Xabier Iparra Martínez es ingeniero de formación, campeón de España de culturismo y propietario de XTHOR Powerhouse, un imperio de gimnasios de powerlifting que ha transformado su vida financiera en menos de seis años.
Lejos de conformarse con las competiciones de musculación, Iparra apostó por convertir su pasión en un negocio escalable que hoy factura 250.000 euros anuales y mantiene una estructura empresarial innovadora basada en el crecimiento orgánico.
En 2019, Iparra tomó una decisión arriesgada pero inteligente: lanzar el mínimo proyecto viable. "Voy a ver si mi concepto funciona de manera orgánica, y así he ido creciendo", explicó en el podcast Los Fulanos.
Su inversión inicial fue sorprendentemente modesta: "Eran unos 20.000 euros, no más". Con esa cantidad, instaló tres máquinas de powerlifting calibradas en un espacio pequeño y abrió un gimnasio de acceso 24 horas enfocado exclusivamente en ese nicho.
El concepto funcionó. En cuatro años, pasó de tres máquinas a 50, de cero socios a 300 activos, y de un local modesto a un imperio que se expande.
Xabi Iparra, en uno de sus gimnasios
El verdadero salto financiero llegó cuando Iparra decidió escalar. La inversión total acumulada en su negocio supera ampliamente los 500.000 euros. "Lo que hay metido en toda la inversión supera ya el medio millón: la compra de local, obra, material... Lo supera con creces", reveló en el mismo podcast.
Esos recursos se distribuyeron entre la compra del local en Berriozar (Navarra), obra civil, maquinaria de última generación y desarrollo de su propia línea de equipamiento, la marca X360 Fitness, lanzada en junio de 2024. No utilizó deuda bancaria; creció a partir del flujo de caja generado por su modelo de negocio.
La facturación mensual refleja la solidez de la operación. Iparra cobra 60 euros mensuales por membresía, un precio competitivo para el segmento premium de powerlifting. Con 300 socios, eso genera ingresos base de 18.000 euros mensuales. Pero sus números son más agresivos.
"Solo conmigo dentro de la empresa, sin problemas unos 250.000 anuales. Te hablo 'yendo light'", aseguró al podcast, indicando que factura 250.000 euros anuales operando a lo que él llama "yendo light" -es decir, sin maximizar todas las oportunidades de monetización.
Lo más sorprendente de su modelo es que 'huye' "de contratar a gente", como afirma el propio Iparra. En lugar de empleados, utiliza colaboradores puntuales y ha automatizado operaciones críticas. Esta filosofía le permite mantener márgenes altos y reinvertir rápidamente.
Su visión de futuro es aún más ambiciosa. El pasado mes de septiembre, anunció la expansión a dos nuevos centros: uno en Ansoáin (1.100 m²) y otro en Gipuzkoa (350 m²).
Lo que comenzó como un experimento de 20.000 euros en 2019 se ha convertido en un imperio que supera el medio millón de euros invertidos, genera 250.000 anuales y sigue creciendo.
Iparra demostró que en el nicho del fitness de alta especialización hay dinero real, que la coherencia operativa vence al crecimiento descontrolado, y que un deportista con visión empresarial puede construir algo más duradero que medalleros.
