Aunque aun falta bastante para la salida del anunciado Chrome OS, muchos nos preguntamos qué relación existe entre este nuevo sistema operativo y nuestro querido Android. Según declaraciones del propio Sergey Brin, ambos tienen mucho en común y con el tiempo convergerán.

Entre las cosas que comparte ambos sistemas operativos es un núcleo basado en Linux. En el caso de Android, el kernel está mucho más personalizado y adaptado a un dispositivo con tantas limitaciones como es un teléfono móvil, con servicios y controladores específicos sobre los que trabajan los fabricantes para implantarlo en sus máquinas. En cambio, Chrome OS parte de un Linux mucho más normal como el que se puede encontrar en cualquier distribución. Lo que se ha hecho fundamentalmente es trabajar en el arranque para hacerlo muy ligero y en el gestor de ventanas que desaparece prácticamente para convertirse en una ventana maximizada de Chrome. Por lo demás, comparte ahora mismo muchos paquetes de software de Ubuntu.

Por otro lado, comparten también el motor de navegación Webkit. Este nació del código del Konqueror, después fue utilizado por Safari y más tarde por Chrome y el navegador de Android entre otros. Por supuesto esta última versión es la más limitada de todas pero con el tiempo puede ir ganando funcionalidades hasta ponerse (o por lo menos acercarse) a las prestaciones de un navegador de escritorio sin perder de vista su orientación a pantallas pequeñas y recursos limitados.

Por último y no menos importante: la integración total con los servicios de Google. Está claro que el Android se puede usar sin tener una cuenta de Google pero realmente la experiencia no es la misma: integración con Gmail, calendario, alertas, etc. Lo mismo, incluso aun más acentuado, ocurre con Chrome OS: el propio login del usuario en el sistema operativo es el mismo que se usa en los servicios de Google y por defecto viene preconfigurado para mostrar las páginas de sus productos como si de aplicaciones de escritorio se tratase, aunque están en la nube. Esto hace además, que ambos sistemas tengan una alta dependencia de una conexión permanente a Internet.

Así pues, Chrome OS parece que está orientado a dispositivos tipo Tablet o similares. Más grandes que un móvil y con una gran pantalla táctil que permitirían reemplazar un netbook para realizar las típicas tareas de navegar por Internet, consultar el correo, etc. Android por su parte (aunque se han visto versiones orientadas a netbooks y otras rarezas) tiene muchas carencias para una máquina de escritorio y no pretende tampoco cubrirlas (por ejemplo conexión de dispositivos externos por USB o capacidades de impresión).

Con esta información se puede concluir que Chrome OS y Android convergerán en la medida que lo vayan haciendo los dispositivos que todavía están por salir al mercado, cuando la frontera entre el ordenador y el móvil de vaya diluyendo, supuestamente a través de los tablet, aunque habrá que ir viendo como evoluciona el mercado porque con estas cosas de la tecnología siempre nos podemos llevar más de una sorpresa. De momento las cartas de Google parecen estar sobre la mesa pero siempre se guardan ases en la manga.

Artículo escrito por Marc Climent