Sandor Martín (Barcelona, 1993) quiere volver a poner el boxeo en el mapa del deporte en España. Es el gran exponente de su disciplina en nuestro país y acaba de revalidar el pasado 23 de abril el título de campeón de Europa de peso superligero contra el británico Kay Prospere, en la velada organizada por Matchroom en Barcelona.

EL ESPAÑOL habla con Sandor, que en el momento de la entrevista se encuentra en el Estadi Municipal de Nou Barris (Barcelona), campo de fútbol en el que tuvo que entrenar durante parte del último año por las restricciones que le impedían -a él y a sus compañeros- hacerlo en su gimnasio, el emblemático KO Verdún del que es dueño su padre, Rafa Martín.

Tras su última pelea, 'Arrasandor' está descansando unos días. Su siguiente reto, espera, tiene miras mundialistas, aunque lo hace sin prisa. Quiere que el 2022 sea su año y seguir creciendo al mismo tiempo que el boxeo empieza a ir calando otra vez en la sociedad.

De momento, el boxeo volverá a ser mediático en unas semanas por la velada "lúdica" organizada por el streamer Ibai Llanos, en la que compañeros de su profesión se pegarán sobre el ring. Sandor es partícipe de ello, siendo el preparador de Reven, uno de los participantes, y, de paso, haciendo las veces de entrenador también del propio Ibai.

Sandor Martín, tras revalidar su título europeo Matteo Innocenti Matchroom Boxing

Ha pasado una semana de tu defensa. Con las sensaciones más reposadas, ¿cómo valoras tu propio triunfo?

De una manera muy positiva. Ha sido un combate muy exigente y han pasado muchas cosas por el camino. Hubo dos aplazamientos... Quieras o no, eso pesa en la preparación a nivel físico y a nivel mental. Es un triunfo importante porque nos sitúa más cerca de poder disputar cosas grandes en un futuro cercano

Además, está la importancia de volver a ser otra vez main event en un evento de Matchroom Boxing, con la plataforma de DAZN. Las cosas van bien y yo agradecido de que el trabajo dé sus frutos.

Mantener tanto tiempo el cinturón no debe ser fácil, pero ¿cual dirías que ha sido tu pelea más dura hasta ahora?

Uno de los rivales más peligrosos a los que me enfrenté, aunque no fue por el título europeo, fue el ucraniano Valentyn Golovko. Llegaba como número dos de su país, solo por detrás del excampeón mundial Viktor Postol, y realmente fue un combate muy muy táctico que a nivel mental fue muy sufrido. Luego también, a nivel físico, la pelea contra Anthony Yigit fue una batalla campal ahí en Suecia.

Son dos combates a destacar, pero siempre se va aumentando el nivel del adversario. A lo mejor esos dos combates, y alguno más como el de Samuele Esposito por el título de la Unión Europea, se podrían destacar.

Estos dos últimos campeonatos que he tenido contra los dos ingleses, que son bastantes aguerridos y batalladores, también han sido complicados. Contra Joe Hughes y Kaye Prospere. La verdad que mi carrera deportiva no ha sido un camino de rosas -risas-.

No por 'nacer' en un gimnasio tienes que tener las capacidades para ser campeón

Te escuchaba el otro día contar en 'La Resistencia' que te subiste al ring ya con cinco años. Desde el principio tenías claro que el boxeo era lo tuyo, ¿no?

Gracias a Dios crecí en un gimnasio porque mis padres ya lo tenían, pero jamás estuve obligado a practicar el boxeo. Practiqué otros deportes, pero parece que la cabra tira al monte y opté por el boxeo. Se me podría haber dado mal. No simplemente por nacer en un gimnasio, que tu padre sea entrenador, tienes que tener las capacidades de ser campeón. No viene implícito. Hay que trabajar.

La cosa ya se ha normalizado un poco, pero al principio mucha gente me tachaba de 'ventajista'. Decían que como había nacido en un gimnasio se me daba bien por eso. Y no. Se me ha dado bien porque trabajo y entreno igual que los demás. Si quiero tener algo y lo obtengo es porque me lo he ganado. Hasta llegar a tener ese crédito de la masa social ha costado un poquito.

Tu entrenador es de los mejores de España y es tu padre, Rafa Martín. ¿Qué es lo mejor de tenerle siempre a tu lado y, por otro lado, lo más duro?

Sabe diferenciar muy bien cuándo tiene que ser padre y cuándo entrenador. En el gimnasio y en el ring soy uno más. A la hora de tomar decisiones me trata igual que ha tratado a cualquier otro deportista, se entrega en cuerpo y alma. Lo mejor de tenerle, precisamente, es eso: su actitud y su corazón.

Tiene casi 60 años y sigue abriendo todos los días a primera hora de la mañana y se va el último. Pone todo en cada entreno y si él se entrega, los demás tenemos que corresponderle con lo mismo. Cuando no puedes más, es capaz de sacarte el extra que te lleva a ser el campeón que quieres ser. Mucho de lo que soy, y somos en el gimnasio, es por él, por su carácter y su forma de ser y entender el deporte.

Quizás el boxeo no es un deporte con el que esté tan familiarizado el público, pero ¿qué tiene para que, como en tu caso, se pueda enganchar un niño o cualquier otra persona?

El boxeo tiene la ventaja de que se puede adaptar a cualquier edad y a todos los estados deportivos. Es beneficioso a nivel de psicomotriz, de salud, mental... Es una época de bastante estrés y el boxeo ayuda a liberarse. Siempre se había pensado que lo que se ve en la tele es el boxeo, pero la competición es solo la punta del iceberg. El boxeo tiene mucho más. Ahora está subiendo y pasa por un momento muy bueno y hay que aprovecharlo.

La familia de mi madre y la de mi padre han sido ejemplares en saber sufrir a lo largo de la vida

En tu caso hay un vínculo familiar, de tus raíces. 'El nieto de una portera es campeón de Europa', te leía hace tiempo. ¿Qué significado tiene eso para ti?

Esa frase me toca la patata. Significa, creo, la reivindicación de una familia humilde, que se ha tenido que buscar la vida. Tanto por la parte de mi madre como la de mi padre han sido ejemplares en saber sufrir a lo largo de la vida. Familias que, como muchas otras imagino, han tenido que salir adelante sin tener nada, buscarse las habichuelas y remontar la situación.

Que yo pueda llegar a ser campeón de Europa, al margen de mi trabajo, es gracias al esfuerzo que todos han hecho a lo largo de su vida. Si estoy donde estoy es por el camino que ellos han recorrido. Es una manera de reivindicar con esa frase que gracias a ellos estoy aquí y no me olvido de mis raíces ni de dónde vengo.

Sobre tu preparación en el último año, tuviste que entrenar durante meses en un campo de fútbol. ¿Cómo era tu rutina durante esa etapa? ¿Fue duro luego volver al gimnasio?

Durante el confinamiento entrené lo mejor posible. Creía que había perdido muy poca forma física y cuando volví al gimnasio me dí cuenta de que no había entrenado absolutamente nada, que me había intentado mantener como buenamente podía, pero realmente estaba lejos de un nivel óptimo.

Con las restricciones, en mi gimnasio no podíamos ser más de 3-4, nos teníamos que buscar la vida. Al final, se hace cómico entrenar en un campo de fútbol donde no tienes sacos ni absolutamente nada, pero pudimos hacer preparación física y adaptarnos golpeando los postes de las porterías, muchos ejercicios de sombra... Así hasta que se flexibilizaron las medidas.

El boxeo necesita de la interacción con otras personas. Compite uno, pero el compañerismo es muy grande. Hasta que eso no se ha podido retomar no hemos podido volver a la competición. Es impensable entrenar sin compañeros y poder competir.

Hace unas semanas tuvo repercusión un tuit tuyo -el de arriba-. Entiendo que aquello no te molestó, pero ¿crees que se reconoce al boxeo actualmente en España?

No, para nada. En España se reconoce el fútbol y con un poco de suerte el baloncesto y algunos punteros como puedan ser Fernando Alonso, Nadal o Marc Márquez. El deporte del boxeo tiene mucho para dar, como muchos otros, aquí en España, pero no se reconoce todavía del todo.

Si todo esto -sobre la velada de Ibai- puede ayudar a que se reconozca, estaré encantado. Sé que esto funciona porque yo en lo personal lo he notado. Todas estas acciones que están pasando en los últimos meses están contribuyendo para que el deporte del boxeo suba. Soy una persona que está implicada y, al margen de ser boxeador, trabajo en otras facetas del deporte donde intento sumar y aportar para que crezca. Y ver que esto crece, y de una manera sana y positiva, me reconforta. Al final, va a beneficiar a todo el mundo del boxeo en España. No solo a mí y a mi persona.

Un boxeador de mis mismas características en Estados Unidos está ganando quince veces más

¿Qué tiene el boxeo en Estados Unidos para ser tan mediático en comparación con España y Europa?

Donde nos llevan años de ventaja es en la industria del boxeo, en el marketing. Como deportistas no son mejores que los españoles, los europeos o los que haya en otros lugares del mundo. Sino estarían dominando el boxeo mundial y no lo hacen. ¿Qué es lo que dominan? El negocio del boxeo, ahí son los número 1.

España tiene que dar vueltas de hoja en ese sentido y empezar a trabajar en la infraestructura del espectáculo y de cómo vender un producto. Ahí es donde nosotros patinamos por cien. Un boxeador de mis mismas características en Estados Unidos está ganando quince veces más. ¿Por qué? ¿Porque es mejor? No, porque tiene un entorno detrás que es mucho mejor: las televisiones, los apoyos institucionales, los apoyos mediáticos... Hace falta que llegue esa inversión que nos permita vender mucho mejor el producto nacional que tenemos, que es de muy buena calidad.

Desde los años 70 ya ha pasado mucho tiempo, pero ¿te imaginas un 'boom' del boxeo similar a corto/medio plazo en nuestro país?

Lo está habiendo, lo va a haber y yo voy a ser partícipe de ese 'boom'. Estoy totalmente convencido. Se van a volver a llenar los estadios para ver boxeo. Se van a tener boxeadores como referentes en la sociedad. Estoy convencidísimo y vamos a abrir una puerta para dar paso a muchos chavales que vienen por detrás.

Estamos en un momento difícil, por la pandemia, pero sé que eso va a llegar. Tiene que venir acompañado de buenos resultados, de una buena imagen del boxeo, que se haga de respetar y la gente se identifique con él y sus deportistas.

Yo voy a poner todo de mi parte para que ocurra. De hecho, ahora tenemos la suerte de firmar con Matchroom Boxing, que es la mejor promotora a nivel mundial, de tener el apoyo de DAZN España. Vamos a seguir tirando y empujando de ese carro para que lleguen cosas buenas para todos.

Y en lo que respecta a Sandor Martín, al campeón europeo superligero, ¿qué es lo siguiente que podemos esperar? ¿Qué objetivos te pones para lo que queda de año y 2022?

Seguimos siendo campeones de Europa y yo estaré encantado de defender el título tantas veces como sea necesario, pero evidentemente mis miras son mundialistas. Quiero tener la oportunidad de asaltar el título mundial, ya sea por eliminatoria o combate directo. Siendo sincero, creo que esa oportunidad puede llegar en 2022, aunque si se precipita todo puede ser en 2021.

Ahora Ramírez y Taylor tienen que disputar la unificación. Son cuatro cinturones que van a poner en juego. Si el ganador decide después abandonar los títulos o hacer algún movimiento como subir de categoría, quedan los cuatro títulos libres. Son ocho aspirantes a los títulos que salen a eliminatoria mundial. Es decir, son 16 puestos que quedan disponibles. El boxeo es un deporte de momentos, pero sería raro si yo no entro en esos 16 puestos.

Como todo tiene que suceder, hay que esperar y yo creo que 2022 será el año. Si llega antes, mejor. Y si hasta que llegue eso tengo que defender una o dos veces más el campeonato de Europa, yo encantado. Para eso soy el campeón, ese es mi status, y para eso me pagan -risas-.

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