Estoy seguro que muchos de los que leéis El Androide Libre, y especialmente los usuarios de iPhone que acaban en alguno de nuestros artículos, piensan que los editores y redactores somos fanáticos de Android que vivimos rodeados de muñecos verdes y dormimos abrazados a un Android con forma de mujer a tamaño real. Pero nada más lejos de la realidad, y aunque a veces perdamos un poco el norte, nuestros artículos acaban demostrando que no dejamos de criticar los fallos que tiene y los errores que cometen los fabricantes que diseñan terminales con Android.

Si uso Android es porque he probado iPhone y me gusta más el primero, no porque haya firmado un pacto sectista con Google. Actualización tras actualización, Apple no me ha sorprendido con sus novedades, y esto fue especialmente notorio cuando pasaron del iPhone 4 al último modelo de la casa, el iPhone 4S, que apenas trajo novedades.

Vamos a entrar ahora en un campo bastante rumorológico, donde sabéis que no nos solemos meter, pero todo de lo que vamos a hablar es igualmente válido sea o no verdad, de hecho es válido se hubiera o no rumoreado sobre ello. Lo importante no es el nuevo iPhone en sí, sino lo que supondría para Android que Apple presentase un teléfono realmente bueno e innovador. La pregunta aquí es: Si del iPhone 4 al iPhone 4S cais no hubo evolución y fue un éxito de ventas, ¿qué pasaría si el próximo iPhone supone un cambio enorme respecto al iPhone 4S?

Lo que está claro es que Android se vería contra la espada y la pared, y los fabricantes con los teléfonos más vendidos iban a pasarlo mal. Desde luego el que tendría que ponerse las pilas es Samsung, que con el éxito primero del Galaxy SII, luego del Note y ahora del Galaxy SIII ya vende más smartphones que Apple, Nokia y HTC juntas. Es posible que Samsung haya vivido una época dorada debido a la poca innovación de Apple en el último año con el iPhone y por eso haya dado la campanada, pero si las cosas cambian sería muy probable que la situación se les pusiese cuesta arriba.

Vender un smartphone no es sólo cuestión de tener el más potente, fluído y con mejor cámara, es casi un arte que requiere tener en cuenta hasta el último detalle, desde la campaña de marketing viral, el control de las filtraciones previas, los pequeños detalles de la presentación y las fechas en las que este sale a la venta. Todos sabemos que Apple es un experto en este sentido, y ha sabido darle la vuelta a la tortilla en más de una ocasión, tornando sus defectos en problemas de sus competidores. Y la gente se lo ha creído, sin más.

Un nuevo iPhone, con más potencia, capacidad para llevar a cabo una multitarea real, pantalla de 4″, cámara con resolución y calidad excelentes y bajo la marca y diseño Apple podría suponer un competidor más que serio para el actual mercado Android, que ya empieza a alcanzar un pico en sus ventas y a experimentar cierto retroceso. Si a esto le unimos la capacidad que tiene Apple para vender, imaginad lo que puede hacer con un smartphone que de verdad es excelente.

O quizás todo esto se vuelva en su contra. Es posible que pierdan lo que busca el usuario de iPhone, y que se les vaya de las manos apostar por el hardware perdiendo por lo que tanto luchó Steve Jobs, que es ofrecer una experiencia de usuario extraordinaria sin importar lo que había detrás. Ya puede estar corriendo con un procesador de un núcleo de hace dos generaciones, que si es bonito y funciona bien no importa, y en eso tenía gran parte de razón. En los precios quizás ya no tanto.

Antes de finales de año Apple desvelará lo que de verdad esconde su nuevo iPhone, y los fabricantes Android tendrán que estar preparados para cualquier cosa que pueda llegar y suceder, porque sea lo que sea, la marca de la manzana mordida no va a poner nunca las cosas fáciles, y eso es lo bonito del asunto, porque somos los usuarios los que siempre vamos a salir beneficiados de una batalla así. Y que dure.

¿Qué crees que pasará? ¿Presentará Apple un iPhone como el que tanto se rumorea? ¿Complicará las cosas a Android?