El fútbol, conocido por antonomasia como el deporte rey, ha sufrido una evolución mucho más allá de sus raíces deportivas. Con el paso de los años se ha convertido en un producto como implicaciones económicas gigantescas y cada vez es más común oir hablar de los "supercontratos" que firman los futbolistas.
El último caso ha sido el de Erling Haaland. El delantero noruego del Manchester City era un caramelo goloso para los clubes punteros de Europa ante la posibilidad de no renovar su contrato con el conjunto mancuniano y la baja clausula que se incluía en el mismo.
Sin embargo, en un momento crítico tanto en lo deportivo como en lo institucional del Manchester City, Haaland ha dado un golpe sobre la mesa prolongando su contrato prácticamente para el resto de su carrera deportiva. Una firma hasta 2034, quitándose la clausula liberatoria y un salario cercano a los 30 millones al año.