Carlos Alcaraz está a las puertas de disputar una nueva final de un Grand Slam. Para ello tendrá que imponerse a Novak Djokovic en las semifinales del US Open, un partido que comenzará a partir de las 21:00 hora española en la pista central, en el Arthur Ashe Stadium.
A pesar de la tensión que se suele respirar los días previos a un partido de semejante calibre, Carlitos lo vive con mucha naturalidad, está tranquilo, relajado y expectante a que llegue la hora del encuentro.
En la jornada del jueves no pisó el Billie Jean King Tennis Center, y es que junto con su equipo prefirieron trabajar la parte táctica el miércoles, sin descuidar la preparación física y los cuidados de fisioterapia.
El miércoles, Alcaraz realizó una sesión de entrenamiento de media hora enfocada en ejercicios específicos para enfrentar a Djokovic. Con la ayuda de su hermano y 'sparring' Álvaro, y bajo la supervisión de Juan Carlos Ferrero, trabajaron principalmente en los golpes de resto.
Más tarde, tenía programada una salida al campo de golf junto a Sergio García y David Puig. Carlos tuvo tiempo para 'picarse' con Ferrero e incluso Andy Murray entró en escena, aunque no de forma directa. Y es que el británico recordó en sus redes sociales la paliza que le propinó durante la disputa de Wimbledon.
"Para mí, sinceramente, es un privilegio tener tiempo para jugar a golf. Solía ir al campo de prácticas cuando era muy, muy pequeño. Me gustaba, pero fue a partir de 2020 que empecé a jugar más, a ir al campo, a jugar algunos hoyos", explicaba.
"Me enamoré del golf. Empecé a jugar cada vez más. Vi que mejoraba, así que me atrajo aún más. Me tiene enganchado. Me siento muy tranquilo cuando salgo a jugar a golf", ha confesado Alcaraz.
Cuando Alcaraz rinde en las pistas, nada mejor que una distracción, que disfrute con la raqueta y sin ella. Como cuando paró después de Wimbledon, renunciando a Toronto. "Son esas vacaciones que Carlos necesita", apuntó Ferrero.
Hoy viernes quiere hacer otro 'swing' para celebrar una nueva victoria en Nueva York. Y es que se le ocurrió este gesto de golf tras conocer en persona a Rory McIlroy justo antes de su debut en el US Open 2025.
