De forma cíclica van apareciendo juegos que se convierten en monstruos adictivos. No podemos englobarlos a todos en una misma categoría, ya que si los comparamos advertiremos que pertenecen a categorías y estilos totalmente opuestos, pero en el universo de los dispositivos móviles si que podemos trazar al menos un patrón con algunas generalidades.

Hablamos de juegos que tienen una mecánica a priori simple y una curva de aprendizaje corta  que hace sentir a los usuarios que van aprendiendo y se van superando. También son juegos que podemos jugarlos en cualquier lugar y dejarlo en cualquier momento, ya que normalmente se basan en ciclos cortos y repetitivos y no tienen ningún tipo de argumento o trama compleja.

Flappy Bird tiene todos los ingredientes para convertirse en un Hit

La mecánica y el objetivo de Flappy Bird es simple. Nuestro personaje es un pez volador amarillo que mantendremos al aire pulsando sobre la pantalla. Cada clic que hagamos es un pequeño impulso, y manteniéndolo al aire deberemos llegar lo más lejos posible, pasando entre unos tubos verdes (un guiño clarísimo a Super Mario). Si chocamos contra un tubo o tocamos el suelo la partida habrá terminado, y deberemos volver a empezar. Cada vez que terminemos una partida obtendremos en número de tubos por los que hemos conseguido pasar. La idea es superarnos a nosotros mismos.

Al principio cuesta un poco cogerle el tacto, y moriremos con facilidad. Poco a poco iremos llegando más lejos. No hay ningún truco, sino simplemente pulsar en los momentos adecuados.

La simpleza del juego, la mecánica de sobras conocida por todos y la estética retro invitan a jugar sin parar. En Google Play la aplicación está causando furor, y en pocos días ya ha superado el millón de descargas.

Según mi opinión y después de haberlo probado un rato, creo que lo que puede hacer que no dure mucho la moda sea la falta de opciones y de un contexto o misiones. En juegos como Jetpack Joyride (que tenia una mecánica parecida) íbamos desbloqueando items y misiones, y lo mismo pasa con Candy Crush.

La aplicación es gratuita, con pop-ups publicitarios.