Mucho se ha hablado en los últimos días de si hay un nuevo relevo para el 'Big Three' y Novak Djokovic más allá de Carlos Alcaraz. Y en este Open de Australia se ha confirmado que hay una nueva estrella en el circuito. Jannik Sinner se proclamó campeón del primer Grand Slam de la temporada tras derrotar a Daniil Medvedev (3-6, 3-6, 6-4, 6-4 y 6-3) y lo hizo tirando de épica, por todo lo alto tras levantar dos sets en contra.

Jannik Sinner llegaba con la vitola de favorito tras haber derrotado a Novak Djokovic previamente. Le costó aceptar su papel, pero finalmente acabó superando a Daniil Medvedev en una final para el recuerdo que mantuvo a los dos jugadores cerca de cuatro horas sobre la pista central del Open de Australia.

Medvedev, fiel a su estilo, impuso su juego directo y contundente desde el fondo de la pista para ir desgastando poco a poco a su rival. Sinner no encontró respuesta y fue barrido de la pista en los dos primeros sets, donde fue capaz de replicar la agresividad del ruso en el partido definitivo por el título.

Fue a partir de la tercera manga cuando Sinner mostró ese talento que le había llevado hasta la final en el tercer set. Medvedev, exhausto, fue incapaz de dar respuesta a su oponente, que crecía con el paso de los minutos en la Rod Laver Arena ante el impulso del público.

Sacó su mejor versión en el cuarto set y remató a Medvedev en el quinto. Un triunfo de quilates que supone su primer Grand Slam de su carrera deportiva y un punto de inflexión en su carrera deportiva. Sinner pasa de alternativa a confirmando tras cerrar un Open de Australia soberbio.

Sinner realiza un golpe de revés durante la final del Open de Australia. REUTERS

Remontada de Sinner

Daniil Medvedev comenzó con mucho más ímpetu que su rival en la pista. El ruso, acostumbrado a disputar partidos a cinco sets, tomó las riendas del partido y pronto tomó la delantera en el marcador. Se vio varios breaks arriba mientras su rival era incapaz de frenar su derecha y su poderoso servicio.

Sinner no encontraba la fórmula que le había llevado a eliminar a Djokovic y la final parecía decantarse poco a poco para el moscovita. Se apuntó la primera manga Medvedev tras una auténtica exhibición (3-6) y por fin parecía que iba a llevarse el Open de Australia tras muchos varapalos.

El ritmo del ruso continuó creciendo y arrolló a un desaparecido Sinner en el segundo set (3-6). Nada hacía presagiar que las tornas fuesen a cambiar tras dos mangas dominadas por completo por Medvedev. Es más, el italiano estaba superado por las circunstancias de un partido de este calibre, puesto que era la primera vez que luchaba por un Grand Slam.

Aún con esas, el brazo de Sinner comenzó a entrar en calor en el tercer set y Medvedev sufría en sus carnes el agotamiento de los dos primeros. Poco a poco el italiano fue comiéndole terreno y tiró de fuerzas de flaqueza para alargar el partido al menos seis juegos más (6-4).

Jannik Sinner celebra un punto en la final del Open de Australia. REUTERS

Medvedev empezó a estar mucho más fallón de lo habitual y Sinner aprovechó esa pequeña grieta abierta en el juego de su rival para hacerla poco a poco más grande. El italiano forzó y forzó hasta romper definitivamente el servicio del ruso y sentenciar con el suyo en la cuarta manga (6-4). Había partido. 

En el quinto y definitivo Sinner pisó el acelerador a un Medvedev que volvía a reencontrarse con los fantasmas nuevamente tras lo ocurrido con Nadal en 2022. El golpe ya estaba dado y al italiano solo le quedó celebrar su triunfo y su primer Grand Slam frente a un público completamente volcado con su gesta.