La navegación por Internet es una actividad básica en el día a día de una gran cantidad de personas en España, tanto en el ámbito académico como en el laboral y personal.
En el mundo de la tecnología todo suele ser muy cambiante, pero es cierto que la navegación por Internet ha experimentado pocos cambios sustanciales en los últimos años.
Se trata de un medio en el que los desarrolladores han ido ofreciendo pequeñas mejoras con el paso del tiempo, pero en el que no se ha reinventado la rueda.
Al menos así ha sido hasta la llegada de la inteligencia artificial. Esta tecnología está cada vez más presente en diferentes plataformas y sitios web, y también ha llegado a los navegadores y buscadores. Hasta Cristiano Ronaldo la ha utilizado para preparar algunos discursos.
Esto incluye a Google, que en España ya se ha actualizado con el Modo IA. Básicamente, utiliza esta tecnología para recopilar resultados de varias páginas web y ofrecer al usuario una respuesta elaborada a sus preguntas.
Según la propia Google, esta nueva implementación ha tenido un impacto directo en las búsquedas en Estados Unidos, que han aumentado su complejidad gracias a las capacidades que esta tecnología ofrece.
Sin embargo, Chrome no es ni mucho menos el único navegador ni buscador que integra esta tecnología, aunque lo está haciendo de una manera distinta a sus competidores más fuertes.
Competencia por destacar
Aunque la compañía estadounidense sea una de las más potentes en el mundo de la inteligencia artificial, hay que tener en cuenta que este tipo de búsquedas no superan, por el momento, a las búsquedas tradicionales, según datos de Bank of America.
Son ya bastantes las compañías de inteligencia artificial que han lanzado su propio navegador o la función de búsqueda dentro de la IA.
Ahora mismo el más popular es Chat GPT, pero otras alternativas como Perplexity también han seguido su ejemplo, e incluso Google, con Gemini, tiene disponible la opción de búsqueda con IA.
Los principales actores en este ámbito están apostando por la inteligencia artificial como el futuro de las búsquedas, aunque lo cierto es que no está claro que vaya a ser así.
George Chalhoub, profesor asistente en el Centro de Interacción de UCL en declaraciones para Fortune afirmó que quizá las pequeñas comodidades sean las que pueden empujar a más usuarios a usar esta modalidad de búsqueda.
Cosas como ahorrar tiempo reservando viajes, haciendo búsquedas complejas o resumiendo artículos pueden ser incentivos para probar este tipo de navegación. Aunque no todos funcionan igual.
Por ejemplo, Comet, el navegador de Perplexity, es un punto intermedio entre buscador y asistente de IA, mientras que Aria, la alternativa de Opera, es más bien una integración que se encuentra en la barra lateral y que se activa a discrección del usuario.
Cada empresa elabora su aproximación al mundo de las búsquedas con IA de una manera distinta, aunque lo cierto es que los modelos de las principales compañías, como son OpenAI, Google y Perplexity tienen bastantes similitudes.
Una experiencia más cómoda
La base de estos navegadores y buscadores con IA no es solo ofrecer resultados más completos a los usuarios, sino también acompañarlos en toda la experiencia de búsqueda.
Su interfaz suele estar centrada en el diálogo con los usuarios, tal como sucede cuando se usan sus capacidades de asistente, aunque sus capacidades no acaban aquí.
En muchos casos, como el de Comet, se busca acompañar al usuario mediante lo que se llama navegación agéntica. Es decir, el propio navegador lleva a cabo tareas como un agente autónomo, tales como rellenar formularios o buscar en fuentes simultáneas.
La idea es poder automatizar de forma personalizada algunos de los elementos que se emplean a la hora de hacer tareas en internet, como hacer compras online, organizar el correo o comparar varios productos.
Modo IA en la búsqueda de Google
Sin embargo, no es lo mismo que propone Google, que ha integrado Gemini en su navegador, pero no del mismo modo. La IA de la marca podrá iniciar tareas, usar accesos directos, pero se basa principalmente en la navegación conversacional.
Algo que también tiene una contrapartida, puesto que cuanto más rápido ofrezca contenido a los usuarios, menos clicks harán en la publicidad de las webs, y menos dinero obtendrá Google por este medio.
Desde luego, se trata de un auténtico salto de calidad a la hora de interactuar con internet, y que le puede sacar mucho más partido al tiempo que el usuario está frente a la pantalla.
No todo son ventajas, puesto que también está la controversia de estos con la privacidad. Al fin y al cabo, cuanto más sepa de ti la IA, mejor puede funcionar, pero más expuestos están los datos de los usuarios.
Un navegador con IA no solo observa lo que hace el usuario, sino que también puede extraer sus hábitos, predecir sus interacciones y obtener información sobre él sin mucho esfuerzo. Es por eso que como usuario hay que hacer un uso responsable, y no compartir con estos más información de la necesaria.
Pese a que sea un método muy cómodo de navegar, no quiere decir que sea el correcto, y está en la mano de cada uno utilizarlo o no.
