Las pruebas de medio fondo han dejado a España muchos personajes ilustres como Fermín Cacho, Reyes Estévez o Juan Carlos Higuero. Son muchas las imágenes que han quedado para la historia del país durante las carreras del 1.500 o del 3.000. Esta distancia ha seguido teniendo presencia en los campeonatos últimamente con Adel Mechaal. Pero a este marroquí nacionalizado español le ha salido competencia, precisamente, desde su país de origen.

La tradición del atletismo nacional está viviendo el nacimiento de un nuevo fondista que aspira a acabar con las marcas históricas de estos atletas citados. Mohamed Katir es el hombre de moda en este 2021 en el panorama español de este deporte gracias a sus imponentes marcas, pero también a su historia. La superación y la consistencia han vuelto a entrar en juego para crear una máquina que quiere hacer historia para el país.

Este fin de semana Torun acoge los Campeonatos de Europa de Pista Cubierta y Katir aspira a confirmar que es la gran esperanza del país para esta prueba. Aunque los focos también se centran en Ana Peleteiro, Álvaro De Arriba o Jorge Ureña, que defienden títulos, el muleño, ya que lleva viviendo desde los cinco años allí, quiere robar el protagonismo a todos estos y captar los focos haciendo una gran marca y batiendo, precisamente, a Mechaal, que fue campeón en 2017.

La expedición de España para el Europeo de Pista Cubierta de Torun 2021, con Mohamed Katir arriba a la derecha RFEA

Aunque Mechaal le venció en los campeonatos de España de este fin de semana, los dos prometen una interesante contienda entre el presente y el futuro del atletismo nacional. Katir llega con la mejor marca del año y quiere repetir lo conseguido a principios de año. Es su primera gran oportunidad después de que la Covid-19 impidiera que tuviera más protagonismo durante el 2020. Aunque esto también ha supuesto que haya tenido más tiempo para progresar y madurar.

"Cien por cien español"

Esta liebre de 23 años decidió que el fútbol no era su deporte por las constantes broncas de su entrenador. Era delantero centro, espigado y muy móvil, pero con poca técnica con el balón en sus piernas. Esto era lo que provocaba que su técnico, en los alevines del Huesca, le reprochase su actitud encuentro tras encuentro. El paso definitivo lo dio cuando ganó una carrera organizada por su colegio. Pero su largo camino había comenzado unos años antes.

Nacido en Marruecos, llegó a España en patera, pasó por la ciudad oscense y se instaló finalmente en Mula, donde se ha desarrollado el cuerpo más privilegiado para el medio fondo de la actualidad nacional. Cristóbal Carlos, su descubridor, empezó a pulir esa capacidad desmedida para correr. Destacaba cada vez que se enfundaba sus zapatillas y acaparaba toda la atención por la suficiencia con la que lo hacía. De Murcia pasó a todo el territorio nacional y no tenía comparación.

Eso sí, la batalla más importante le llevaría mucho más tiempo. Hasta 2019 no obtuvo la nacionalidad española, mientras se mostraba en diferentes pruebas que era el mejor del país. "Soy cien por cien español", reconocía en las entrevistas que le hacían. Pero este procedimiento le llevaría cuatro años de trámites burocráticos. Ahora, entre carrera y carrera, prepara unas oposiciones a bombero pensando en lo que será su vida tras una trayectoria deportiva que promete mucho.

Sus armas

Su gran arma son esas zapatillas de fibra de carbono que han hecho que sean muchos los atletas que han conseguido la mínima para estar en la cita de Polonia. ASICS le ha dotado de unos zancos de última generación con los que ha empezado a hacer estas increíbles marcas. Aún así, el secreto está en su capacidad para mantener un ritmo alto en los últimos 800 metros.

En Karlsruhe, este mismo año, consiguió esa marca de 7:35:29, la tercera mejor de la historia del país, la mejor del año en esta prueba. También ha corrido frente a los Ingebrigtsen, los llamados a dominar esta distancia en Europa y, quién sabe, si a acabar con el dominio africano de esta distancia. Ha entrenado con ellos en el CAR de Sierra Nevada y ha estudiado muy bien lo que hacen estos prodigios noruegos.

Después de este objetivo, quedará por demostrar si puede aspirar a este mismo éxito en el 1.500 para llegar a unos Juegos Olímpicos de Tokio en los que se verá a la próxima estrella del fondo español. Mientras tanto, quiere ayudar a la expedición nacional a, como mínimo, igualar las seis medallas que consiguieron en Glasgow 2019 que hizo que España fuera tercera en el medallero. Ya han librado la primera barrera de los PCRs y solo queda enfundarse las zapatillas para demostrar su calidad a Europa.

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