París (enviado especial)

Jordi Robert Tuts, el hombre de Nike que lleva toda la vida acompañando a Rafael Nadal, enseña una camiseta blanca con el icónico toro del español en la parte delantera y un 10 gigante en la espalda, grabado en números romanos (X) sobre un fondo de tierra batida. El mallorquín acaba de ganar su décimo Roland Garros y en la puerta del vestuario hay una fiesta en la que todo el mundo lleva puesta esa prenda conmemorativa de un momento histórico. La familia del campeón de 15 grandes se abraza. Su equipo lo celebra con todos los amigos que van pasando por allí. La hora de olvidar los malos momentos y celebrar el presente ya está aquí.

“Al final, en el deporte hay tanta diferencia entre ganar y perder que 10 años levantando este trofeo no me lo habría imaginado nunca”, reconoce Toni Nadal, tío y entrenador del mallorquín. “No sé si lo volveremos a ver. También pensábamos que Pete Sampras tendría el récord de 14 grandes más tiempo y luego se batió”, añade el preparador, haciendo referencia a Roger Federer, que tiene 18 torneos de la máxima categoría. “Es una gran satisfacción y una gran alegría. Ganar después de tres temporadas sin poder hacerlo, después de muchos problemas físicos, de ansiedad… es una gran satisfacción”, insiste.

“Lo que ha conseguido a lo largo de su carrera es algo impresionante”, dice Carlos Moyà, que desde el pasado mes de diciembre forma parte del equipo técnico de Nadal. “Su forma de ganar el torneo… habrá que ver si ha habido algo comparable a lo largo de toda la historia”, sigue el ex número uno del mundo, sorprendido por los 35 juegos que el balear se ha dejado en su camino hacia la copa. “Este año ha estado impecable: su forma de gestionar todo habla de una madurez espectacular. El número uno está en el horizonte sin ninguna duda, pero ahora hay que vivir el momento y ver en qué podemos seguir evolucionando y mejorando. Nadal es capaz de cualquier cosa y más”, cierra.

“Es increíble, diría que es volver a empezar otra vez tras tres años sin ganar un grande”, reconoce Francis Roig, otro de los entrenadores del balear. “Ha conseguido lo que realmente necesitaba para seguir con ilusión e intentar batir los récords que se le pongan por delante”, avisa el catalán. “Nadie como él supera las adversidades y siempre quiere mejorar. Las ganas de ganar son las que le llevan a hacer proezas como las de hoy”, prosigue. “Está a su mejor nivel”.

“Técnicamente es mejor que antes”, coincide Toni Nadal. “Si comparas, antes tenía más desparpajo, el físico y la impetuosidad física de la edad. Ahora está a un muy buen nivel. Y en líneas generales, hablando de todas las superficies, está por encima del Rafael de 2008”, asegura. “La gente decía que jamás ganaría nada más, que ya estaba finiquitado. Lo entiendo, es normal tener dudas, pero Rafael se ha vuelto a demostrar a sí mismo que con esfuerzo y dedicación se pueden conseguir las cosas”, reitera. “¿Por qué vuelve siempre? Porque tiene la mentalidad, las ganas de estar ahí y la reflexión, que es algo básico. Y no nos engañemos: porque tiene un muy buen tenis. ¿Por qué vuelve Federer? Porque es un gran campeón. ¿Por qué vuelve Nadal? Pues por lo mismo, porque es un gran campeón”.

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