Eduarda Neves Santana, conocida en el mundo del combate como Duda Cowboyzinha, es la protagonista de una de esas historias dramáticas que deja el deporte. Tras alcanzar la cima en la UFC, hoy se encuentra viviendo en la calle luego de seguir un camino de autodestrucción.
Han pasado más de seis años de su debut en la mayor empresa del mundo de artes marciales mixtas (MMA), la UFC. Fue en el año 2019, enfrentándose a Bea Malecki en un evento celebrado en Suecia. Duda Neves fue noqueada en el segundo asalto. Previamente, había llamado la atención sumando tres victorias consecutivas como profesional en la compañía WOCS.
La Cowboyzinha no volvería a pelear más en la UFC debido al calvario que comenzó en 2020, cuando fue suspendida y despedida de la UFC tras dar positivo en un control de dopaje por la sustancia Ligandrol (LGD-4033), un modulador selectivo del receptor de andrógenos prohibido en la organización. Su equipo no fue capaz de recurrir la sanción, desembocando en una pesadilla para la peleadora.
Duda Cowboyzinha ha reaparecido en un vídeo en redes sociales. Se la observa vivieendo en condiciones precarias, alimentándose de donacios de una iglesia evangélica a la que acuden personas sin hogar. El medio brasileño Globo confirmó a través de allegados de la exluchadora que, efectivamente, vive en la calle y es ella la protagonista del vídeo.
"Mi familia no entiende que esto es una enfermedad, no es nada malo... Esta dependencia es muy triste. A veces paso días y días sin fumar, empiezo a emocionarme: '¡Voy a pelear otra vez!'. Luego, cualquier pequeña cosa me deprime y empiezo a consumir drogas de nuevo", confiesa en el vídeo.
Duda Santana
Su caída a los infiernos comenzó cuando normalizó el consumo de marihuana. Luego llegaron a su vida otras drogas, como la cocaína y el crack. "Empiezas por un porro y te acabas prostituyendo por drogas. Ahora me prostituyo por un cigarrillo", señala a corazón abierto Duda Cowboyzinha.
Según señala el citado medio brasileño, la suspensión de dos años y la posterior exclusión de la UFC la empujaron a ingresar en clínicas de rehabilitación social, sin lograr escapar de las recaídas que han marcado su vida.
Promete volver
Originaria de la comunidad Cidade de Deus, en Río de Janeiro, y afectada por la pandemia de la Covid-19, Duda Cowboyzinha enfrentó también problemas para cumplir con la cuarentena, dependiendo en ocasiones de la ayuda de emergencias del Gobierno Federal.
Pese a todo, la exluchadora de la UFC no pierde la fe: "Dios me quitó todo, como Job, pero un día me lo devolverá todo. Él me está probando como probó a Jesús, en el desierto, así como probó a Daniel. Pero un día esta historia tendrá un final feliz. Esperad mi regreso", acaba declarando en el vídeo. Su historia es la de otra deportista que acabó cayendo a los infiernos.