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El peleador de UFC Ilia Topuria ha roto el silencio después de semanas de especulación sobre su renuncia temporal a defender su título mundial de peso ligero.

A través de un comunicado publicado este lunes, el hispano-georgiano ha revelado que se encuentra inmerso en una batalla legal contra lo que define como intentos de extorsión basados en acusaciones que asegura son completamente falsas.

"En las últimas semanas sabéis que he tenido que renunciar temporalmente a defender mi título, algo que, como imaginaréis, no ha sido una decisión fácil", comienza el peleador su declaración. La razón de fondo, explica, radica en una batalla legal sin precedentes que ha estado librando en los últimos meses.

Según Topuria, ha sufrido "situaciones y presiones intolerables" que han amenazado directamente su bienestar y el de su entorno más cercano. El atleta especifica que las amenazas incluían "difundir infundadas acusaciones de malos tratos que solo desaparecerían a cambio de dinero", constituyendo así lo que describe como un claro intento de extorsión.

"Pero la verdad solo tiene un camino: los hechos", afirma el campeón, subrayando su determinación de recurrir a la vía judicial para resolver la situación. Topuria ha puesto a disposición de las autoridades todo el material probatorio de que dispone para respaldar su posición.

"Todos ellos están perfectamente documentados audios, mensajes, testimonios y videos- y están siendo puestos a disposición judicial", explica respecto a las pruebas que mantiene en su poder.

Las acusaciones que ha formulado contra sus interlocutores van más allá de la extorsión. Además de este delito, Topuria denuncia "falsificación de pruebas, sustracción de dinero y objetos personales, además de todas las amenazas recibidas".

Un punto crucial en la decisión del deportista es la cuestión familiar. Topuria reconoce que "he intentado mantener silencio para proteger a mis hijos, que son los pilares de mi vida", pero ha llegado a una conclusión que le ha impulsado a actuar: "He entendido que callar ya no es proteger: es permitir que la mentira siga creciendo".

El luchador enfatiza que su caso no es aislado dentro del universo del deporte y la sociedad en general. "Muchas personas han pasado por situaciones similares y la justicia, tarde o temprano, ha puesto cada cosa en su sitio", comenta, posicionándose como portavoz de quienes se enfrentan a situaciones análogas.

Ilia Topuria, en la esquina de su hermano Aleksandre en el UFC Qatar UFC

"Hoy me toca dar un paso adelante y ser un ejemplo de que nadie debe ceder ante la presión, la manipulación o el miedo", añade.

Respecto a las acusaciones de malos tratos que presuntamente se pretendía difundir sobre él, Topuria es categórico: "Quienes me conocen saben que jamás he ejercido violencia contra nadie y que mis valores siempre han sido los del respeto, la disciplina y la honestidad". El deportista ve en esta denuncia pública una oportunidad de restituir su imagen ante la sociedad.

"Doy este paso por mi familia, por mí y por todas las personas que necesitan ver que la verdad se defiende con hechos", declara el peleador.

Finalmente, Topuria ha expresado su completa confianza en el sistema judicial, anunciando que no hará nuevas declaraciones públicas: "Confío plenamente en la justicia y pongo en sus manos todo lo que he vivido" y "por respeto a mis hijos y al proceso judicial, no haré más declaraciones".

El comunicado concluye con un mensaje definitivo: "Mi verdad no necesita gritar; solo necesita ser escuchada".