La UFC se enfrenta a uno de los mayores escándalos en sus 30 años de historia. El vídeo de Dana White y su mujer, Anne White, abofeteándose en público en una fiesta de Año Nuevo ha generado gran controversia. Hasta el punto que algunos piden ya la cabeza del presidente de la mayor liga de MMA del mundo.

Dana White (Connecticut, Estados Unidos; 1969) es el presidente de la UFC desde 2001 y es la persona a la que se responsabiliza de la explosión de este deporte en el siglo XXI. A nivel personal también se ha nutrido de ello, hasta el punto de que en 2019 se le atribuía un patrimonio de 500 millones de dólares. 

Las polémicas le han rodeado siempre, desde su apoyo a Donald Trump hasta su fanatismo por las apuestas. En 2014 también protagonizó un escándalo por un supuesto encuentro sexual con una stripper brasileña que fue filmado sin su consentimiento. Pero nada le había puesto tan contra las cuerdas como el asunto del bofetón a su mujer.

A Dana White le ha estallado en mitad de la polémica una frase que dijo en 2014: "Hay una cosa de la que nunca te recuperas y es de poner tus manos sobre una mujer". Lo dijo después de que salieran a la luz imágenes de un jugador de la NFL, Ray Rice, agrediendo brutalmente a su prometida en un ascensor. Reivindicó, además, cómo se gestionaban estos casos en la UFC.

La empresa ha notado los efectos del altercado de los White. Las acciones en bolsa de Endeavor, la compañía que en 2016 compró la división de MMA por 4.000 millones de dólares, bajaron casi un 6% al salir a la luz la noticia. En lo económico, es el primer gran golpe que sufre la UFC con un Dana White que llegó a su presidencia cuando dos de sus socios, los Fertitta, la compraron por solo 2 millones.

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Dado el calibre de la situación, Dana White ha querido mostrarse y dar la cara ante un acto que define como "horrible". Lo hizo en el portal TMZ, el mismo que publicó el vídeo de las agresiones: "Nunca hay una excusa para que un hombre le ponga las manos encima a una mujer, y ahora aquí estoy en TMZ hablando sobre eso", dijo.

Anne, también en declaraciones para TMZ, agregó ambos habían estado "bebiendo demasiado en la víspera de Año Nuevo y las cosas se salieron de control, para ambos". Ambos sostienen que era la "primera vez" que ocurría algo así. Dana y Anne se conocieron en el instituto y se casaron en 1996. 

En cuanto a la agresión, es solo la última dentro de un deporte que tiene un feo historial de casos de este tipo. Incluso algunas de las mayores figuras de la historia de la UFC aparecen en la lista. Entre septiembre y octubre de 2021, Jon Jones y Chuck Liddell, leyendas de las MMA, fueron arrestados por presuntos delitos de violencia doméstica.

También hay que mencionar el caso de Greg Hardy, un exjugador de la NFL condenado por agredir a su pareja que en 2018 llegó a debutar en la UFC. Dana White, lejos de vetar su contratación, la defendió frente a las críticas de los medios de comunicación. El programa Real Sports (HBO) reveló que el porcentaje de arrestos de luchadores de MMA por violencia doméstica en EEUU era el doble en comparación al porcentaje del ciudadano medio.

Contra las cuerdas

Cuando Dana White habló de la agresión a su pareja de Ray Rice, aquel jugador de la NFL, en 2014, también se refirió al que aún a día de hoy es el comisionado de la liga. Dijo de Roger Goodell que debía "levantarse e irse por su propio pie" porque consideraba que no se había manejado la situación cómo se debería.

Ahora esas palabras se vuelven en contra de White, quien ha cruzado la línea que juró que jamás cruzaría. Las críticas han aparecido, incluida la de la mítica luchadora Cris Cyborg, y otra consecuencia ha sido la congelación momentánea de la Power Slap, la liga de bofetadas -¿ironías de la vida?- que iba a estrenar en la televisión de pago estadounidense. Nunca antes había sido tan posible pensar en una UFC sin Dana.