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Carlos Alcaraz se ha quedado a las puertas de ganar su tercer Trofeo Conde de Godó después de perder en la final ante Holger Rune en dos sets (6-7, 2-6). Tras conquistar el Masters 1.000 de Montecarlo, el español no pudo volver a levantar el entorchado que ganó en 2022 y 2023.

El tenista español llegaba en su mejor momento de la temporada, pero en la final ante el danés volvió a mostrar su versión más irregular. Después de unos primeros meses con ciertas dudas y una constante de altos y bajos, su estreno en la arcilla parecía que serviría para reencontrarse consigo mismo, pero en Barcelona no dio muestras de ello.

El español mantiene los dos títulos los que ha sumado a sus vitrinas en este 2025 (Róterdam y Masters 1.000 de Montecarlo). Dos trofeos y una final que le han servido, además de para sumar puntos en el ranking y recortar distancias con Sinner. Además de llevarse un pequeño pellizco a nivel de premios en metálico.

En esta edición, el Conde de Godó ha repartido un montante de 2.889.200 euros entre todos sus participantes, 110.000 más que en 2024. Alcaraz, al haber caído en la final se llevó a la buchaca 285.435 euros, además de 300 puntos en el ranking ATP.

Con el premio del ATP de Barcelona, Alcaraz ya acumula alrededor de 2,5 millones de euros en premios este año. Una cifra que le ha servido para superar los 40 millones a lo largo de toda su carrera. Y eso que todavía le queda mucha trayectoria por delante.

En forma a Roland Garros

Alcaraz ha conquistado los dos torneos de tierra batida que ha disputado este año. Esta misma semana inicia su aventura en el Mutua Madrid Open. Un Masters 1.000 ante su gente y en el que partirá como uno de los principales favoritos al título.

Tras su participación, el español descansará en el Masters 1.000 de Roma para llegar en la mejor condición física posible a Roland Garros. Después de caer en los cuartos del Open de Australia, Alcaraz quiere resarcirse en el segundo Grand Slam de la temporada y reconquistar su título obtenido el año pasado.

Allí estará presente también un Jannik Sinner que cuenta los días para regresar a las pistas después de su sanción por dopaje que le tiene sin competir desde el mes de enero. El italiano se estrenará en Roma el 4 de mayo y tratará de ganar las máximas sensaciones posibles para llegar a punto a la cita parisina.