Google responde a la Unión Europea después de la demanda formal por prácticas monopolísticas con el buscador y el sistema operativo Android. Las razones esgrimidas por la comisión han sido muy claras: Google ha utilizado su buscador y a Android para implantar el uso de sus servicios.

Sin embargo desde Google no piensan igual y rápidamente han ofrecido argumentos para defender su posición. Desde aquí siempre hemos defendido un sistema operativo libre y en muchas ocasiones hemos tenido que cargar contra Google por ciertos movimientos. Es sabido que los fabricantes no pueden crear libremente forks de Android para librarse de las Google Apps. También hemos visto como poco a poco se han creado APIs y servicios de Google que lo engloban todo, se han ido añadiendo aplicaciones preinstaladas y hasta se ha creado una pantalla entera de su información (Google Now).

Son muchos los detalles por los que a Google puede caerles una multa millonaria, aunque entendemos que muchas veces la imagen que se transmite de ellos no siempre se la merecen. Google no atenta tanto contra la privacidad de los usuarios ya que hay muchos métodos para que cada uno elimine la información. Tampoco obliga a utilizar siempre sus servicios y su relación con los fabricantes se encuentra en un equilibrio logrado a base de muchos tira y afloja.

Google Search no es la única opción

Amit Singhal, vicepresidente de búsqueda de Google nos ofrece un par de gráficos en los que demuestra que el buscador de Google no representa ni de lejos la opción mayoritaria para encontrar información especializada. Pone precisamente el ejemplo de Google Travel, un buscador de viajes que presentó hace unos años y por el que otras compañías de viajes online pusieron el grito en el cielo. 

Cuatro años más tarde y siguiendo los datos obtenidos por el Washington Post se llega a la conclusión que lejos de verse afectados por Google Travel las agencias han mejorado sus resultados.

A pesar de que Google sea el motor de búsqueda más común hoy en día existen decenas de opciones y alternativas: Bing, Yahoo, DuckDuckGo e incluso Siri y Cortana. También han crecido las búsquedas en sitios como Amazon, Facebook o Twitter. Y finalmente pone como ejemplos webs donde menos del 10% del tráfico proviene de Google.

De hecho Google trabaja codo con codo con los demás servicios para trasladarles tráfico y varias de las empresas que han presentado denuncias son las mismas que luego están encantadas con los resultados. Un arma de doble filo muy habitual en las luchas por lograr más ingresos.

 Y Android… ¿favorece el monopolio de Google?

Todos recuerdan a Microsoft en este caso: Un sistema operativo tan extendido que se critica por monopolio. Sin embargo hay una diferencia con aquel y que Hiroshi Lockheimer, director de ingeniería de Android defiende en nombre de Google. Mientras Microsoft era un sistema cerrado, Android es open source.

Cualquier persona puede utilizar el código abierto y utilizarlo de forma gratuita en su móvil. Eso es precisamente lo que hacen muchos desarrolladores y usuarios con las ROMs basadas en AOSP. Google se defiende en que algunos de esos dispositivos utilizan los servicios de Google y otros no, la elección final es del usuario.

Google Play contiene más de un millón de aplicaciones y desembolsan a los desarrolladores más de 7000 millones de dólares, una cantidad enorme y que muestran como ejemplo de compartir con la comunidad los beneficios. Y estos desarrolladores de apps pueden crearlas también para otros sistemas operativos, como es habitual en el 80% de los casos.

Android ha ayudado a democratizar el uso de los smartphones. El ritmo es cada vez mayor y el precio medio ha descendido, existiendo modelos por debajo de los cien dólares.

Existen más de 18.000 Android distintos hoy en día. Y lo más interesante es que estos fabricantes tienen libertad para aliarse con cualquier empresa, incluso con competidores directos de Google como Facebook, Amazon o Microsoft.

En comparación con el principal rival hay menos Google Apps en Android que apps de Apple en iOS, y en este último ni tan siquiera puedes cambiar el navegador. Y es que el tema de las aplicaciones y la fragmentación es muy delicado, por ello se crearon acuerdos antifragmentación para evitar que algunas aplicaciones Android no pudiesen ser utilizadas en móviles recién comprados.

El reciente Samsung Galaxy S6 (que el propio Sundar Pichai defendió hace poco) es uno de los mejores ejemplos de esto: un móvil de Samsung con sistema y apps de Google pero también con Facebook y Microsoft Office. El S6 es un caso que ejemplifica la manga ancha que Google está teniendo últimamente para que demandas como las de la Unión Europea no salgan adelante.

La Comisión Europea ha preguntado más detalles sobre estos acuerdos con los partners de Android. Google recuerda que su modelo ha ayudado a mejorar la innovación y a generar beneficios para todos los participantes incluso con precios más bajos para los usuarios. Habrá que ver si en estos contratos hay cláusulas que impidan a los fabricantes a ejercer su trabajo. Al final la estrategia del «todo o nada» de las Google Apps es lo que más nos echa para atrás.

Esperemos que este importante caso ayude a crear un Android y un buscador más libres.

Más información The Search for Harm | Android