Melbourne

Fernando Verdasco cayó en la primera ronda del Abierto de Australia ante Novak Djokovic (1-6, 6-7 y 2-6) y se marchó hecho una furia al vestuario. El español, que hace unos días tuvo cinco puntos de partido para derrotar al número dos en las semifinales del torneo de Doha, se marchó del primer grande del año después de un encuentro donde se deshizo en lamentos, gestos y bramidos por las condiciones de la pista.



Al llegar a sala de prensa, el número 40 del mundo explicó durante siete minutos, y de carrerilla, por qué la superficie beneficia a jugadores como Djokovic o Andy Murray y perjudica gravemente a otros como él. Estos son los argumentos íntegros de Verdasco divididos en siete partes.



UNO



“Hay bolas que venían llovidas sin ninguna intención y de repente pegaban una patinada que me obligaba a darle con la caña a tomar por culo. No era normal. Creo que tengo bastante experiencia para saber si una pista es rápida o lenta. He jugado bastantes partidos en mi carrera. Sinceramente, es una locura cómo está la pista para ser la central del Abierto de Australia. Es normal que así Djokovic y Murray ganen 25 torneos del Grand Slam entre los dos. Es perfecta para el estilo de juego de los dos”.



DOS



“Ellos juegan muy plano. Meten mucha presión al resto y te la devuelven a los pies. O metes un saque a 210 kilómetros por hora cerca de las líneas o te viene un resto a los pies que te tienes que quitar de encima y a la siguiente te la estampan ellos. ¿Cómo les ganas a estos tíos? O sacas como Wawrinka o le juegas cortado y que se incomoden un poco o juegas a palos y les desmoronas. A ritmo no les ganas. La bola no bota nada, está muy pinchada. Esa es la sensación. Si no sacas a estos jugadores de su zona de golpeo hacen contigo lo que quieren, por eso son los mejores del mundo. Si les juegas a la altura de la cadera, por muy rápido que les juegues, da igual. Le puedes pegar a 200 por hora de derecha hacia cada lado que te la devuelven y acabas cometiendo un error. A Djokovic y Murray les va perfecta la pista, a Nadal seguro que no le va tan bien”.



TRES



“Por supuesto, ha sido más mérito de Djokovic que de la pista, pero le conviene más a él. Así es muy difícil. Me pegaba restos profundos y planos y me tenía que quitar de encima como podía. Muchas veces podía, pero otras no. A veces, sin pegarla limpia venía la bola que parecía que se iba a quedar frenada y la mandaba… no sé cuántas veces le he pegado con la caña de derecha, pero creo que pocas veces en mi carera me ha pasado esto en un partido”.



CUATRO



“Quiero ver el partido en vídeo, pero sé cuando es por una cosa y cuando es por otra. Muchas veces estaba plantado pensando que iba a botar de una manera para poder pegarle y dominar y de repente me botaba y me la encontraba encima, teniéndola que tirar a la mierda con la caña. No estoy poniendo ninguna excusa, pero es una pista que está rapidísima para ser la central del Abierto de Australia”.



CINCO



“En otras pistas pasa igual. He entrenado en la pista 21 hoy con Marrero y tampoco se podía jugar a las cuatro de la tarde. Quizás, la más lenta ha sido la Hisense Arena, que estaba un poco más rugosa. Aquí practiqué con Murray y se lo dije a mis entrenadores. Por muy fuerte que le pegase liftado no conseguía que subiese por encima de su cadera. Son unas sensaciones que para mi gusto no son las mejores contra rivales así. Ellos son mucho mejores que yo, han ganado mucho más que yo y no es ninguna excusa. Lo normal es que me ganen de nueve de 10 veces. Ellos son mejores, pero es que la pista y las pelotas les van bien”.



SEIS

“Al final, si no lo sientes es difícil explicarlo. La bola es pesada, pero a la vez no está viva. Para jugadores como ellos, que juegan con una cordaje de medio tripa y medio sintético, y que además se meten muy delante, es sencillo tocar la pelota un poco y que les salga mucho sin hacer nada de esfuerzo. Y jugadores como Nadal o como yo, que jugamos con cordaje sintético y nos gusta pegarle a la bola dejándonos el alma en cada golpe, la pelota no nos corre nada. Ellos hacen un ganador poniendo la mano, yo tengo que pegarle a 200 y dejarme el brazo”.



SIETE



“Es lo que hay. Para mí no es una excusa, pero si estoy jugando con uno de los mejores de la historia y encima las condiciones le favorecen… está claro que es normal que me gane así. Le he llevado a un tie-break porque he jugado bastante bien, porque me podría haber pegado otro 6-2 o 6-3 como en el resto de partido”.

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