Los teléfonos grandes están de moda

, de eso ya no hay duda. Samsung dio el pistoletazo de salida con la presentación del Galaxy Note original y en aquel momento todos nos echamos las manos a la cabeza pensando donde demonios íbamos a meter semejantes terminales. Pero no ha sido así, las 5 pulgadas, que eran la medida que separaba la (delgada) línea entre los smartphones y los llamados phablets, cada vez se ha ido difuminando más y se han ido añadiendo décimas a esas pulgadas. Prácticamente todos los grandes fabricantes tienen en sus catálogos, al menos, un dispositivo de grandes dimensiones y altas prestaciones, y a pesar de lo que en un principio se dudó, tienen su mercado y gustan.

Uno de los últimos en llegar a ese mercado fue HTC y lo hizo con el One Max, un teléfono de 5’9 pulgadas con un diseño prácticamente idéntico al del ya conocido HTC One Max, aunque con algunas diferencias, entre las que destaca sobre todo, la inclusión del lector de huellas dactilares en la parte trasera. Vamos a dar un repaso por este gran (en todos los sentidos) teléfono y a analizarlo tanto sobre el papel, como con la experiencia que se tiene con él en el uso diario.

Hardware

Como siempre, antes de analizar cualquier terminal hay que saber de qué estamos hablando, así que vamos a recordar cuáles son las características técnicas que nos ofrece este HTC One Max, las cuales son en gran parte heredadas del HTC One. El Max viene con un procesador Qualcomm Snapdragon 600 de cuatro núcleos a 1’7Ghz, es decir, al igual que ocurre con el hermano menor, tampoco monta el tope de gama de Qualcomm que sí tienen muchos de los gamas altas de la competencia, pero esto no quiere decir que rinda poco o mal, al contrario, este procesador junto con los 2GB de RAM permiten al One Max desenvolverse con total soltura y fluidez en cualquier tarea. Hay disponibles dos versiones según la capacidad del almacenamiento interno, 16GB o 32GB, aunque para los que lo necesiten, tiene ranura para tarjetas microSD, con la que se añadirían hasta 64GB más y a los que hay que sumar otros 65GB gratis en Google Drive durante 2 años. La pantalla LCD IPS es de 5’9 pulgadas y resolución Full HD (1920×1080), lo que da una densidad de 349ppi.

En el resto, nos encontramos con una cámara trasera de 4MP que hace gala de la tecnología de HTC Ultrapixel, una frontal de 2.1MP, el lector de huellas dactilares capaz de detectar hasta 3 dedos, conectividad NFC, WiFi, Bluetooth 4.0, GPS + GLONASS, y es compatible con las últimas redes 4G LTE. Para aguantar todo esto viene con una gran batería no extraíble de 3300mAh que aseguran autonomía de sobra para toda una jornada. Esta es la lista de especificaciones completa:

  • Pantalla LCD Full HD de 5’9 pulgadas 1920 x1080 (349ppi)
  • Procesador Snapdragon 600 Quad-core a 1,7 GHz
  • 2 GB de RAM
  • Almacenamiento interno: 16 y 32 GB / ranura Micro SD (hasta 64GB)
  • Cámara trasera 4 MP F/2.0 Ultrapixel con flash LED / Frontal de 2.1 MP
  • Android 4.3 + capa HTC Sense 5.5
  • Detector de huellas dactilares
  • Sensor de Infrarrojos
  • Sistema altavoces HTC BoomSound
  • Peso y medidas: 217 gramos / 164.5 x 82.5 x 10.29mm
  • Redes 2G/ 2,5G – GSM/GPRS/EDGE: 850/900/1800/1900 MHz, 3G – UMTS/ HSPA: 900/1900/2100 MHz con HSPA+ de hasta 42 Mbps y 4G LTE 800/900/1800/2600 MHz
  • Tarjeta MicroSIM
  • WiFi 802.11 a/ac/b/g/n, NFC, Bluetooth 4.0, MicroUSB MHL, GPS
  • Batería 3300 mAh

Diseño y materiales

El HTC One Max sigue las mismas líneas de diseño que ya hemos visto en el One y en el One Mini, y que HTC ha seguido utilizando, por ejemplo, en el reciente Desire 601. Comenzando por la parte trasera, en ella encontramos principalmente aluminio, algo que le da un gran toque de calidad y diseño al terminal, y al mismo tiempo también ayuda a la disipación del calor que puede generar. La trasera es muy limpia, tenemos la cámara Ultrapixel de 4MP con un gran objetivo, a su lado el flash LED y justo debajo una de las características estrella del Max, el escaner de huellas dactilares. Más adelante dedicaremos un apartado dedicado a él y su funcionamiento, ahora sólo diré que tiene el aspecto cuadrado que podéis apreciar en las fotos y que quizá rompe un poco con las formas redondeadas que siguen la cámara y el resto del teléfono. También decir que quizá su posición no me parece la mejor, porque el Max tiene un gran tamaño, y al utilizar el sensor no siempre se acierta a la hora de colocar los dedos lo que conlleva que toquemos el cristal de la cámara continuamente y por tanto, se mancha y marca con las huellas.

En el resto de la trasera no hay nada más a excepción de 3 puntos de contacto para colocarlo en un dock y un pequeño micrófono sobre la cámara. Como he dicho en el apartado de hardware, el One Max no tiene batería extraíble, sin embargo, la parte trasera sí se puede desmontar (y no encaja del todo una vez puesta). Para ello, es necesario accionar una pestaña situada en el borde izquierdo que suelta a su vez las pestañas de la tapa de aluminio. Una vez separada, sólo se puede acceder a las ranuras de la microSIM y microSD. En mi opinión, me parece una forma de complicarse la vida con mecanismos y partes desmontables (y potencialmente deteriorables), cuando podrían haber optado por poner los puertos de las tarjetas en los bordes, exactamente como están en el One y otros tantos dispositivos.

Hablando de los bordes, en el One Max el borde que rodea todo el terminal está fabricado en plástico blanco. En la parte superior, se encuentra la entrada de audio Jack de 3.5mm y en el lugar donde solía estar el botón de encendido en el One, han colocado un puerto de infrarrojos, cosa normal porque si no sería imposible activar la pantalla con una sola mano. De ese modo, en el One Max el botón de encendido, así como los de volumen, están situados en el lateral derecho, a una altura correcta para poder accionarlos sin problemas con el pulgar. Estos botones, por cierto, también son de aluminio, y se ha mejorado su mecanismo, sintiéndose mejor su pulsación. En la parte inferior está el típico conector microUSB y junto a él, el micrófono.

En el frontal, obviamente lo que destaca es su gran pantalla de 5’9 pulgadas, acompañada por el sistema del par de altavoces frontales HTC BoomSound, que aseguran una gran calidad de sonido y un alto volumen. Estos altavoces también están bajo placas de aluminio perforado y el de la parte superior esconde un LED de notificaciones, así como el sensor de luminosidad, el de proximidad y la cámara frontal de 2.1MP. El One Max, como el resto de la gama One, tiene dos botones capacitivos, Atrás y Home, a los lados del logo de HTC, prescindiendo del botón de aplicaciones recientes, a las que se accede con una doble pulsación en el Home.

En conjunto, el HTC One Max está muy bien construido, pero claro el uso de materiales que aportan solidez también aumenta el peso, que es de 217 gramos y se notan en el uso diario. Su tamaño es realmente grande, de verdad, es muy muy grande, debido también al espacio que ocupan los altavoces. Es imposible transportarlo en bolsillos de pantalón con comodidad, ya que en el caso de que quepa, se siente continuamente en la pierna, resultando molesto. Sin embargo, si lleváis el típico bolso con todos los objetos personales, no tendréis problemas.

Pantalla

Uno de los puntos fuertes del HTC One Max es la gran pantalla IPS LCD de 5’9 pulgadas. Al igual que en el One, también tiene una resolución de 1920×1080, lo que quiere decir que a mayor tamaño la densidad de píxeles será menor, pero se queda en una considerable cifra de 349ppi, por lo que no seremos capaces de distinguir los píxeles a simple vista. El panel tiene un alto brillo y se puede visualizar sin problemas a plena luz del día y con el sol incidiendo de forma directa sobre ella. Del mismo modo, los ángulos de visión también son muy buenos y la reproducción de colores bastante natural, sin problemas de sobresaturación.

Por otra parte, una de las ventajas de tener de tener una pantalla tan grande es que se puede disfrutar de mayor cantidad de contenido en ella, sin embargo, con la configuración inicial por defecto, el tamaño de las fuentes y textos del sistema es demasiado grande, tanto que por ejemplo, en la aplicación oficial de twitter se muestran apenas 4 tweets, desperdiciándose la ventaja inicial del tamaño. Por suerte esto tiene fácil arreglo ajustando el tamaño de fuente tanto en las opciones de Accesibilidad como en el resto de aplicaciones concretas que utilicemos. Pero sin duda, es una gozada disfrutar de contenidos multimedia en una pantalla tan grande y junto al sistema de altavoces hacen el equipo perfecto.

Lector de huellas dactilares

Llegamos al punto fuerte, o más bien diferenciador del One Max con respecto al resto de dispositivos similares. Se trata del lector de huellas dactilares y como hemos dicho al principio se sitúa en la parte trasera y bajo la cámara. Este lector no funciona como el que viene incluido en el reciente iPhone 5S y explico por qué. En el iPhone basta con situar el dedo sobre él para que reconozca la huella, sin embargo, en el del One Max no es así, sino que hay que realizar un gesto deslizante sobre el sensor, pasando todo el dedo sobre él y si no se hace bien el porcentaje de posibilidades de que funcione es bastante reducido, restándole utilidad.

La configuración del escáner de huellas se realiza desde un software específico incluido en el teléfono y permite grabar las huellas de hasta 3 dedos diferentes, realizando con cada uno funciones diferentes y al mismo tiempo también hay que configurar una contraseña por si perdemos el dedo, tenemos las manos manchadas o simplemente otra persona va a utilizar el dispositivo. Una vez configurado un dedo, se le puede asignar la función de desbloqueo del teléfono o desbloquear y además realizar algo más, como abrir la cámara, ir a Inicio, abrir Google Now, o un acceso rápido a cualquier aplicación que tengamos instalada. Hasta aquí parece todo genial, pero no lo es tanto.

El sensor no está en funcionamiento continuamente, sólo cuando accionamos el botón lateral de encender, es decir, para acceder con la huella a la cámara, por ejemplo, primero tenemos que pulsar encender y después pasar el dedo, por lo que la rapidez que en un principio aporta el escáner, se desvanece por completo, y eso teniendo en cuenta que la lectura sea correcta, cosa que no ocurre en la mayoría de ocasiones. De qué sirve, seguridad a parte, poder desbloquear con un dedo, si primero necesito encender la pantalla con otro.

Por otro lado, el único dedo con el que se puede acceder cómodamente al escáner es el índice, si configuramos por ejemplo el dedo pulgar o el meñique, es prácticamente imposible pasarlo por el escáner sin hacer malabares con las manos y sin poner en peligro la integridad del teléfono, que con sus dimensiones, no es especialmente cómodo de usar. Y por último, debido a la posición en la que está el escáner, la parte trasera, si queremos usar el Max sobre una mesa, para desbloquearlo se debe levantar primero de ella para acceder al lector, o claro, meter la contraseña alfanumérica que hemos configurado. Como digo, la idea está bien, pero la utilidad real es muy muy limitada, no funciona bien, falla y tiene mucho que mejorar para ser una característica diferenciadora.

Cámara

El HTC One Max incluye la cámara de 4.0MP con tecnología Ultrapixel (2688×1520), F/2.0 y 3.82mm de distancia focal. Exactamente la misma que la del HTC excepto por un pequeño gran detalle, no incorpora el estabilizador de imagen OIS que el One sí tiene y que marca la diferencia sobre todo en situaciones en las que queremos capturar momentos en condiciones de baja o mala iluminación. Por tanto, el HTC One Max lleva la misma cámara que el One Mini, en el que se puede entender que no incluyan el OIS por reducción de costes, pero en un teléfono como el One Max, no veo ninguna explicación posible para olvidarlo.

A plena luz del día la cámara se comporta muy bien, el enfoque es rápido y las tomas salen correctas y enfocadas, de todos modos, pese a la tecnología Ultrapixel, la resolución final de las imágenes es limitada si la comparamos con las de la competencia y se hace un tanto difícil sacar recortes con calidad de una fotografía. Eso sí, cuando cae la noche, el ruido aparece en cantidad y la falta del estabilizador se nota. Las tomas con baja luz no son dignas con un teléfono como el One Max.

Fotos hechas con el HTC One Max, podéis descargarlas a tamaño completo en el siguiente enlace:

El software de cámara que acompaña al HTC One Max es muy completo y permite hacer muchos ajustes a la hora de tomar fotografías. Tiene diferentes modos de Escena y captura de fotos, como HDR, Noche, Panorámica, Doble Captura (que ha una foto al fotógrafo con la cámara delantera y la incrusta en la foto final), etc. También tiene distintos modos de grabación de vídeo, a cámara lenta, vídeo HDR en Full HD o grabación a 60 FPS. Todo esto unido a múltiples ajustes fotográficos de ISO, exposición, balances, contraste, saturación y un largo etcétera. Una aplicación de Cámara realmente completa que también incluye efectos en tiempo real antes de hacer fotografías y la función HTC Zoe. Con Zoe la cámara capta hasta 20 fotografías en un instante, creando vídeos en HD de 3 segundos, dándole vida a los momentos y pudiendo más tarde editar y componer imágenes perfectas, pudiendo incluso borrar elementos no deseados.

Software y experiencia de uso

El HTC One Max viene con Android 4.3 Jelly Bean aunque bajo la ya veterana capa de personalización con la que HTC suele cubrir sus dispositivos, en este caso en su última versión, Sense 5.5. La verdad es que esta personalización no sobrecarga para nada el sistema, todo fluye correctamente y con Sense se añaden algunas nuevas y útiles funciones. Lo que más se ha refinado es el BlinkFeed, el panel deslizante que encontraremos en la primera pantalla del escritorio y que podemos personalizar para obtener distintas fuentes de contenido relevante según nuestro uso y gustos. Se ha añadido un nuevo panel lateral desde el que se administran todas las fuentes de información, desde redes sociales (ahora también G+), diferentes medios, por categorías, RSS o temas personalizados. Creando así un feed continuo y variado. Pero si se prefiere, en Sense 5.5 se ha añadido la posibilidad de desactivar BlinkFeed.

La zona de notificaciones también se ha retocado, añadiendo la opción de ajustar qué doce accesos directos a ajustes queremos tener. El resto del sistema también se ha afinado, la galería muestra ahora las miniaturas de los álbumes mucho más grandes, dando prioridad al contenido, pudiendo crear también vídeos destacados a partir de las fotografías. En general el One Max funciona de forma estupenda, no se atranca al realizar ninguna tarea, y al menos todas las aplicaciones que he probado las ha movido con soltura. Las aplicaciones recientes, que se activan pulsando dos veces sobre Home, se muestran muy rápido y las miniaturas de éstas también han crecido.

En el uso diario el HTC One Max cumple con creces, pero se ve muy penalizado por su tamaño y peso. Como decía anteriormente, transportarlo se hace difícil e incómodo en muchas ocasiones, al igual que usarlo, donde es necesario utilizar las dos manos continuamente hasta para las cosas más sencillas. Incluso sólo intentar pulsar el botón atrás utilizando sólo la mano derecha ya conlleva un gran esfuerzo. Es un teléfono muy grande, tan sólo tenéis que ver las fotos comparativas con el nuevo Desire 601, el Galaxy S2, o con la mítica Magic para tener una idea de sus dimensiones. Eso sí, el tamaño de pantalla se agradece muchísimo a la hora de usar aplicaciones de ofimática o navegar por la web. Para contenidos multimedia y reproducción de música también es una pasada, el sistema BoomSound suena muy bien, el volumen es alto y claro aunque los graves se quedan algo cortos, pero tampoco se le puede pedir todo a unos altavoces integrados. Tiene soporte para redes 4G LTE, pero por desgracia no he podido probarlas al no estar disponibles en mi zona.

Rendimiento

Como decía, el Snapdragon 600 y los 2GB de RAM, junto con la optimización de HTC, hacen su trabajo, moviendo con total soltura el dispositivo en cualquier situación. Quizá no sea el más potente del mercado pero no se queda corto. Navegando por webs pesadas, usando la multitarea saltando de aplicación en aplicación continuamente, navegación GPS, reproduciendo videos HD, cumple a la perfección. Juegos como el Asphalt 8 o Riptide GP2 con los detalles al máximo se disfrutan sin ralentizaciones.

Aquí tenéis los resultados de los Benchmarks o test de rendimiento que, aunque no reflejan la experiencia real del usuario, ponen en situación, numéricamente hablando, al One Max con respecto al resto de terminales. Como se puede ver en ellos, prácticamente iguala los resultados del HTC One en AnTuTu y Vellamo, cosa normal, pues no hay muchas diferencias a nivel de hardware entre ellos.

Batería

Una de las ventajas del gran tamaño de One Max, es la inclusión de una gran batería, en este caso tiene una capacidad de 3300mAh y puedo decir que, pese a la gran pantalla, la autonomía es muy muy buena. Con un uso muy intensivo de navegación web, llamadas, GPS, redes sociales en cantidad, juegos y en general todo lo que se puede hacer a lo largo de un día, la batería aguanta sin problemas hasta el final. Si el uso es más relajado, se pueden alcanzar casi los dos días de duración, algo muy difícil de conseguir en la actualidad. Para que os hagáis una idea de la autonomía, los amigos de Anandtech han sometido al HTC One Max a pruebas más específicas para medir la batería y han conseguido casi 12 horas de navegación web continúa bajo WiFi, impresionante.En algunas de las capturas inferiores se muestra por alguna razón que el WiFi ha estado continuamente encendido, pero no es así, durante ellas ha hábido periodos bajo WiFi y conexión móvil por zonas con cobertura cambiane. Aun así, como se puede ver, no es dificil alcanzar un día completo de uso, con un uso muy variado.

Por otra parte también se ha mejorado muchísimo la velocidad de carga, tardando algo más de 2 horas y media para una carga completa de los 3300mAh con el cargador original, o un poco más si se utiliza el dispositivo mientras tanto.

Conclusiones

El HTC One Max es enorme. Esa es la conclusión más clara a la que se puede llegar tras días de uso en los que lo principal es acostumbrase a su tamaño. En realidad si no fuese por eso, el terminal no destacaría en muchos aspectos, ya que es un HTC One más grande, con los mismos componentes salvo algunos detalles, peor cámara, que deja muchísimo que desear en tomas de baja luz y el escáner de huellas dactilares. Éste último podría tener mucho futuro, pero no en este Max, donde su utilidad es reducida y apenas le he dado uso durante el tiempo que lo he tenido.

Lo mejor, sin duda, son los materiales y la duración de batería, que aguanta de sobras todo lo que le pidas y que permite aprovechar esa espectacular pantalla para cualquier tarea. Android 4.3 + Sense 5.5 hacen una gran pareja y aportan un toque distinto, sobrio y rápido al sistema, a falta de que llegue la futura a actualización a KitKat. Una pena que no tenga más elementos diferenciadores con el resto de phablets que ofrecen los demás fabricantes. El HTC One Max es el primer “tabletófono” que HTC ha sacado al mercado, y parece que lo ha hecho con prisas, cogiendo el One, metiendo más pantalla, más batería, 4 detalles y poco más. Puede funcionar, pero el usuario al que va dirigido es muy específico y quizá sólo sea su construcción y calidad lo que puede haga que alguien se decida por él.

Videoreview del HTC One Max

Web Oficial | HTC One Max