Hace poco adquirí un Google Home Mini, el nuevo dispositivo de Google que nos otorga lo mejor del asistente de Google en un altavoz. Era algo escéptico, debido a que aunque uso Google Assistant en mi móvil, no de una forma tan usual que me impulsara a comprar el cacharrito. Por azares del destino, lo tuve gratis. Y… me ha sorprendido.

En los escasos días en los que estoy disfrutando del Home he usado mucho más Assistant desde este altavoz que desde el móvil. Tanto ha sido así, que Assistant en mi Android ha quedado relegado a un cero a la izquierda, usando todos mis comandos hacia el altavoz. Esto ha suscitado una pregunta que responderemos en este artículo: ¿qué es lo que falla?

La comodidad de la voz en cualquier momento

Tengo puesto el altavoz en mi escritorio, lugar desde el que trabajo y en el que estoy la mayor parte del tiempo. Me basta con un «Ok Google» para accionarlo, y aunque el tema de los comandos es un poco engorroso (y más estando tan «poco» desarrollado»), es sencillamente comodísimo el preguntarle cualquier cosa y que te organice el día en un santiamén.

En ejemplo práctico, lo que hago es preguntarle el tiempo, las noticias, y establecer recordatorios y alarmas. Estos dos apartados son muy importantes, ya que con un poco de voz ya tengo organizado mi día a día y me puedo despertar sin tocar el móvil.

Pongamos un ejemplo práctico. El Google Home me despierta, y yo debo pararlo yendo a tocarlo. Con decirle «Buenos días» tras el comando me dice el tiempo, las noticias y si quiero puedo poner música. Y seguro que muchos diréis: «bueno, eso ya puedes hacerlo con el teléfono». Sí, pero con la sutil diferencia de que no tengo más que hablar para hacer todo esto.

Si quisiera usar el móvil para usar Google Assistant, primero tendría que cogerlo, luego desbloquearlo, luego hacer el comando o pulsar el botón que lo dispararía y luego ya leer y escuchar toda la charla de Assistant. Demasiados pasos para que, con tan solo alzar la voz, pueda acceder a todos estos servicios.

¿Qué nos ofrece Assistant en el móvil?

Sí es cierto que cambiamos estas ventajas por un coste significativo. Dejando a un lado provisionalmente el costo del teléfono, Google Assistant es más accesible en nuestro móvil (por llevárnoslo a cualquier lado), podemos ver más información en la pantalla y sobre todo es «gratuito», ya que el Google Home más básico cuesta 59 euros.

Y como hemos dicho, el Google Home al tener que estar estático sólo nos funciona con una localización. Podemos consultarlo todo el tiempo de forma fácil y sencilla en cualquier parte que queramos, por lo que con estas papeletas, el Google Home no debería tener sentido alguno. Pero lo cierto es que no soy el único que a Google Home le ha dado mucha más caña que a su Android.

Conozco casos cercanos aparte del mío en el que el uso de Assistant en el móvil era más bien esporádico. Consultar ciertas cosas, datos curiosos, y si eso mandar algún mensaje puntual usando los comandos de voz. Sí, podemos usar toda la información de la pantalla, y eso es un plus. Pero eso no es suficiente.

Entonces ¿qué falla?

Hay varios motivos por el cuál podemos razonar el por qué los que probamos el Google Home lo amamos tanto. Vamos a ir desgranando el porqué, siendo más accesible y más usable Assistant en el móvil tiene menos éxito frente al Google Home.

El Home se especializa en una cosa

Hay algo innegable, y es que Google Assistant en nuestro país es un software muy joven. Apenas podemos hacer 4 cosas con él, y no está tan desarrollado y no tiene las mismas infraestructuras para funcionar que en otros países como Estados Unidos. Y es que lo poco que podemos hacer con Assistant, lo podemos hacer nosotros con muchas más cosas.

El Google Home tiene un foco específico, y es en esas tareas. Es decir, que nos va a ofrecer única y exclusivamente el software de Assistant de forma algo más accesible para su entorno. El que se lo compre, entonces, no estará tentado como en Android de hacer uso de otras herramientas, sino que lo usará para lo que lo ha comprado.

En Assistant podemos poner un recordatorio, pero para eso tenemos apps de calendarios y de tareas. Si queremos poner una alarma, lo mismo: nuestra app de reloj lo hará. Y todo igual. A excepción de ciertas personas, todos usaremos antes las apps y herramientas antes que esperar a que un software lo haga por nosotros, tardando en el proceso más todavía.

La organización es la clave

No es lo mismo organizarlo todo desde el móvil que desde un sitio específico. La clave de los Home es que están posicionados en un lugar, y por lo tanto, todo lo que organicemos en él será referente a su uso. Si lo ponemos en nuestro escritorio de trabajo, será para tareas de trabajo. Si lo ponemos en la cocina, será para buscar información de cocina.

Si usamos el teléfono para organizar nuestro día, es muy posible que al estar tanto tiempo con nosotros no nos aclaremos y organicemos demasiadas cosas, acabando en distracciones. No es la primera vez que intento poner mis tareas al día en el móvil y se me olvida o se me embrolla todo por tenerlo ahí. Con el Home, lo que se planea en su sitio se realiza en el sitio.

La voz, el punto fuerte, no da vergüenza usarla

El punto fuerte de Google Assistant es el uso de la voz. Podemos hacer uso de este software sólo con la voz, y hay que decirlo, es mucho mejor que ir andando por la pantalla tocando. El problema: hablarle a tu móvil por la calle da vergüenza. Y en exteriores no es algo que vayamos a hacer. Y sí, sé perfectamente que Assistant se puede usar con teclado, pero para eso, me meto en la app de Google que es más rápido.

Con el Home no hay problema. Primero, lo usaremos en una habitación, lo cuál ayuda mucho a su audición. Además, si le hablamos, no tendremos que sufrir vergüenza por nadie, máxime si no vivimos con nadie. Por no decir que podremos escuchar música en él de forma mucho más clara, otro de sus añadidos.

En resumen: Home es el futuro, y en Android le queda camino

De esta reflexión saco la siguiente conclusión: Google Home representa el futuro en cuanto a inteligencia domótica, y a Google Assistant en Android le queda camino que recorrer. Nos faltan motivos para no usar las herramientas de toda la vida antes que el software que nos ofrece Google, y Home es la primera piedra en la construcción de un hogar inteligente totalmente conectado.

¿Es mejor Home que Android entonces? No, no tiene por qué. Pero sí que resulta en una excusa perfecta para los que nos encanta hacer uso del software de Google pero no le sacamos todo el provecho en el móvil, como es mi caso. Es una reflexión, y no tiene por qué ser la realidad absoluta. Pero es una posible explicación al porqué de un fenómeno que ni yo mismo me esperaba sufrir.

Google es el futuro, sólo tiene que saber distribuirlo.