Publicada

Entre los 40 y pico atletas que representarán a España en el Campeonato Europeo por equipos, que desde el jueves se celebra en Madrid, ahí está Fátima Diame (Valencia, 1996). Tímida, pero con una sonrisa inconfundible.

Es uno de los nombres propios del equipo español. Doble bronce en salto de longitud en los últimos dos Mundiales en pista cubierta (Glasgow 2024 y Nankín 2025). El metal más reciente llegó en marzo tras un duro invierno por una grave lesión en su talón derecho.

Eso le obligó a saltar a pie cambiado. Batiendo con la izquierda. Entrenó en sus inicios con ambas piernas y eso le facilitó la adaptación. Pulir la técnica, eso sí, tuvo sus turbulencias. "No me salía, y yo lloraba y lloraba", nos contará después.

El gesto técnico ya está dominado. Todo en orden. Y Fátima es feliz, con su deporte —el que meditó dejar tras los JJOO de Tokio— y con su vida. A pesar de que hay algo que no desaparece: la sexualización de su cuerpo, así como el de tantas otras atletas, en las redes sociales.

Ni el enorme trabajo que hizo la RFEA hace casi dos años para eliminar vídeos y canales que se dedicaban a ello fue suficiente. "De poco ha servido", dice Fátima de la denuncia que ella inició. Y quedan secuelas. "No me gusta hacerme fotos", reconoce frente al objetivo de la cámara de EL ESPAÑOL antes de pasar a la entrevista. Luego entendemos mejor el porqué.

Fátima Diame posa ante la cámara de EL ESPAÑOL Alejandro Ernesto Pérez

P.- Este jueves arranca el Europeo por equipos, al que llegáis sin Jordan y con la baja de última hora de Ana Peleteiro. Pese a ello, ¿cómo ves al equipo español y las posibilidades que hay de asaltar el podio?

R.- Es un equipo muy fuerte, a pesar de que tenemos esas bajas de Jordan y Ana, es un equipo muy muy joven. Ya se ha visto en campeonatos anteriores, por ejemplo, el Mundial de relevos, que no mucha gente se pensaba que las chicas iban a poder conseguir ese oro y lo consiguieron.

Entonces, eso también nos ha dado un chute de energía a todos y la verdad es que confío mucho en este equipo. Nos llevamos todos súper bien, tenemos muy buena relación y todos nos apoyamos mutuamente.

Es que es verdad que pocas veces tenemos este campeonato. A mí es uno de los que más me gusta y más disfruto, porque estás saltando y es que están todos tus compañeros animándote, que en otras ocasiones somos rivales.

Entonces, disfrutamos mucho este campeonato y yo creo que si nos sale como nos tiene que salir, podemos estar ahí arriba.

P.- Lo único que tiene esta competición, como dices, es ese espíritu de equipo está más presente que nunca. De tus compañeros, ¿a quién ves que llega muy fuerte o quién te haría especial ilusión ver en el podio?

R.- Me encantaría que todos pues pudiéramos conseguir estar ahí arriba y sumar el mayor número de puntos posibles, pero por ejemplo, Dani [Arce] ganó en la copa anterior, y la verdad es que nos hizo súper ilusión que ganara. Es una persona increíble, aparte es mi pareja, entonces no me puedo quejar (risas).

Quique [Llopis] también. O sea, es que todos tienen algo. Todos son mis amigos, entonces me encantaría que todos pudieran subir al podio.

"Iván Pedroso dice que la izquierda es mi pierna de batida y que lo va a ser hasta que me retire"

P.- Este campeonato es el primer punto cumbre, digamos, antes del Mundial en Tokio. ¿Tú cómo te encuentras en lo inmediato, que es este Europeo por equipos, y de cara a la cita de septiembre?

R.- Pues bueno, para el Mundial aún queda bastante. Estamos yendo poco a poco con los entrenamientos, ya que este año me estoy quedando con la pierna izquierda, mi pierna era la derecha. Entonces, estamos ajustando unos toques técnicos con esta pierna y me encuentro muy bien.

Iván [Pedroso, su entrenador] dice que esta es mi pierna de batida, que esta va a ser mi pierna ya hasta que me retire. Pero me encuentro bien, con buenas sensaciones. He saltado 6,82 y 6,74, estoy regular ahí arriba. Así que voy a ir a por todas.

Las mejores del mundo son las europeas, así que todas van a venir (risas). Va a ser como una eliminatoria de un campeonato del mundo, así que vamos a ir a por todas.

P.- Tras el edema óseo en el talón, adoptaste esa técnica a pie cambiado. ¿Puedes describir el proceso de aprendizaje y qué desafíos técnicos y hasta mentales tuviste que superar?

R.- Sobre todo fue más mental que otra cosa, porque yo desde pequeña ya aprendí a saltar con las dos piernas, pero claro, me lesioné y a dos semanas del campeonato de Europa... Y yo quería ir al campeonato de Europa, y era cambiar de pie sí o sí.

Antes tenía una técnica que era solo de extensión, no tenía ningún movimiento. Entonces, entre el Europeo y el Mundial intentamos hacer ajustes técnicos, pero era imposible, no me salía. Y me puse a llorar, Iván me decía que no pasaba nada.

P.- Te sentías bloqueada.

R.- Me sentía bloqueada porque no me salía ese gesto técnico que queríamos hacer. Entonces Iván me dijo: "Mira, como no tenemos tiempo —porque esto fue a cuatro días antes de irnos al Mundial—, lo hacemos de cara al verano".

Como que me relajé un poco y en el Mundial pues conseguí la medalla, y mucha ilusión. Eso me dio un chute de energía de cara al aire libre. Y ahora ya en la pretemporada de aire libre ya me ha salido el gesto técnico.

"Me sentía bloqueada porque no me salía el gesto técnico que queríamos hacer. En los entrenamientos lloraba y lloraba"

Yo creo que lo que me pasó es que me relajé. Y es que también fueron muy muy pocos días antes del Mundial, entonces como que me bloqueé muchísimo.

Pero los entrenamientos eran una cosa... (risas) Yo lloraba todo el rato, y lloraba y lloraba. Iván repetía: "Tranquila, que no pasa nada". Pero ahora estoy muy contenta. Con esta pierna estoy un poco más segura. O sea, con la otra también lo estaba, pero es que era mi pierna de toda la vida y estaba cascada. Ríe. Esta está fresca. Está fresca, no me duele nada y, pues no sé, está bien.

Fátima Diame, en la entrevista con EL ESPAÑOL Alejandro Ernesto Pérez

P.- Compaginaste la carrera de Enfermería con tus entrenamientos de alto nivel. ¿Ha influido de alguna manera tu formación académica en tu gestión de la salud y prevención de lesiones?

R.- Sí, porque cuando me ponía mala yo decía: "A ver, me voy a tomar esto, me voy a tomar lo otro". Entonces, la enfermería al deporte pues me ha ayudado a mí muchísimo. Sí que es verdad que en tema lesiones no, porque no soy fisio, soy enfermera. Si me pongo mala, pues sé lo que me tengo que tomar. Alguno del grupo siente algo y dice: "Oye, Fati, ¿qué me tomo?" (risas).

P.- Eres la enfermera del team.

R.- Sí, van todos a mí. Ríe. Sí que es verdad que pues eso, enfermedades, constipados y así, pues sí que me ha ayudado bastante, pero en tema muscular y así, nada.

P.- ¿Cómo fue para ti compaginar la carrera universitaria con tu vida como deportista de alto rendimiento?

R.- Pues para mí fue fácil, porque fue durante unos años que me lesioné, entonces no estaba tan pendiente de entrenar y más de estudiar. Fue para mí como una suerte, entre comillas, porque si no me hubiera costado muchísimo más.

Y a mí desde pequeña siempre me han inculcado mis padres el estudio. O sea, sí, el atletismo, todo lo que quieras, pero después del atletismo tienes que tener algo. Por esa parte siempre mis padres han sido como muy estrictos en eso.

P.- ¿Utilizas herramientas o tecnologías para mejorar tu técnica de salto?

R.- No, todo es Iván. Él es como que se mete en tu mente y ya te dice la palabra exacta que necesitas escuchar para saltar. Y también, joder, que es escuela cubana. Si es que nosotros entrenamos como los cubanos. La escuela cubana es la mejor del mundo.

P.- Hay una conexión especial con Iván Pedroso.

R.- Es como mi mejor amigo. Le cuento todo, me cuenta todo. Lo bueno con Iván es que entrenamos, pero cuando, salimos de la pista tienes que desconectar. Nos vamos a tomar algo juntos, y desconectamos muchísimo.

Eso creo que me ha vuelto a conectar con el atletismo, porque sí que es verdad que dejé de disfrutar el atletismo y gracias a Iván pues he vuelto a disfrutarlo.

Fátima Diame posa para la cámara de EL ESPAÑOL Alejandro Ernesto Pérez

P.- ¿Por qué dejaste de disfrutar el atletismo?

R.- Porque ya lo veía como una obligación. Entre que lo veía como una obligación, me lesionaba y no llegaba a disfrutar, estuve a punto de dejarlo después de Tokio.

Pero se me dio la oportunidad de empezar a entrenar con Iván y como que la ilusión me volvió, o sea, era como una niña pequeña.

P.- ¿Qué estrategias utilizas para manejar la ansiedad antes de una competición y cómo ha evolucionado tu mentalidad?

R.- Pues yo gracias a mi psicóloga. Gracias a ella pude retomar lo que más me gusta, que es el atletismo. Gracias a ella volví a disfrutar también.

Cambié de entrenador, cambié de vida, porque me mudé de Valencia a Guadalajara... Fue como un cambio radical total, pero necesitaba como manejarlo de alguna manera, porque dejé mi vida. Yo siempre decía que me iba a retirar en Valencia.

Llegué a Guadalajara y me encontré un grupo increíble, a Iván que es mi mejor amigo. Y gracias a ello, a Arancha [su psicóloga] y al grupo pude superar todo.

P.- ¿Qué recuerdos tienes de tus primeros entrenamientos en Valencia junto a tu primo y cómo influyó tu familia en tu elección de dedicarte al atletismo?

R.- Mi primo ya hacía atletismo. Él hacía básquet y atletismo. Él es más pequeño que yo, entonces no coincidíamos en la categoría. Pero a los campeonatos y las competiciones y todo íbamos todos juntos, la familia entera iba ahí y es que vamos, era increíble (risas).

P.- ¿Tanto era el escándalo que montaban?

R.- Sí, sí (ríe). Mi padre no, porque mi padre es como yo. Es muy tímido. Pero mi madre, mis tías... porque, claro, iba toda la familia. Mi infancia en Valencia y todo eso fue increíble.

El atletismo es mi vida ahora mismo. Lo disfruto muchísimo, me gusta muchísimo, si no no lo haría. Sí que es mi trabajo, pero tú no vas a hacer algo que no te gusta. Yo por lo menos no. Y no sé, estoy feliz.

P.- Vienes de un origen multicultural y ahora representas a España en el mundo. ¿Cómo te gustaría inspirar a las jóvenes de origen inmigrante que sueñan con el deporte de élite?

R.- Pues yo desde pequeña siempre he pensado y sé que soy una persona muy afortunada por haber podido crecer en dos culturas, porque en mi casa era en plan cultura senegalesa total y fuera era cultura europea. Entonces, me siento muy gratificada por eso.

A día de hoy me doy cuenta que hay muchos niños que han tenido padres inmigrantes que dicen: "Ay, pues a mí me encantaría ser como Fati". Eso a mí me llena muchísimo, porque digo, joder, sentirte que eres la ídolo de alguien es como 'guau'.

Por ejemplo, mi ídolo era Niurka Montalvo, ¿sabes? Y yo veía a Niurka todos los días, me entrenaba y yo decía: "Madre mía, si es que es de carne y hueso". Que lo que yo he sentido lo sientan ahora por mí, pues es súper gratificante.

"Soy una persona muy afortunada por haber podido crecer en dos culturas: la senegalesa y la europea"

P.- Con el paso de los años te has convertido en un símbolo en España contra la sexualización de la mujer, incluso contra el racismo. Pero no sé si es algo que, sin haberlo escogido una, en este caso tú, te sientes cómoda con tener que asumir todo el rato esa especie de responsabilidad.

R.- Al principio me fue muy duro. Cuando empezó yo tenía 16 años. Es que yo era pequeña, ¿sabes? Y a mí me dio el clic en la cabeza cuando le pasó a una niña de 16 también. Esa niña era española. Yo tenía su edad cuando me pasó y nadie me pudo ayudar. Entonces dije: "Ostras, voy a intentar ayudar a esta chica".

Y así empezó todo, pero yo cambié mucho en redes sociales, cuido mucho lo que subo. Ya las fotos no me gustan, las entrevistas como que me costaban un poco más. Eso también ha cambiado mucho mi personalidad. Pero total, total, total.

P.- ¿En qué lo notas?

R.- En todo, como te digo. O sea, ya no me gusta hacerme fotos, no me gusta las redes sociales. Yo subía siempre cosas, pero ya nada. Subo cualquier cosa y los comentarios... Hice una entrevista en la que lo denuncié [en Relevo, en octubre de 2023], pero de poco ha servido.

Subes cualquier cosa y te comentan las mismas cosas, o sea, de poco ha servido. Sí que es verdad que ahora ya como que paso, tampoco subo tanto contenido a redes sociales.

Fátima Diame, durante la charla con EL ESPAÑOL Alejandro Ernesto Pérez

P.- Lo importante de la vida, al final, no está en las redes.

R.- Claro, está fuera. Entonces, en lo que pueda ayudar ayudo, pero sigo mi vida. En ese tema ya estoy tranquila, pero sí que es verdad que me dio mucha ansiedad y lo pasé bastante mal.

P.- Por último, a tres años vista aún, ¿cómo de presentes están en tu cabeza los Juegos Olímpicos de Los Ángeles?

R.- Yo de momento no los tengo para nada presentes, porque quedan tres años y cada año tenemos una competición internacional importante. Entonces, tengo que centrarme en cada año, en quemar etapas y no en lo que queda por llegar.

Sabemos lo que puede pasar hoy, pero no mañana. Entonces, de momento no lo tengo ahí muy presente. Ilusiona, sí. Quiero estar, claramente, pero de momento voy a quemar año por año.