En el mundo de Android a menudo parece que solo los “grandes” tienen que decir. Si bien no se puede negar que el HTC ONE, el Samsung Galaxy S4 y el Sony Xperia Z son grandes teléfonos de gama alta, también es cierto que las principales compañías no acaban de funcionar en cuanto a gama media se refiere (en especial las dos primeras). Más allá de que la gama alta del año pasado sea la perfecta gama media de hoy, terminales como el HTC wildfire, Galaxy Ace (1 y 2) han demostrado que los terminales que no se lanzan como cabeza de buque, no cumplen con todo lo que uno pueda pedirle.

En esta situación es cuando ha empezado cada vez más gente a comprar terminales directamente desde China, con especificaciones no muy alejadas de los buques insignia pero a mitad (o incluso un tercio) del precio. Pero a menudo estos terminales no se actualizan, no tienen soporte, tienen garantía limitada o sencillamente no se fía uno de la compra a según qué empresas. Para eso ha llegado la marca española BQ y su smartphone Aquaris.

¿BQ, de dónde han salido estos?

Para los que os sorprenda lo de un smartphone español, a parte de Geeksphone, BQreaders es una empresa que ya lleva un tiempo entre nosotros. Empezaron con lectores de tinta electrónica (como indica su nombre) para pasar a tablets y ahora finalmente atreverse con un smartphone. No es la primera vez que hablamos de ellos (ya sea de sus tablets o de sus smartphones), pero hemos creído que era el momento de probar sus productos. El caso es que ahora una vez posicionados con tablets han avanzado hasta los smartphones y probablemente (tras leer la review y/o probarlo) opinaréis como yo que han venido para quedarse.

A lo que vamos

Primero pongámonos en igualdad de conocimiento todos, veamos las características:

  • Dimensiones, 132 x 67 x 10,25 mm
  • Peso de 150 g.
  • Pantalla IPS 4.5 pulgadas con resolución 540 x 960 px y ángulos de visión de hasta 178º
  • Procesador ARM Dual Core Cortex A9 1GHz
  • Memoria RAM: 1 GB
  • Batería de 1,600 mAh
  • 36 GB de memoria (4 GB eMMC + 32 GB tarjeta micro-SD)
  • Cámara frontal VGA y trasera de 8 Mp
  • Dual SIM
  • Wifi, bluetooth, GPS y 3G+
  • Android 4.0, aunque han prometido próximamente actualización a 4.1

Si la descripción no os deja ni fríos ni calientes, esperad a leer el precio: 179€ (aunque ya habíamos hablado de ello por aquí). Eso es señores, un teléfono de características superiores (en casi todo, véase la versión de Android) al S3 mini, por 50-100€ (dependiendo de la tienda) menos, sin Touchwiz y que puedes comprar en bastantes tiendas físicas (si les queda stock, porque por lo general vuela). Pero sigamos con la review.

Materiales y diseño

Nada más abrir la caja nos encontramos con un smartphone blanco a más no poder (aunque ahora ya lo podéis encontrar en negro por delante), con tres botones capacitativos y sin led de notificaciones. Si lo sacamos vemos que la tapa trasera es de plástico, pero no un plástico como el de la familia Galaxy. La verdad es que el BQ Aquaris es el ejemplo perfecto de como se puede poner plástico sin que parezca más barato el teléfono. Tal vez no sea un diseño tan chic como el Xperia Z o “ultra-premium” como el HTC ONE, pero la verdad es que es un teléfono resistente, agradable al tacto y ligero.

En el lado izquierdo del teléfono encontramos los botones de volumen, el puerto microusb (sí, se encuentra en el lado y no abajo) y… punto. El botón de bloqueo se encuentra en la parte superior. La verdad es que a menos que vengáis de HTC o similares os encontraréis con que instintivamente intentáis bloquear con algún botón del lado. No sé muy bien el motivo o la utilidad de ponerlo ahí, y por eso es una de mis (muy) pocas quejas del teléfono.

Nos vamos ahora a la parte trasera de donde sale mi otra queja y media. Aquí encontramos el altavoz y la cámara. La media queja viene por estar el altavoz detrás (media porque la mayoría lo pone ahí pero queja porque algunos aciertan a orientándolos al frente). La otra queja es respecto a la forma de la cámara, en concreto al hecho que el punto donde está la cámara sea considerablemente más grueso, haciendo que no solo al estar pantalla arriba no quede nunca plano (siempre baila un poco), sino que se apoye en la cámara (mala cosa).

Como nota curiosa los botones son atrás, home y opciones. Parece que el fabricante español considera (no es el único entre los fabricantes, y entre los usuarios, un servidor lo apoya) que lo mejor es un botón de opciones fijo y las aplicaciones recientes encontrarlas tras una larga pulsación sobre Home.

Como en este caso tenemos posibilidad de abrir la tapa trasera (recordemos que son cada vez más los fabricantes que no lo permiten), lo siguiente es mirar el interior. Aquí encontramos la batería extraíble, la ranura microSD (la cual nos viene ya ocupada por una tarjeta de 32 GB d regalo) y las dos ranuras SIM, una con 3G+ y otra solo GSM. Además hay que reconocer que el teléfono se sostiene mediante tornillos sencillos de estrella con lo cual los más avanzados/atrevidos podrían sin duda toquetear los interiores sin mucha dificultad.

En cuanto a como repercute esto en el día a día, tenemos tres momentos a diferenciar: bolsillo, mesa y mano. En el bolsillo el teléfono cabe perfectamente, recordemos tiene una pantalla de 4.5 no es que sea una phablet, y en términos de peso no molesta en ningún momento. En la mano el tacto de la parte trasera es agradable y da la sensación de que si se nos cae no es el fin del mundo. La disposición de los botones es intuitiva sigue el estándar que uno ya espera y la distribución de peso va perfecta para escribir con una sola mano. Finalmente llegamos al momento de ponerlo sobre la mesa, donde entra el tema de la cámara y el regrueso de la lente. Como la mayoría, prefiero dejar el teléfono tumbado sobre la parte trasera, de forma que imaginaos mi sorpresa cuando descubrí que el Aquarius no reposaba del todo quieto ya que debido al grueso de la cámara se balancea si intentas pulsar la pantalla cuando está tumbado.

Software

La versión de Android que lleva es 4.0, con promesas de 4.1. Hay que decir que si bien no es Android puro se acerca lo máximo posible como añadido útiles para empezar tenemos perfiles de sonido (modificables y pudiendo añadir), botones de configuración rápida en las notificaciones o aplicaciones como navegadores de archivos,  localizador de dispositivos por bluetooth y para usar teclados y ratones externos mientras que el launcher es el de AOSP (propio de Android «puro»). La verdad es que BQ ha hechos lo que tendrían que hacer todos los fabricantes de smartphone Android: si puedes mejorar algo hazlo (añade botones en las notificaciones), sino, déjalo como está que por algo estará así. Hay que remarcar que el teléfono va muy fluido, por lo que solo puedo imaginar lo puntero que se volverá una vez tenga 4.1 (recordemos que el proyecto Butter se introdujo con Jelly Bean).

En otros aspectos vale la pena nombrar el tema de los idiomas, por supuesto está en castellano, pero hay otros puntos a tener en cuenta. Mientras que en un teléfono chino es de esperar que no tenga según que lenguas, en el BQ Aquaris se echan de menos más traducciones, en concreto me refiero a las traducciones al catalán (a medio acabar, con cosas en inglés) o al gallego y euskera (no presentes). Tal vez es un tema más de Google que de BQ (aunque la parte en inglés del modo catalán es precisamente todos los extra de BQ), pero siendo un teléfono hecho en España, hubiera sido un detalle.

Hardware

En cuanto a la batería, la verdad es que no esperaba mucho de una batería de casi la mitad (1,600 mAh) a la que estoy acostumbrado, pero de nuevo el smartphone me ha sorprendido. Con un uso leve-medio el teléfono pasa perfectamente el día e incluso más (sin duda debido a la falta de capas extra sobre Android), aunque como la mayoría requiere una carga nocturna e incluso una durante el día como más a fondo lo uséis. En este periodo de prueba no he usado dos SIMs a la vez, pero si queréis hacerlo, tened en cuenta que aumentará considerablemente el consumo.

Para acabar  está el tema de la potencia. Aún en el mundo de los Quad Core (incluso Octa) y los 2 GB de RAM, aún hay sitio de sobra para terminales la mitad de eso. Y es que con su potencia al nivel del S2, pero con la mitad de software (por decirlo de forma fina) “sobrante” el teléfono va como una seda, sino siempre, el 90% de las veces. Personalmente yo pensaba que sería menos la habilidad de el teléfono de tratar varias apps a la vez o de jugar a juegos como Epic Citadel sin lag (de nuevo, el 90% de las veces). Y eso que aún no lleva la actualización a 4.1.

En cuanto a sonido y conectividad, el altavoz suena muy bien tanto el de conversaciones como el de tonos y multimedia, y la cobertura está a la par de la mayoría de teléfonos. Como anécdota, algunos auriculares con micro no funcionan bien con el teléfono, aunque los que lleva de serie obviamente van perfectos.

Cámara y pantalla

Estos dos son los aspectos en que el teléfono se comporta como algo menos que un primera clase. La pantalla es de una resolución de 540 x 960 px, lo que nos deja con unos 240 ppi. Ciertamente está más que bien (el S3 mini tiene 233 ppi), y los ángulos de visión son más que buenos, aunque el hecho que no sea al menos 720p se notará si venís de algún teléfono con HD cuando miréis un vídeo o según qué fotos. Aún así remarco que se notará si venís de uno superior y solo al mirar cosas preparadas para esa definición, la mayoría de juegos ni siquiera notaréis diferencia. Eso sí, la visibilidad en exteriores es más bien reducida.

Por parte de la cámara, está en el nivel que cabe esperar. Son 8Mp con lo cual mal mal no pueden estar, pero se nota la falta de mejoras a nivel de software que le dan otras compañías, como el tema del autoenfoque que me resulta un poco lento a mi gusto. Estoy hablando por supuesto de la app de cámara que viene por defecto, así que los más intrépidos seguro encuentran aplicaciones que mejoren ese rendimiento. Además os recomiendo las miréis en un ordenador: por experiencia propia os digo que las fotos son mejores de lo que parecen en el terminal.

Comunidad y soporte

Aunque no esperéis próximamente ROMs del tipo Cyanogen o ParanoidAndroid la propia empresa BQ tiene un foro (compatible con Tapatalk) donde no solo ofreces soporte y oportunidades, sino que se habla libremente de como rootear el teléfono, convertir las teclas capacitativas en LED de notificación o incluso comparar el teléfono con la competencia.

Por otro lado está el soporte tanto el propio de BQ (sin problemas y con opción de contratarles una cobertura extra) como el de las compañías telefónicas y tiendas. En este último aspecto es donde cojea, más la empresa que el terminal. El caso es que el terminal en cuestión lo podéis encontrar en grandes tiendas de electrónica, pero no en la mayoría de tiendas de telefonía y desde luego ninguna empresa de telecomunicación da facilidades para comprarlo (no en vano su eslogan  dice «Operadora, permanencia, tarifa… Tú eliges.»)

Uso diario y conclusión

La verdad es que desde el primer día orienté la review con una mentalidad concreta: «¿un teléfono por 180€?, seguro que hay trampa». Así que empecé por ver vídeos de Youtube con el altavoz a tope para mirar el sonido y la batería y fue cuando empezó a asombrarme. Y durante el resto de días que lo estuve usando no ha cambiado mi impresión. Tal es mi asombro que considero me es más fácil catalogar este teléfon como un smartphone de gama media-alta con una cámara y pantalla flojillas por 180€.Le eché encima desde navegadores hasta el Epic Citadel y se rió de mi con unos fps que no tenían nada a envidiar a un S3.

Se trata del primer smartphone de la compañía así que es de esperar fallos, pero los esperaba mucho mayores, algo así como Samsung y no poner LED de flash en el Galaxy S original. En general es un gran teléfono que, si no fuese por la pantalla y la versión, podría pasar perfectamente por gama alta. Es un terminal que tiene todo lo que necesita la mayoría de la gente en un smartphone.

En cuestiones internas no tiene nada que envidiar a los terminales  de gama media de las compañías mayores: el procesador rivaliza o ridiculiza a la mayoría, mientras que el Android sin añadidos molestos es una brisa fresca entre Sense y Touchwiz. Dicho esto, el teléfono no es un mejora sustancial respecto a otros terminales de gama media, o lo que es lo mismo: si estáis con uno inferior (cualquier cosa al nivel o inferior a un Galaxy S2) es un cambio más que agradable, pero si venís de otro terminal parecido o incluso uno superior (que se os haya estropeado por ejemplo) o no notaréis casi diferencia o echaréis en falta la resolución de pantalla, eso sí, no echaréis en falta mucho más.

Con todo esto debo concluir: el mejor terminal que puedes comprar sin riesgo ni sacrificio por 180€ y que rivaliza de tu a tu con otros mucho más caros. Larga vida al BQ Aquaris y a todos estos terminales que quieren dejar bien claro que la batalla por el terreno de Android tiene muchos frentes y no todos están ya ganados.