En un espacio donde el deporte de élite y el activismo social convergen, la medallista olímpica Ana Peleteiro se ha sentado a dialogar recientemente con el rapero El Chojín.
Lo que comenzó como una charla distendida sobre la vida y la carrera profesional, se transformó en un ejercicio de profunda introspección cuando la conversación tocó la fibra sensible de la discriminación racial.
Lejos de esquivar la polémica, y con la naturalidad que la caracteriza, la atleta gallega aprovechó el encuentro para abordar una de las cuestiones más latentes en la sociedad actual: el racismo en España.
La atleta gallega rememoró cómo, en sus inicios, la falta de diversidad en su entorno la llevó a buscar espejos donde mirarse muy lejos de casa. "Mis referentes eran las hermanas Williams. Yo jugaba al tenis y eran las únicas negras que había", explicó.
"Yo misma, sin ser consciente, a lo largo de mi vida he llegado a tener comentarios que puedan ser racistas", confesó Peleteiro. La atleta explicó que estas actitudes muchas veces no nacen de una intención de herir, sino de la pura "desinformación".
Para ella, la raíz del problema es clara: "El que tiene un prejuicio hacia una persona, hacia una raza, hacia una cultura, es porque lo desconoce y tiene miedo".
Uno de los puntos más destacados de su intervención fue la rectificación sobre su percepción del racismo en nuestro país. Peleteiro recordó cómo, anteriormente, defendía la idea de que España no era un país racista, intentando no magnificar los actos de una minoría.
"Yo siempre he dicho que no hay racismo en España porque a mí no me gusta generalizar por cuatro imbéciles", explicó. Sin embargo, su discurso ha evolucionado hacia una postura de tolerancia cero, impulsada en parte por las conversaciones con su entorno y su propia experiencia vital al conocer otras culturas.
"Me parece egoísta, creo que ahora mismo hay que decir que sí que hay racismo en España", sentenció con firmeza. Para la medallista, ya no basta con minimizar el problema; es necesario enfrentarlo de cara. "Hay que erradicarlo y hay que penarlo para que deje de haberlo", añadió.
Peleteiro hizo hincapié en que el conocimiento es el antídoto contra el odio. Relató cómo el acercarse a otras realidades le ha permitido derribar sus propios muros: "He tenido la suerte de conocer otras culturas que dices 'bua, es que esto es maravilloso', y dejas de tener ese miedo y dejas de juzgar".
Su mensaje final es un llamamiento a la reflexión antes de hablar. La atleta espera que, al visibilizar y penalizar estas actitudes, la gente se lo piense dos veces "antes de soltar una estupidez de comentario".
