El triatleta Carlos López volvía de conseguir un quinto puesto en el Iron Man de Vitoria. Una marca más que notable para el balear, quien estaba alejado desde la competicón desde el pasado mes de julio. A la vuelta del trayecto, supo enseguida que Vueling, empresa con la que viajaba, rompió su bicicleta: "Noté que la pintura estaba levantada. Miré el cuadro y estaba crujido".

"Si el cuadro estaba partido, era porque la habían tratado mal o porque le habían puesto algo pesado encima", afirmaba el deportista español. Él, tras ello, fue a reclamar a la empresa, los cuales dijeron que "no podían aceptar la reclamación porque tenía que haber comprobado el estado de la bicicleta al bajar del avión", algo que desconcertó y sorprendió a Carlos. 

Posteriormente, Vueling procedió a tramitar la indemnización, afirmando que la afirmación máxima por deterioro es de 50 euros, algo que se aleja totalmente del precio del objeto dañado, en este caso la bicicleta. El triatleta no dudó en colgar el comunicado en sus redes sociales, mostrando su desagrado con la propuesta. 

"Me dieron 50 euros. Me volví a quedar en Internet y me hicieron una contraoferta de 1300 euros, que no acepté porque mi bicicleta es de profesional", afirmó el triatleta, mostrando su disconformidad e incredulidad con la situación. 

Finalmente, las palabras contra la empresa fueron duras, afirmando que un pago por equipaje especial merece un trato especial, algo que ellos no han conseguido: "Pagué por un equipaje especial y no puse pegas. Si ellos la han roto, tampoco deberían ponerlas".

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