Hace ya un tiempo, cuando fui a la presentación del HTC Tattoo en Madrid, me di cuenta de algo que ya sabía, pero ese fue el momento en que se me encendió la luz, HTC está comiéndose el mercado, está convirtiéndose en algo mucho más importante de lo que parece, una marca de prestigio y calidad. Me dio la impresión incluso de que sería el rival de Nokia en Europa algún día (pero Nokia, por lo que parece, se está arrinconando en su segmento del mercado y dejando el de smartphones para otros, ellos verán)

El caso es que HTC está sacando al mercado terminales potentísimos y muy competitivos en precio y si

además le sumamos que la mayoría y la tendencia es que estos tengan android, la cosa se convierte en seria para algunos, entre los que están Apple, marca con similares objetivos, productos tecnológicos con sello y excelencia propia, distinguibles y «a la última». La confrontación es obvia.

La noticia deriva de una demanda que ha interpuesto Apple contra HTC por, nada más ni menos, que copiar hasta 20 patentes de la interfaz de usuario que usa Apple en el iPhone.

Y es de las pocas veces que vemos esta actitud de Apple, porque normalmente es ella la que está detrás de la acusación. No digo que no sea cierto, pero el momento de hacerlo, los antecedentes y el sentido común nos conducen el pensamiento más allá de lo que parece (vamos, que se han picado y no saben como distanciarse de ellos) Y esta es una de las declaraciones de Steve jobs al respecto

«Podemos quedarnos sentados y ver a nuestros competidores robar nuestras patentes, o podemos hacer algo al respecto. Hemos decidido hacer algo al respecto. Creemos que la competencia es sana, pero los competidores deben crear su propia tecnología original, no robar la nuestra».

Es cierto que a raíz del iPhone, casi todos los terminales que querían competir contra él, debían parecerse al menos un poco o no se comerían un rosco, pero esa tendencia creo que está superada o al menos casi superada. La cuestión es luchar contra la moda, el marketing y otras derivadas que preocupan al comprador, y una vez superada esa barrera, las empresas desarrollan sus propias ideas sin miedo.

Obviamente es una mala tendencia que no nos beneficia, porque así no hay innovación ni nada, a no ser que dos marcas sean equiparables (entonces si, para darle un sello propio, pero poco mas allá)

Bienvenidos al mundo donde el I+D está en declive. La ley del mínimo esfuerzo, del, yo llegué primero. Al final lo que pasará es que todo serán Ipads, pero con android ;)



Vía: Engadget