Google Planea aplicar el modelo Nexus a Android Wear: dos relojes bajo su dominio con los  que revitalizar a los smartwatch. ¿Funcionará la táctica tan bien como en los móviles?

Hay ciertos iconos en Android que basta con nombrarlos para entren escalofríos. Si hablamos de Android, no hay duda de que la palabra más emocionante es «Nexus«. No es de extrañar: sus móviles consiguieron que Android sea tal y como lo conocemos.

El planteamiento inicial de Android era el de ser un sistema operativo lo más abierto posible donde Google pudiera ofrecer sus productos lo más directamente posible. ¿Y qué pasa cuando dejas el sistema al libre albedrío de quienes lo agarran para adaptarlo a sus necesidades? Que termina por deformarse.

Google no reconocía al Android que se ofrecía en la gran mayoría de dispositivos, por lo que su empeño con Nexus fue claro: crear una guía para que desarrolladores y usuarios supiesen cómo era la experiencia que tenía en mente. Al fin y al cabo, desarrolla el sistema operativo.

Tras muchos intentos Google consigue el móvil clave

El Nexus One fue un móvil muy avanzado para la época, pero no triunfó a nivel de ventas. Tampoco era su objetivo: al dirigirse a los desarrolladores, su radio de expansión fue reducido. Quizá el primer intento real de ofrecer una experiencia completa tanto en hardware como en software es Android Honeycomb 3.0: gracias a la Motorola Xoom Google lanzaba un producto completo que colmaba las necesidades de usuarios y desarrolladores. Además, marcaba la guía por donde debía discurrir el sistema y las tablets.

Android Honeycomb 3.0 marcaba la senda de cómo debían ser las tablets y el sistema integrado

El éxito dio la espalda a la Xoom (el iPad es mucho iPad), pero no ocurrió lo mismo con el Nexus 4; que se agotó varias veces de la web de Google. Y qué decir del Nexus 5… Pocas dudas hay de que ha sido uno de los mejores Android.

Google prestó especial atención a los móviles, pero también a las tablets. La Nexus 7, en sus dos versiones, pasó a venderse de manera aceptable. No es que Google consiguiera que estos dispositivos de mayor pantalla sean relevantes en nuestro sistema, pero sí repitió la fórmula sin que pueda considerarse un fracaso. Esa fórmula está a punto de aplicarse de nuevo.

La fórmula Nexus llega a Android Wear

Me sorprende mucho que Google no haya llevado a los relojes inteligentes el modelo que tan buen resultado le dio en los smartphones. Mi sospecha es que los smartwatches nunca fueron un camino prioritario para la empresa, algo que encajaría en el escaso nivel de novedades que hemos sufrido los dueños de un reloj.

Haciendo un análisis desde el primer Android Wear que tuve, el LG G Watch, a las últimas imágenes de desarrollo de Android Wear 2.0, pocos cambios de verdadero calado se aprecian. La interfaz no ha mejorado ostensiblemente, las apps sí se vuelven más independientes; de ser totalmente esclavo a disponer de su propia tienda integrada; de mantener contacto por Bluetooth a ofrecer Android Pay. ¿Es suficiente? No.



Demasiado hardware diferente con fabricantes apuntando a caminos dispares. Que si relojes deportivos, otros destinados a las muñecas más distinguidas, GPS sí, luz ambiente no… Google debía dar un golpe sobre la mesa; y ha tardado demasiado en hacerlo. De hecho, tampoco se sabe el alcance de las intenciones, sí que aplicarán una fórmula parecida a los Nexus.

Google sacará dos relojes inteligentes fabricados por otra empresa. A lo Nexus, no a lo Pixel

Saldrán al mercado dos dispositivos desarrollados en colaboración con un fabricante muy conocido que ya dispone de relojes Android Wear. Serán los abanderados de la segunda versión de sistema, tendrán los componentes que Google estima oportunos para los dispositivos «vestibles» de muñeca y se actualizarán al ritmo que se merecen. Aunque este punto no es tan problemático en Android Wear, punto que, por fortuna, no lo hemos sufrido como en los móviles.

El componente mágico de la fórmula Nexus es el precio

He hablado de los puntos fuertes de los Nexus a lo largo de la historia y de cómo Google fue aplicando la fórmula en el campo de los móviles, tablets y, ahora, en los relojes inteligentes, pero me dejé un elemento por el camino, quizá el más importante: el precio. Gran parte del éxito de los Nexus se debe a que eran dispositivos muy económicos para su hardware. Eran, eso ya no ocurre.

El espejismo de los Nexus baratos se disipó muy pronto por más que los nuevos bajen de precio

Incluso para Google resulta complicado vender barato. No sólo por el coste de fabricación y de distribución, que tampoco debería de ser un problema para una empresa tan enorme, también por la competencia: a ningún aliado le gusta que tú vendas mejor y más económico. Pero lo hizo con el Nexus 4 y Nexus 5. Sentó un precedente que todos hemos esperado que siguiera, pero no.

Para que los próximos relojes con Android Wear de Google tengan visos de triunfar necesitan un buen diseño, gran hardware, un sistema operativo a la altura y muy buen precio. Pocos somos los que se gastan más de 100 euros en un reloj capaz de conectarse con el móvil. Y no me extraña: siendo sincero, un smartwatch no ofrece la utilidad de un smartphone. Ni la de una tablet.

LG es la marca que mejor resultado le dio a Google en los Nexus

El jefe de producto de Android Wear, Jeff Chang, no ha confirmado la marca, pero sí ha dicho que posee relojes con Wear en su catálogo. Asus, Samsung, Lenovo con Moto… Y LG. LG tiene cuatro modelos en el mercado, fue la encargada de inaugurar la plataforma (el cuadriculado LG G Watch) y es la responsable de los mayores éxitos de Google con los Nexus.

Con este currículum no me extrañaría que fuese LG la encargada de fabricar los relojes inteligentes de Google con Android Wear. De hecho, a mí me daría cierta tranquilidad ya la marca conoce bastante bien el terreno donde se mueve. Y tiene capacidad para hacer dos excelentes smartwatches bajo la batuta de Google.

Seguramente no queden muchos intentos de revitalizar toda una gama de producto: Google podría centrarse en la línea Pixel, combinar móviles/tablets/Chromebooks en el futuro Andromeda y dejar el resto de desarrollos con un «roadmap» mucho más tranquilo. Voto por ello. Aunque ojalá que no ocurra.