No es que nos apasionen los juegos casual, pero sí que los apreciamos para matar el rato cuando sobran un par de minutos de ocio. ¿Qué hay más sencillo que arrancar un juego y ponerse a jugar sin que haya que seguir instrucciones o tutoriales? Así no es extraño que triunfen juegos como Happy Glass, un divertido título que aterrizó recientemente en la Google Play.

Por un lado tenemos un escenario tan simple como una hoja de papel; por el otro un vaso con expresión que busca llenarse de agua. ¿Cómo conseguirlo? Dibujando una línea para que el líquido elemento caiga desde la boca de la tubería hasta el vaso. Parece sencillo, ¿verdad? Pues, como ocurre en todos los juegos de puzles, según avances pantallas la cosa se complica.

Happy Glass, dibuja la línea más pequeña para llenar el vaso de agua

No tiene mayor misterio, basta con trazar una línea para que sirva de canal por el que circulará el agua al terminar el trazo. Si llevas unos años en los smartphones quizá te recuerde la mecánica al mítico Where’s my water, el cocodrilo que buscaba bañarse y debías liberar el camino para que le cayese el agua. Bien, el objetivo es bastante similar, pero en Happy Glass solo tienes una oportunidad: una vez levantes el dedo de la pantalla se creará el trazo y caerá el agua.

El juego ofrece una sucesión de pantallas con obstáculos que irán creciendo en dificultad. Como en la mayoría de títulos de este estilo, en Happy Glass deberás conseguir el máximo número de estrellas de las tres posibles. Esto se consigue con la longitud del trazo: conforme más largo sea más estrellas perderás. Hazlo corto y tendrás las tres.

El juego no tiene mucho más, pero tampoco menos. Hay disponibles monedas con las que adquirir ventajas y también publicidad. Además, podremos obtener monedas viendo vídeos y girando la ruleta, por lo que resulta algo más sencillo acelerar la experiencia sin gastar dinero.

Sin complicaciones, con el atractivo de sus sencillos gráficos, el vaso de agua inspira ternura, los puzles van creciendo en dificultad… Y en ningún momento se hace tan difícil como para abandonarlo, quizá su sencillez sea el mayor inconveniente de Happy Glass. Aparte de los anuncios, claro.

Descarga ya Happy Glass desde la Google Play Store

Este juego casual que nos ocupa carece de coste, por lo que no hace falta desembolsar un céntimo para probarlo. Tampoco para avanzar a través de las pantallas: solo dibuja e intenta obtener las tres estrellas. Tiene su gracia y ofrece más diversión de la que parece.