botón de obturación lo encontraremos en el borde curvado de tal forma que parece que sujetamos una cámara convencional. En este borde tendremos también el acceso a la grabación de vídeo, la gestión de modos (Enfoque selectivo, panorámica, embellecer y más que podremos añadir). También podremos activar/desactivar el modo HDR (viendo el resultado mientras enfocamos), cambiar entre cámara trasera y frontal y unos ajustes.

Cuando pulsamos sobre el engranaje que nos lanza a los ajustes vemos unos accesos rápidos a activar/desactivar flash, habilitar el temporizador, aplicar efectos (en vivo), elegir el tamaño de la fotografía y por último, tres puntos que nos redirigirá a unos ajustes avanzados. Aquí vemos opciones como la gestión de la ISO, balance de blancos, estabilizador de imagen, pulsar para hacer capturar, tecla de volumen como obturador y más. En este aspecto no podemos quejarnos con Samsung ya que sus aplicaciones de cámara son muy completas.

Como una imagen vale más que mil palabras, os dejamos con una serie de fotografías para que veáis la calidad y los detalles que captura este Samsun:

 

Software: Touchwiz y para qué sirve la barra lateral

Hablar de software en un dispositivo Samsung es hablar de Touchwiz, la capa de personalización que encontramos en cada terminal de la firma surcoreana. Para mi, uno de los mayores lastres que tiene Samsung es su software. Touchwiz no acaba de ser perfecto y hace que en ocasiones sus laggeos, cierres inesperados y algún que otro problema mermen la experiencia de usuario. Pero tampoco vamos a ponernos en lo peor, Touchwiz ha mejorado mucho y su rendimiento a día de hoy es bueno y mayormente estable.

No vamos a pararnos a hablar detenidamente del software y de la capa del fabricante que incluye porque tiene lo mismo que el Galaxy Note 4 del cual ya hicimos review. En el Note Edge, dentro del apartado de software vamos a centrarnos en la barra lateral, para qué sirve, qué nos ofrece que el resto del mercado no.

La barra lateral ofrece un extra de comodidad en algunas ocasiones e inconvenientes en otras. Primero hablaremos de lo bueno y luego, criticaremos un poco esta apuesta tan arriesgada de Samsung.

Empezamos por lo bueno. Tener la barra lateral hace que podamos tener las aplicaciones que más usemos a mano todo el rato. Si estamos en la página de inicio se nos mostrará la barra al completo mientras que si estamos en alguna aplicación, se comprimirá. Para desplegarla tan sólo tendremos que deslizar en el borde hacia dentro de la pantalla y aparecerá.

Podremos gestionar las barras laterales eligiendo entre una buena cantidad de las que trae por defecto o descargando otras desde la store de Samsung. Yo tengo habilitadas dos, la primera la barra con accesos directo y la segunda, un acceso directo a Sketch y sus funciones. También aparecen algunas espontáneas como del reproductor de música para poder gestionar la música desde el lateral.

También tiene opciones interesantes como la posibilidad de convertir este borde en un reloj para nuestra mesilla de noche o un menú desplegable desde arriba con herramientas como regla, cronómetro, temporizador, linterna y grabadora de voz.

Hemos hablado de lo bueno y todo parece de color de rosas, pero apostar por una nueva tecnología es arriesgado aunque respetable. Antes os hemos dicho que podéis tener accesos directos a las aplicaciones que más uséis en la barra lateral. Pero si tenéis aplicaciones de las que soláis recibir notificaciones, la barra lateral se desplegará cada vez por lo que si estáis escribiendo, es muy probable que pulses en la barra y saltes a la aplicación.

Decir también que muy pocas aplicaciones, por no decir que se pueden contar con los dedos de una mano, están adaptadas a esta barra lateral. Yo he podido comprobar de primera mano que sólo Sketch, que transporta ahí la barra de herramientas, está adaptada. También la aplicación de cámara pero qué menos. En mi opinión, esta barra lateral es más explotable y si aplicaciones como el navegador por defecto, galería o alguna aplicación de retoque fotográfico recurriera a la barra lateral, tendría más sentido.

En mi experiencia personal, sólo he visto destacable los accesos directos que me permiten saltar entre algunas aplicaciones (servicios de mensajería más que excluidos) sin necesidad de la multitarea. He usado alguna que otra vez los ajustes rápidos pero nada excepcional, al contrario, nunca recuerdas que tiene usa función. Creo que todo es hacerse.

Ya hemos dicho que no vamos a pararnos en detalle con el software y las funciones que incluye porque es idéntico al Galaxy Note 4. Para acabar el apartado de software diremos que este dispositivo no es más que un Galaxy Note 4 con un borde curvado. Incluye el también el S-Pen para poder manejarlo el dispositivo, dibujar y escribir con él más cómodamente.

Batería: Llegar al final del día no supondrá un esfuerzo

Samsung se está preocupando por el consumo energético de sus dispositivos. Ya hemos visto verdaderas maravillas como es el Galaxy Alpha que exprime al máximo los casi 2.000 mAh y este no iba a ser menos. Es cierto que contamos con una batería de 3.000 mAh en su interior, nada novedoso y menor que su compañero de gama, el Galaxy Note 4.

Hemos probado a fondo el terminal y los primeros días llegaba al final del día con más del 30-40% de batería, por lo que cargarlo era inevitable para el día siguiente estar listo para darle caña. Pero al fin, al cabo de dos días, pude acabarle la batería y arrojó unas fantásticas 5,5 horas de pantalla. Con un uso intensivo durante esas horas, como es revisión de todas las redes, correos, GPS, WiFi/datos siempre activado y el brillo en automático. Para mi, más que suficiente.

No es de extrañar que los mayores buques insignia de cada fabricante lleven baterías de 3.000 mAh mínimo. Pero es cierto que no todos son capaces de llegar a las 7 horas de pantalla. Aquí hay que aplaudir a Samsung por la eficiencia de consumo energético que dispone en sus nuevos Note.

Conclusiones: Una buena idea que falta por despegar

Es la hora de poner el broche final, el sello a la carta, acabar la review. Samsung ha demostrado que quiere innovar al precio que sea. Un terminal con una pantalla curva en uno de sus bordes que a día de hoy podemos utilizarlo más que nada como una barra lateral con accesos directos a aplicaciones. Los desarrolladores de las aplicaciones de Google Play no se han molestado en adaptar aplicaciones a esta pantalla y pocos se han aventurado a lanzar nuevo algo que lo aproveche.

Hay que aplaudir la valentía del fabricante surcoreano de lanzar y comercializar, no un simple prototipo, un terminal tan novedoso y que demuestra lo que es capaz de hacer la tecnología a día de hoy. Pero también hay que decir que el uso que se le da a esta barra lateral es casi nulo y podemos prescindir casi completamente de ella.

El hecho de agarrarlo con la mano derecha hace que al cabo de unos minutos, sea incómodo, ya que el hecho de acabar la curvatura en un borde a modo de pico, hace que se clave. Aunque al menos no hay pulsaciones indeseadas si lo agarramos bien.

Precio y disponibilidad

Para acabar y no asustar al comienzo del artículo, hablaremos de su precio. Actualmente no está disponible en la store de Samsung pero sí podemos conseguirlo a través de Amazon por el precio de 880€ gastos de envío aparte. Claro está en operadoras móviles están empezando a ofertarlo, así que sería otra opción.

Una buena idea que falta por pulir. Un diamante en bruto que en los próximos años podría adquirir más brillo.

Valoración

A continuación os dejaremos con la valoración de El Androide Libre: (Política de valoraciones EAL)