Hoy os presentamos uno de esos juegos perfectos para echar la tarde. Simples, de partidas rápidas y que nos dejan con ganas de más. El nombre de ese juego es Roller Coaster, y te contamos nuestra impresión.

Roller Coaster es una montaña rusa donde tus reflejos importan

Lo cierto es que los chicos de Ketchapp no es que se hayan comido mucho el coco en el desarrollo ni el título del juego. Roller Coaster (traducido al español, montaña rusa) es un juego en el que controlamos una bola que se desliza a través de una plataforma con giros, pequeñas subidas, y grandes bajadas, como si se tratase de una montaña rusa.

El objetivo del juego es conseguir la máxima puntuación antes de perder la partida. En el trayecto aparecerán bolas negras que si nos chocamos con ellas habremos perdido. Para esquivarlas, tendremos que deslizar con nuestro dedo hacia la izquierda o derecha, pero ten cuidado, ya que puedes salirte por los laterales (y perder también la partida).

Mientras más tiempo permanezcamos sin perder, mejor puntuación conseguiremos. También es posible mejorar nuestra puntuación cruzando unos semicirculos rosas y blancos, que si pasamos por el centro (la zona blanca) nos darán un extra de puntuación y velocidad, haciendo que la experiencia sea aún más rápida y difícil.

Conforme consigamos una mejor puntuación máxima, podremos conseguir nuevos colores de nuestra bola, los cuales también cambiarán el entorno del juego.

Roller Coaster se encuentra disponible de forma gratuita en Google Play. Por cada varias partidas que perdamos nos aparecerán anuncios, dándonos la posibilidad además de ver un vídeo anuncio en caso de que queramos continuar la partida. El juego también nos da la opción de pagar 1.99 euros por quitar los anuncios, opción que visto lo que me está entreteniendo cada vez me lo planteo más.