Juan Ignacio Chela, de 46 años, llegó a estar número 15° del ranking ATP. Es uno de los nombres emblemáticos de la llamada Legión del tenis argentino, la generación que integraron David Nalbandian, Guillermo Coria y Gastón Gaudio, entre otros, en los 2000. Originario de Ciudad Evita, en Argentina, el extenista profesional brindó una entrevista con el diario La Nación de su país en la que habló de su vida privada tras dejar el tenis y de lo que sintió el día que le dijeron que debía someterse a una operación cerebral.
El extenista recordó en primera persona el golpe más duro de salud, que lo sorprendió en octubre de 2021, de un día para otro. "Tuve un dolor muy fuerte de cabeza y en el ojo, en toda la parte izquierda. Justo me había llegado un mensaje, agarro el móvil y lo veía mal. Dije: ‘Esto no es normal, es raro’. Fui a mi casa, me molestaba la luz, me acosté y dormí un ratito, cuando me desperté dije: ‘Tengo que hacerme ver porque no es normal’. Empecé con los estudios, fui al médico y me dijeron que tenía un aneurisma", le explicó Juan Ignacio Chela al periodista Sebastián Torok.
"Todos los médicos me recomendaron operarme, porque donde estaba ubicada [dentro del cerebro] no les gustaba y se podía romper. Los médicos me dijeron que había un 5% de chances de que quedar mal motrizmente, en el habla, en la memoria o la muerte. Fue el único momento de mi vida que estuve emocionalmente muy inestable. Tenía momentos que estaba bien, momentos que estaba re mal, momentos de llorar, de decir: ‘Me voy a morir’", explicó. Tras la operación, Chela se recuperó con éxito y pudo dejar atrás el aneurisma. "Tuve controles durante un año y después ya está, ya estás de alta", cerró.
En su carrera, Juan Ignacio Chela conquistó seis títulos ATP y perdió otras seis finales, incluida la de Sydney 2002 frente a Roger Federer. En la Copa Davis defendió a su país durante 12 años y disputó 14 eliminatorias, entre ellas la final de 2006 ante Rusia. Tras su retirada en 2012, se mantuvo ligado al tenis como entrenador, especialmente junto a Diego Schwartzman, y a los medios, con publicaciones con humor irónico en redes sociales.
