Saquon Barkley, jugador de la NFL y uno de los deportistas más citados cuando se habla de educación financiera, lleva años usando su carrera como escaparate para hablar de ahorro, criptomonedas y patrimonio a largo plazo.
En una de sus frases más virales llegó a afirmar al hablar de sus ingresos comerciales: "Invertiré todas mis ganancias de marketings en Bitcoin", resumiendo así una filosofía que mezcla riesgo calculado, visión de futuro y obsesión por no malgastar el dinero que genera el deporte de élite.
Barkley se hizo conocido a nivel mundial como running back estrella de los New York Giants y más tarde de los Philadelphia Eagles, pero su discurso sobre el dinero empezó pronto: desde su llegada a la NFL dejó claro que quería vivir de sus acuerdos de marketing y guardar su salario deportivo como colchón de seguridad.
Ese enfoque encaja con una preocupación creciente en el deporte profesional: cómo evitar que las grandes fortunas se evaporen pocos años después de la retirada.
Barkley insistió siempre en la idea de que un contrato millonario no garantiza riqueza duradera si no existe un plan de ahorro e inversión detrás. Por eso habla de "generational wealth", riqueza que pueda sostener a su familia cuando ya no haya touchdowns ni grandes cheques de la liga.
Su cambio de mentalidad
El punto de inflexión llegó en 2021, cuando anunció que destinaría el 100% de su dinero de marketing y patrocinios a Bitcoin, convirtiéndose en uno de los primeros grandes nombres de la NFL en ligar sus ingresos comerciales a una criptomoneda.
En aquel momento explicó que la inflación y la pérdida de poder adquisitivo le habían hecho concluir que no bastaba con "ahorrar en una cuenta", sino que necesitaba activos que pudieran crecer a largo plazo.
Esa apuesta, muy comentada entonces, se enmarca en una estrategia más amplia: Barkley no solo acumula Bitcoin, también ha diversificado en startups tecnológicas y fondos de inversión, buscando equilibrar el enorme riesgo de cripto con activos más estables. Hoy se le cita como ejemplo de atleta que ha pasado de ser solo imagen de marca a convertirse en inversor activo y socio de empresas de alto crecimiento.
Ahorro e inversión en deportistas de élite
Las reflexiones de Barkley sobre el ahorro conectan con un problema real: muchos jugadores llegan a la élite muy jóvenes, sin cultura financiera y rodeados de presión para gastar. Él suele recordar que una lesión grave puede cortar una carrera en cuestión de segundos, por lo que el plan económico debe estar preparado para el "día después" de la NFL.
Su mensaje a otros profesionales es claro, no depender solo del salario deportivo y usar los años de máximo rendimiento para crear fuentes de ingresos futuras mediante inversiones y negocios propios.
De estrella universitaria a referente financiero
Barkley irrumpió con fuerza en Penn State, donde batió récords de yardas y anotaciones antes de declararse elegible para el draft de la NFL. En 2018 fue elegido en el número 2 global por los New York Giants y respondió de inmediato con una temporada de novato espectacular, que le valió el premio a Novato Ofensivo del Año y su primera convocatoria al Pro Bowl.
Su carrera, marcada también por lesiones de rodilla y tobillo, no le impidió consolidarse como uno de los corredores más determinantes de la liga, acumulando más de 7.000 yardas de carrera y más de 60 touchdowns totales entre juego terrestre y aéreo antes de su etapa con los Philadelphia Eagles.
Con ellos, firmó un contrato multianual de más de 37 millones de dólares. Esa mezcla de explosividad en el campo y disciplina fuera de él ha convertido a Saquon Barkley en un caso de estudio: un jugador que entiende que su mayor victoria quizá no sea un anillo, sino haber blindado sus ahorros para toda la vida.
