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La final del ATP 500 de Tokio dejó imágenes de gran tenis, pero también un momento de tensión poco habitual en Carlos Alcaraz, que perdió la calma con el juez de silla Fergus Murphy.

El número uno del mundo, que acabaría levantando el título tras imponerse con claridad a Taylor Fritz por 6-4 y 6-2, protagonizó una protesta que sorprendió tanto al público como a los comentaristas.

El incidente se produjo en el primer set, cuando Alcaraz recibió una advertencia por exceder el tiempo permitido al servicio.

La nueva normativa de la ATP, que endurece la aplicación del shot clock de 25 segundos, ha reducido el margen de maniobra de los jugadores tras puntos largos.

En este caso, el murciano venía de un intercambio exigente y necesitaba unos segundos extra para recuperar el aliento.

En el cambio de lado, no se mordió la lengua. Mirando fijamente al juez de silla, lanzó una frase que pronto corrió por las redes sociales.

"¿Te parece normal que acabe un punto en la red y no tenga tiempo ni de ir a por las pelotas para sacar? Está claro que no has jugado al tenis en tu vida."

La recriminación reflejaba la frustración de un jugador acostumbrado a un ritmo frenético, pero que exige cierta lógica en la aplicación de la norma.

Más allá del enfado, la final acabó mostrando la mejor versión de Alcaraz y el murciano cosechó un nuevo título en su palmarés.

Tras un arranque dubitativo, donde desperdició un 0-40 al resto, el murciano encontró la manera de romper el saque de Fritz en el noveno juego y cerró el primer set con autoridad. A partir de ahí, la final fue un monólogo.

Carlos Alcaraz golpeando una bola durante la final del Open de Tokio Reuters

El estadounidense, además, arrastró molestias musculares que limitaron sus opciones, llamando incluso al fisio al término del primer parcial.

El segundo set fue un paseo para el número uno. Dos quiebres consecutivos pusieron tierra de por medio y el marcador se resolvió finalmente con un 6-4 tras un último golpe de Fritz.

El triunfo en Tokio significó su octavo título de la temporada y el vigésimo cuarto de su carrera, una cifra que confirma el ritmo demoledor en el que avanza. Con esta conquista, Alcaraz suma ya 67 victorias en 2025 y nueve finales consecutivas.

La comparación con los mejores años del Big Three se vuelve inevitable. Ahora, con la moral reforzada y el físico en plenitud, el murciano apunta al siguiente reto: el Masters 1.000 de Shanghái.