Este domingo, el Santiago Bernabéu vivirá un acontecimiento sin precedentes en España. Por primera vez, un partido oficial de la NFL se disputará en territorio español cuando Miami Dolphins y Washington Commanders salten al césped del coliseo blanco.
Pero más allá del espectáculo deportivo, existe una particularidad que ha generado debate: los aficionados podrán comprar y consumir cerveza con alcohol dentro del estadio, algo impensable cuando juega el Real Madrid.
La diferencia no es caprichosa ni responde a privilegios del club madridista, sino a una cuestión estrictamente legal. La Ley 19/2007 contra la Violencia en el Deporte establece de forma taxativa que queda prohibida en las instalaciones donde se celebren competiciones deportivas la introducción, venta y consumo de toda clase de bebidas alcohólicas.
Esta normativa, nacida tras los trágicos sucesos de violencia en estadios europeos y reforzada por el Convenio Europeo de Estrasburgo de 1985, se aplica con rigor en el fútbol español.
Las sanciones por incumplimiento son severas. Los aficionados que violen esta prohibición se enfrentan a multas de entre 150 y 3.000 euros, además de posibles prohibiciones de acceso a los estadios de hasta seis meses.
Los clubes tampoco salen indemnes: la Comisión Antiviolencia puede imponerles sanciones de hasta 10.000 euros si permiten la venta de bebidas alcohólicas dentro del recinto.
¿Por qué la NFL sí?
Sin embargo, el partido de la NFL opera bajo parámetros diferentes. Al tratarse de un evento organizado por una liga privada estadounidense fuera del marco de las competiciones deportivas oficiales españolas o europeas regulares, no queda sujeto a la misma aplicación estricta de la normativa antiviolencia.
Esta distinción permite que el modelo de negocio característico de la NFL, donde la venta de cerveza constituye una parte fundamental de la experiencia del espectador, pueda replicarse en Madrid.
Imagen promocional del partido de la NFL en el Santiago Bernabéu
El precedente europeo lo marca Londres, donde desde hace años se celebran partidos de la NFL con venta libre de alcohol, mientras que los encuentros de la Premier League mantienen la prohibición vigente desde 1985.
El Tottenham Hotspur Stadium genera más de un millón de libras por partido de la NFL exclusivamente con la venta de cervezas, según datos de la propia liga. El Real Madrid, que conservará todos los ingresos por comida, bebida y merchandising del evento, aspira a replicar este modelo de rentabilidad.
Mientras en los partidos de fútbol la legislación española prohíbe categóricamente el alcohol incluso en condiciones de calor extremo, el evento de la NFL permitirá su consumo con normalidad. Esta doble vara no responde a favoritismos, sino a la naturaleza jurídica diferenciada de ambos tipos de acontecimientos deportivos.
La Comisión Antiviolencia, que se reúne quincenalmente para analizar incidencias en competiciones españolas y proponer sanciones, no tiene jurisdicción sobre eventos internacionales como el de la NFL que no forman parte del calendario competitivo oficial.
De ahí que las estrictas medidas de seguridad implementadas para el partido, que incluyen controles exhaustivos y prohibición de numerosos objetos, no contemplen la restricción del alcohol entre sus normativas.
La inversión pública de 3,3 millones de euros entre la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento busca posicionar a la capital como sede habitual de la liga, con la expectativa de generar un retorno económico de 16 millones de euros.
Una cifra que, inevitablemente, incluye los importantes ingresos por venta de bebidas alcohólicas que en el fútbol español permanecen vetados por ley.
