El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) ha fallado este jueves que la atleta sudafricana y bicampeona olímpica Caster Semenya no contó en Suiza con "un juicio justo".
Según la sentencia de la Gran Sala, el Tribunal Federal helvético —al que Semenya apeló tras el laudo del Tribunal de Arbitraje Deportivo— realizó un control demasiado limitado de la decisión que avalaba a World Athletics para exigirle reducir sus niveles naturales de testosterona.
La deportista, doble campeona olímpica de los 800 metros (2012 y 2016) y triple campeona mundial (2009, 2011 y 2017), produce de forma natural un exceso de hormonas masculinas (hiperandrogenismo) que pueden mejorar su masa muscular y rendimiento físico.
Desde 2019, Semenya renunció a competir al negarse a someterse al tratamiento hormonal que obliga la federación internacional desde 2018.
En el fallo, con voto de 17 jueces, el Tribunal Federal suizo fue reprochado por no haber examinado con detalle las pruebas aportadas contra el reglamento de la citada federación.
Los magistrados europeos subrayaron que la atleta no contó con "las garantías procesales suficientes" en el proceso suizo, lo que vulneró su derecho a un juicio equitativo.
La abogada de la atleta, Schona Joll, defendió ante Estrasburgo que "la señora Semenya es una mujer. En su nacimiento, se le asignó el sexo femenino, legalmente y en los hechos", y denunció que la obligación de hormonarse suponía un tratamiento "nocivo, inútil y presuntamente correctivo".
Caster Semenya, en una imagen de archivo
Los jueces del TEDH, sin embargo, descartaron que existiera violación de su derecho a la privacidad o a un recurso judicial efectivo, así como tampoco apreciaron discriminación directa.
Aunque la sentencia no modifica el reglamento de World Athletics, que exige a las atletas hiperandrógenas reducir su testosterona para participar en categoría femenina, sí abre una vía para cuestionar su aplicación judicial.
El debate sobre la regulación del género en el deporte ha seguido muy presente, incluso en los Juegos Olímpicos de París 2024, donde la boxeadora argelina y campeona olímpica Imane Khelif concentró la atención al no estar sujeta a las mismas restricciones hormonales que Semenya.
La controversia se remonta a 2009, cuando Semenya irrumpió en los Mundiales de Berlín con el oro en los 800 metros. Tras once meses de suspensión y pruebas de "feminidad" —cuyos resultados siguieron bajo secreto—, en 2010 volvió a competir.
El reglamento de World Athletics
Pero en 2018, el reglamento de World Athletics cambió para endurecer las normas sobre hiperandrogenismo; el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) lo ratificó en 2019 y un tribunal suizo lo confirmó en aras de la supuesta equidad.
Los recursos de Semenya contra estas resoluciones fueron desestimados sucesivamente, aunque obtuvo una primera victoria ante el TEDH el 11 de julio de 2023, cuando la Corte consideró que la justicia suiza había violado su privacidad y discriminado a la atleta.
Suiza y World Athletics recurrieron entonces ante la Gran Sala, que acaba de emitir este fallo. Pese a todo, la norma permanece en vigor y podría aplicarse por primera vez a través de un análisis de muestra bucal en los próximos Mundiales de Tokio.