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Arabia Saudí lleva años cambiando el tenis mundial y su último logro es que organizará desde 2028 el décimo Masters 1.000 del circuito ATP.

La confirmación oficial por parte de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) marca un hito histórico: es la primera vez que se amplía esta categoría desde su creación en 1990.

El nuevo torneo se disputará en Riad y se suma a los prestigiosos eventos de Indian Wells, Miami, Montecarlo, Madrid, Roma, Toronto/Montreal, Cincinnati, Shanghái y París.

La organización correrá a cargo de SURJ Sports Investment, filial del poderoso Fondo de Inversión Pública saudí (PIF), que además se convierte en accionista de ATP Media, la productora audiovisual del circuito.

Este anuncio no es un hecho aislado. Representa el último movimiento de una estrategia ambiciosa, orquestada por Arabia Saudí en el marco de su proyecto Vision 2030, que busca diversificar su economía y consolidar su imagen global a través del deporte.

Tras dominar la escena del golf con LIV Golf, irrumpir en el fútbol con fichajes de estrellas y organizar combates de boxeo de primer nivel, el país ha puesto ahora sus ojos -y sus recursos- en conquistar el tenis mundial. Y ya casi lo ha conseguido.

La hoja de ruta saudí

Arabia Saudí lleva años desplegando una ofensiva progresiva en el tenis, reforzada en ambos circuitos profesionales.

Su entrada formal se produjo en febrero de 2024, cuando el PIF y la ATP firmaron una alianza estratégica sin precedentes.

A partir de entonces, el ránking masculino pasó a llamarse PIF ATP Rankings, y el fondo saudí se convirtió en patrocinador de torneos como Indian Wells, Miami, Madrid, Pekín y las ATP Finals de Turín.

Desde 2023, las Next Gen ATP Finals también se disputan en Yeda, acuerdo que se prolongará hasta 2027.

En paralelo, la ATP lanzó en agosto de 2025 la plataforma Tennis IQ Powered by PIF, un sistema de análisis avanzado y recopilación de datos dirigido a más de 2.000 tenistas entre el ATP Tour y el Challenger Tour.

Una apuesta tecnológica que ilustra el alcance integral de la inversión saudí dentro de este deporte.

También en el femenino

La WTA no ha quedado al margen. Desde abril de 2024, Riad acoge las WTA Finals, el torneo que reúne a las ocho mejores jugadoras del año.

El premio repartido en la primera edición ascendió a 15,25 millones de dólares, un 70% más que en 2023, marcando un nuevo récord.

Además, en mayo de ese mismo año, el PIF se convirtió en patrocinador oficial del ranking WTA, que también adoptó su nombre.

La asociación entre el fondo saudí y la WTA incluye un acuerdo de cinco años, y ha traído consigo un desarrollo inédito: la creación en marzo de 2025 del primer fondo de maternidad completamente financiado por un patrocinador externo.

El programa ofrece hasta 12 meses de baja por maternidad con sueldo garantizado y cubre tratamientos de fertilidad como la fecundación in vitro o la congelación de óvulos, beneficiando a más de 320 jugadoras.

Las 8 participantes en las WTA Finals 2024 en Arabia Saudí WTA

Estrellas como embajadoras

La estrategia saudí no se limita a lo institucional. Ha seducido a algunas de las figuras más representativas del tenis mundial.

En enero de 2024, Rafael Nadal fue nombrado embajador de la Federación Saudí de Tenis.

Su implicación va más allá del simbolismo: visitas al país para impulsar el tenis en edades tempranas y colaboración en la futura apertura de una academia Rafa Nadal en territorio saudí.

En octubre de 2025 se unió Paula Badosa, con un compromiso similar orientado al desarrollo del talento joven.

"Estoy feliz de ayudar al avance del tenis, empoderar a la siguiente generación y crear oportunidades para todos", afirmó Badosa durante el anuncio de su colaboración.

Exhibiciones millonarias

Arabia Saudí ha convertido las exhibiciones en espectáculos de impacto global logrando, gracias a sus millones, atraer a los mejores tenistas del momento.

El evento más representativo es el Six Kings Slam, que debutó en 2024 con seis jugadores élite: Nadal, Djokovic, Alcaraz, Sinner, Medvedev y Rune.

Solo por participar, cada uno recibió 1,5 millones de dólares, mientras que el campeón se llevó seis millones. Sinner fue el primero en levantar el trofeo tras derrotar a Alcaraz.

En la segunda edición, en octubre de 2025, repitieron Djokovic, Sinner y Alcaraz, y se sumaron Zverev, Fritz y Tsitsipas.

El italiano volvió a imponerse al español en la final, consolidando el torneo como una referencia en el calendario no oficial por su suculenta bolsa de premios: 13,5 millones de dólares.

Ya antes, en diciembre de 2023, el Reino había acogido la Riyadh Season Cup, donde Carlos Alcaraz derrotó a Novak Djokovic en una velada de exhibición que sirvió como carta de presentación.

Jannik Sinner recibe el primer trofeo del Six Kings Slam tras vencer a Alcaraz. Reuters

Intento fallido de fusión

La propuesta más disruptiva presentada por Arabia Saudí llegó en marzo de 2024: una oferta de 2.000 millones de dólares para fusionar los circuitos ATP y WTA en un único tour con igualdad de premios.

El paquete incluía un Masters 1.000 saudí al inicio del calendario y la organización de las ATP Finals en Riad.

Aunque las negociaciones no prosperaron, sentaron las bases del acuerdo posterior para el décimo Masters 1.000 anunciado en octubre de 2025.

Críticas por los derechos humanos

No todo ha sido bien recibido. Voces autorizadas como Chris Evert y Martina Navratilova se han opuesto públicamente a los acuerdos saudíes.

En una columna conjunta publicada en The Washington Post, denunciaron que la presencia del tenis femenino en Riad es "un retroceso significativo" debido a la situación de los derechos humanos, la discriminación a mujeres y la criminalización del colectivo LGBTQ+.

"Construimos el tenis femenino para empoderar a las mujeres, no para que sea explotado por gobiernos autoritarios", afirmaron.

En contraste, Billie Jean King ha adoptado una postura conciliadora: "No puedes cambiar nada si no te involucras", defendió la leyenda estadounidense.

Epicentro en Riad

La conquista saudí del tenis está cerca de completarse, si es que no se ha producido ya.

Con el nuevo Masters 1.000, el patrocinio global de los rankings ATP y WTA, la organización de las WTA Finals, los eventos de exhibición con cifras astronómicas, el impulso a la base y el fichaje de embajadores de primer nivel, Arabia Saudí ha reconfigurado el tablero tenístico global.

Pese a las críticas y las reservas éticas, la realidad es que el país se ha consolidado como un actor indispensable para el presente y el futuro del tenis.

Una inversión que no solo transforma el calendario, sino también la geografía, la economía y la narrativa del deporte de la raqueta. Desde ahora, el tenis también se juega -y se decide- en Riad.