Últimamente estamos asistiendo a un futurista festival de materiales con increíbles propiedades asombrosas. Hemos visto plásticos capaces de repararse a sí mismos, pantallas flexibles, en fin, de todo. El tema es que aunque esos materiales son maravillosos (y lo digo sin el más mínimo atisbo de ironía, admiro profundamente el trabajo de los ingenieros de materiales) no son algo que vayamos a ver a corto plazo en nuestros bolsillos, y por tanto no va a ser el tema de este artículo, os voy a hablar sobre algunos de los materiales más usados y sus pros y sus contras.

Cuerpo de plástico o metálico

La verdad es que así a primera vista, sin saber nada más, todos automáticamente diríamos que el mejor tipo de cuerpo que le podemos dar es metálico, pero la verdad es que si os fijáis, los cuerpos cerámicos (como en el HTC One) o metálicos (como en el iPhone 4) han sido los que más fallos relacionados con la propia carcasa han llevado asociados. Es cierto que ofrecen una sensación de solidez en la mano inigualable, pero también es cierto que son materiales caros y difíciles de reparar, y aunque alguno penséis que no, son más fáciles de romper de lo que parecen (es sorprendente ver el cuerpo unibody de un iPhone 4 retorcido la primera vez, y además es tremendamente imposible de enderezar…).

No obstante, el plástico parece cutre, y  no nos engañemos, es el material más usado porque es el material más barato y fácil de trabajar. Es un material que se puede usar y ahorrarte unos duros en la fabricación y muchos fabricantes lo usan por eso, pero también es un material más flexible, y por tanto más resistente a los golpes (aunque menos a los arañazos…). Si se trabaja con cuidado y se usa un plástico de calidad (ABS o similares) se puede conseguir una sensación en la mano, que lejos de ser cutre es bastante cómoda, y una ligereza que no otorga ningún otro tipo de material. El mejor (para mi gusto haciendo esto) es Sony. La sensación que deja en la mano un Xperia Arc por ejemplo es increíble, es ligero, es cómodo, se adapta a la mano a la perfección. En Barcelona disfruté de la excelente sensación que deja el Huawei Ascend D Quad y así podría continuar con multitud de ejemplos de como si el material que se usa es bueno, sea plástico o no, se puede conseguir una excelente sensación para el usuario.

Gorilla Glass, ¿la panacea?

Cada vez que veo las pruebas de dureza del Gorilla Glass, la verdad es que quedo alucinado, pero claro, tienen una pega, que son poco realistas.

No quiero decir que el material no sea duro, que lo es, no quiero decir que sus test de resistencia a arañazos no sean buenos, que lo son. Lo que quiero decir es que el Gorilla Glass es ni más ni menos que un cristal, y los cristales tienen la penosa costumbre de estallar ante los impactos. Y desgraciadamente, el incidente más común no suele ser que un clavo se frote de manera cuasierótica con nuestras pantallas, sino una sencilla caída, que al frenar en seco contra el suelo y verse sometido el aparato a cierta tensión, hará que el cristal reviente sin más. De hecho, cuando tenemos en el mismo teléfono materiales menos elásticos, la tensión a la que se somete el cristal es mayor aún, facilitando todavía más este inconveniente. Así que, como veis, aunque si metes las llaves en el bolsillo y el táctil de tu móvil es un plástico y no un cristal  puedes despedirte de ella, si se te cae al suelo ese teléfono, probablemente su pantalla sobreviva al impacto sin problemas.

Así que, aunque sé que este artículo no es muy “serio” al respecto del estudio de materiales (ya hay artículos mucho mejores hechos por gente que sabe muchísimo más que yo), lo único que quería mostraros es que cada cosa tiene sus pros y sus contras, y que es un última instancia nuestra necesidad de un servicio u otro lo que determina cual va a ser nuestra elección definitiva, y nada más a fin de cuentas.