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Carlos Alcaraz y Jannik Sinner protagonizan este domingo la final del US Open 2025, a las 20:00 (hora peninsular española), en el Arthur Ashe Stadium de Flushing Meadows, bajo unas expectativas mayúsculas.

Es la primera vez en la Era Open que dos jugadores se miden en tres finales consecutivas de Grand Slam en la misma temporada, un hito que convierte esta cita en un acontecimiento histórico para el tenis contemporáneo.

La rivalidad que llega a Nueva York está marcada por la épica y la revancha: remontadas memorables, finales intensas y partidos que han reescrito la narrativa del circuito, poniendo a ambos en el centro del debate global.

En juego no está solo el título: la final decidirá quién ostenta el número uno mundial. El trofeo, el ranking y la influencia deportiva de 2025 quedarán determinados por lo que suceda este domingo en la pista. Además, en juego estará la mayor bolsa de la historia: el campeón ingresará un 39% más que el año pasado, hasta 4,25M€.

El choque enfrentará la explosividad y creatividad de Alcaraz frente a la regularidad y potencia física de Sinner. Cada intercambio tendrá implicaciones tácticas y psicológicas en un duelo que será muy exigente tanto para uno como para el otro.

En lo estrictamente deportivo, ambos han dominado desde el año pasado: en los ocho Grand Slams más recientes se repartieron siete títulos entre los dos. Esa concentración de éxitos explica por qué esta final es definitoria para la grandeza de ambos.

Donde empezó todo

La historia entre Alcaraz y Sinner comenzó a reescribirse en el US Open 2022. Ya se habían enfrentado antes, pero fue ahí cuando tuvieron un enfrentamiento que sirvió de piedra angular para una rivalidad que hoy llega a su tercer asalto consecutivo en la final de un Grand Slam.

El inicio de una saga única. En aquella madrugada del 30 de agosto ambos ofrecieron un duelo de cinco horas y quince minutos que catapultó sus carreras y consolidó su rivalidad.

Aquel encuentro dejó episodios decisivos y golpes icónicos, como el revés por detrás de la espalda de Alcaraz. Además, el punto de partido desaprovechado por Sinner ha perdurado en la memoria del italiano y en su ambición posterior desde entonces.

El propio Sinner lo reconoció en Rai 1 hace poco: "Hubo algunas cosas en el pasado, por ejemplo, el punto de partido contra Alcaraz en el US Open 2022, que no aproveché. Aún no he conseguido superar ese punto", confesó.

Alcaraz, por su parte, describió hace unos días en New York Times su aprendizaje de aquel día: "Gracias a ese partido, crecí mucho. Aprendí a lidiar con algunas situaciones y a veces pienso en ese partido, en cómo me sentí físicamente y cómo manejé todo", señaló.

Una trilogía para la historia

De aquel US Open, donde Alcaraz ganó su primer Grand Slam y se proclamó como el número uno de la ATP más joven de la historia, hasta un 2025 histórico. El primer punto de inflexión del año fue Roland Garros: cinco horas y veintinueve minutos de batalla en los que Carlos Alcaraz remontó dos sets y salvó tres puntos de partido, sellando una final de leyenda.

El cuarto set en París fue decisivo: con Sinner dominando 5-3 y 40-0, parecía que la final quedaba sentenciada. Alcaraz, sin embargo, ganó trece de los siguientes catorce puntos y forzó la quinta manga.

Las reacciones al encuentro parisino subrayaron su dimensión. Roger Federer, la leyenda, valoró que "tres campeones emergieron del partido: Alcaraz, Sinner y el hermoso juego del tenis", enfatizando así la belleza competitiva del duelo.

Servicio de Carlos Alcaraz en su duelo de los cuartos de final del US Open Reuters Reuters

El escritor Steve Tignor también lo encumbró, calificándolo como "el partido de la década, y tal vez del siglo". Juicios como estos han ayudado a convertir esa final de Roland Garros en un hito emocional de la rivalidad.

Wimbledon, apenas 35 días después, ofreció una respuesta distinta: en la Centre Court, Sinner rompió su mala racha ante Alcaraz —cinco derrotas seguidas— con una victoria en cuatro sets, demostrando una capacidad de aprendizaje y ajuste táctico notable.

La final sobre hierba fue más controlada que el maratón parisino. Sinner impuso su plan con calma y consistencia, neutralizando la capacidad de reacción de Alcaraz y cerrando el partido con autoridad en momentos claves.

El recorrido en el US Open, donde solo uno quedará ganador de este 2025, revela contrastes claros. Alcaraz llega a la final sin haber cedido un solo set, con victorias desde Opelka hasta Djokovic, lo que demuestra un control absoluto sobre su tenis en el torneo.

Si Alcaraz conquista el título sin perder ninguna manga, se uniría a una lista selecta que incluye a Rosewall, Nastase, Borg, Federer y Rafa Nadal al lograr un Grand Slam sin ceder sets. Nadie lo ha hecho en el US Open, por lo que sería una proeza histórica.

Jannik Sinner, en el US Open 2025 EFE

El defensor de la corona, Sinner, llega habiendo perdido solo dos sets en todo el torneo. Su semifinal frente a Auger-Aliassime evidenció solidez y capacidad para sostener ritmos altos en los momentos decisivos.

Sinner aspira a ser el primer jugador en defender el título del US Open desde Federer en 2008. Con esta final alcanza, además, cinco consecutivas de Grand Slam, un logro que, básicamente, no se veía desde el Big Three.

El balance histórico favorece a Alcaraz con nueve victorias frente a 5 de Sinner en 14 enfrentamientos oficiales. En 2025 el español lidera 3-1 y domina en pista dura, a pesar de ser la clara especialidad del italiano, por 6-2.

En tierra batida Alcaraz también manda 3-1, mientras que en hierba Sinner ha ganado los dos partidos disputados. En Grand Slams, Alcaraz manda 3-2 en sus enfrentamientos y el empate en finales refleja la paridad extrema.

La carrera por el número 1

Más allá del trofeo, la final definirá el número uno de la ATP: si gana Jannik Sinner mantendrá el trono con 11.480 puntos; si gana Carlos Alcaraz recuperará la cima con 11.540 puntos y pondrá fin a la racha de 65 semanas del italiano.

Por tanto, Nueva York acoge un cruce de urgencias y legado. El vencedor no solo sumará un Grand Slam: cerrará una narrativa en el 2025 y, probablemente, asumirá el papel de referente para la próxima etapa del circuito.

Cuando el primer saque atraviese el cielo del estadio, la tensión será máxima. El público de Arthur Ashe Stadium asistirá a un partido que puede convertirse en capítulo definitorio de la nueva era del tenis.

El US Open ofrece otra oportunidad para que la rivalidad entre Alcaraz y Sinner pase de episodio memorable a mito contemporáneo. El resultado de esta final marcará las estadísticas, los rankings y, sobre todo, la memoria emocional del deporte.

Al final, el que logre la victoria en Nueva York no solo sumará un trofeo: se llevará la última palabra de la temporada y podrá reivindicar, con hechos, su versión de la grandeza en una rivalidad que ya desafía el tiempo. La historia seguirá en las pistas.