Esfuerzo, sacrificio... Son palabras que siempre han estado presentes en la vida de Thierry Feuteu, reciente internacional con la selección española de rugby. El jugador del Alcobendas, nacido en Camerún, debutó el pasado 17 de marzo con la camiseta de España ante Alemania en el Campeonato de Europa

En el camino, el jugador nacido en 1995, deja una historia de mucha superación que le llevó a dejar su país y su familia, dejándolo todo, para luchar por un sueño como era el de jugar al rugby. 

Tras recorrer los casi 5.000 kilómetros que separan Camerún de Marruecos, 'Titi' llegó al país marroquí con la promesa de que ahí iba a dedicarse al rugby. Cuando llegó, todo fue muy distinto a lo esperado. EL ESPAÑOL ha podido hablar con él. 

Pregunta: ¿Siempre te ha gustado el rugby?

Respuesta. No. Empecé con el fútbol ya que en Camerún todo el mundo quiere parecerse a Samuel Eto'o, y sobresalir en un deporte como el rugby es muy difícil. Pero poco a poco fui probando el rugby y me di cuenta que quería convertirme en jugador profesional. 

P: ¿Cómo fue tu viaje de Camerún a Marruecos?

R: Al cumplir 18 años, un amigo me convenció de ir a Marruecos donde podía jugar al rugby y ganar mucho dinero. No me lo pensé, y a pesar de que no contaba con el visto bueno de mi familia, emprendí la aventura para intentar cumplir mi sueño". 

P: ¿Qué ocurrió cuando llegaste?

R: Cuando llegué, tras recorrer miles de kilómetros, vi que no iba a ganar dinero y que me habían mentido. Mi amigo me dijo que iba a intentar entrar en España, ya que no estaba en Marruecos para jugar al rugby.

P: ¿Qué decisión tomaste al respecto?

R: Lo había dejado todo y ya no podía volver atrás. Ni me lo pensé y fui a ello para intentarlo, ya que en España iba a tener más posibilidades de jugar al rugby que en Marruecos. 

Thierry Feuteu, durante un partido con el Alcobendas. Foto Twitter: (@TFeuteu)

P: ¿Cómo fue todo el periplo para intentar saltar la valla?

R: Mi amigo me comentó que había un camino por donde ir para pasar a España. No dudé en hacerlo y me puse manos a la obra para saltar la valla, pero no lo conseguí. 

P: ¿Qué ocurrió tras el primer intento fallido?

R: Me quedé en Marruecos e intenté buscar un equipo. Encontré un trabajo, por lo que ahorré para intentar volver a a pasar a Melilla, ya que sabía que había gente que lo había conseguido. 

P: A la segunda no, pero a la tercera fue la vencida, no?

R: Tenía claro que tenía que conseguir lo que me había propuesto. Y si no lo conseguía a la segunda vez, lo iba hacer mas adelante. Y lo logré. Salté la valla y corrí hacia el campo de inmigrantes. Fue algo muy duro ya que llegué a ver a gente como perdía la vida. Tras llegar a España fui acogido por las ONGs. 

P: ¿Cuál fue tu primer equipo en España?

R: Empecé a entrenar con un equipo en el que al llegar al primer día de entrenamiento vi que había gente con el uniforme de la Policía. ¡Era un equipo de rugby de policías!. Me entró algo de miedo pero todos me trataron muy bien y me aceptaron. 

Thierry Feuteu, con la camiseta de la selección española

P: Tras varios años en varios equipos, llegaste hace cuatro al Alcobendas donde sigues actualmente, no?

R: Así es. Estuvo en otros equipos, hasta llegar al Alcobendas. El rugby es lo único que siempre he tenido y somos todos una familia. Entrenamos por la mañana, comemos juntos y luego volvemos a salir a las pistas. 

P: ¿Has hecho algo más en España además de jugar al rugby?

R: No, no he podido ya que hasta ahora no he tenido papeles. No trabajaba y tenía la ayuda del club, por lo que solo me he centrado en el deporte. 

P: ¿Tu vida ha cambiado de nuevo recientemente, no?

R: Sí. Conseguí arreglar todo y recibí la llamada de la selección española de rugby. Otro de mis sueños se había cumplido. Iba a jugar para el país que me lo había dado todo. 

P: ¿Cómo fue tu debut con la Selección?

R: Fue una semana increíble. Tenía muchos nervios y miedo, fue todo muy raro e inesperado. Pero cuando salté al campo, todo se me pasó y fue increíble. 

P: ¿Tu próximo sueño?

R: Clasificarnos para el próximo Mundial. También me gustaría volver a mi país para montar una escuela que acoja a niños que no tienen padres.